Puebla es la segunda entidad con más bibliotecas públicas en el país al contabilizar 617 y contar con al menos un inmueble dedicado a la lectura en sus 217 municipios; sin embargo, en un año recibe en promedio 2 millones 700 mil visitas, menos de la mitad de la población total.
De acuerdo con datos del gobierno federal, en el estado hay 617 bibliotecas públicas y todos los municipios cuentan con al menos un inmueble para acudir a leer o consultar los libros, la mayoría de los espacios se encuentran a cargo de los ayuntamientos o la Secretaría de Educación Pública.
La información de la Dirección General de Bibliotecas expone que el estado con más bibliotecas es el de México con 671 inmuebles habilitados para la lectura, seguido de Puebla con 617 espacios, Tabasco con 554, Veracruz con 515 y Oaxaca con 476.
En el caso concreto de Puebla, los municipios con más bibliotecas son: la capital con 37 inmuebles, Zacapoaxtla con 29, Zacatlán con 26, Chignahuapan con 23, San Pedro Cholula con 16, Tehuacán con 14, San Andrés Cholula con 12 y los municipios de Atlixco, Izúcar de Matamoros y Tetela de Ocampo con 11 cada uno.
Aunque Puebla es uno de los estados con más espacios, el gobierno del estado tiene registrado que durante el 2017 se recibieron 2 millones 703 mil 237 visitas a las bibliotecas públicas y 23 mil personas que acudieron a salas de lectura.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Puebla hay 6 millones 169 mil habitantes, en ese sentido, el número de visitas a las bibliotecas públicas, correspondiente a 2 millones 703 mil, esto corresponde al 43.8 por ciento de la población.
Este 23 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Cultural del 2010, el 71.4 por ciento de la población, no lee libros completos fuera de su profesión o la escuela.
La misma encuesta señala que más del 50 por ciento de la población compra los libros que lee, el 40 por ciento los pide prestados en una biblioteca, menos del 20 los pide prestados a un familiar y el resto obtiene los textos de fotocopias e internet.
