Caroline Sasaki, es una mujer originaria de Hawái que puede sentirse como una persona afortunada después de quedar a solo unos centímetros de que una gigantesca roca estuviera por aplastarla y de, posiblemente, terminar con su vida.
La noche del sábado 28 de enero parecía una tranquila y como cualquier otra para la familia de cuatro integrantes de Caroline, quienes se encontraban en su casa ubicada en la ciudad de Honolulu en una zona conocida como Paolo Valley.
De la nada un momento lo cambió todo cuando una gigantesca roca, de aproximadamente 1.5 metros de alto y de ancho, terminó por atravesar la pared de su casa y derribar parte de la misma en el camino.
Gracias a un video de seguridad compartido por la familia a distintos medios locales se puede observar el momento en que la gigantesca roca termina por caer. Previo a que esto ocurra, Caroline se encuentra de pie y parece dirigirse a la sala cuando su camino es detenido por el poderoso estruendo de la roca.
De haber caminado un paso o algunos pasos más, posiblemente Caroline hubiera sido aplastada por la roca, pero como se muestra en las imágenes ella se encontraba bien y, al igual que el resto de su familia sorprendida por lo ocurrido.
Al contar su experiencia, Caroline detalló que solo escuchó el sonido del impacto y se mantuvo en shock por un largo tiempo. Por una cuestión mental, la mujer aseguró que no ha visto las imágenes con el accidente.
“Aparentemente, la roca pasó junto frente a mí, lo cual no sabía. No lo vi. Todo lo que escuché fue el boom y luego alguien que me preguntó si estaba bien”, explicó Caroline. “Básicamente estoy en estado de shock. Me niego a mirar los videos, así que, no estoy seguro de qué tan cerca, pero todos me dicen que tengo suerte”.
Familia y vecinos, preocupados por la caída de la roca
La casa de la familia se encuentra en un desarrollo urbano que fue construido al lado de una montaña, de la que nunca se habían vivido este tipo de accidentes, pero, desde que la gran roca impactó la casa de Caroline, son tres las que ya han afectado la residencia.
De acuerdo con vecinos de la zona, se piensa que la repentina caída de material rocoso se debe a los trabajos de excavación que se han realizado para un desarrollo planificado cercano a la montaña.
Al respecto, Caroline agregó que eventos meteorológicos como lluvias torrenciales o huracanes no habían provocado daño en la montaña o que de esta se deprendiera un material hasta ahora que se realizan las excavaciones.
La mujer creció en las cercanías a este vecindario por lo que tampoco nunca había sido testigo de un problema así. Para su mala fortuna, la familia tenía apenas una semana de haberse mudado al ser una casa recién construida sobre una que ya estaba ahí previamente.
“Vivíamos en este mismo lugar. Simplemente derribamos la casa vieja y la reconstruimos; y nunca ha pasado antes, fuertes lluvias y advertencias de huracanes, nada. Entonces nunca cayeron rocas”, explicó la mujer.
Para el lunes 30 de enero la gran piedra todavía se mantenía en la casa, debido a que las autoridades llevaban a cabo una investigación para conocer de dónde provino la piedra y cómo es que terminó por estrellarse en la vivienda y cerca de aplastar a una mujer.
