Pandemia ahonda la brecha digital en AL

Unos 32 millones de niñas y niños no tienen acceso esa herramienta, lo que aumenta la desigualdad en escuelas

AFP y EFE

  · lunes 31 de agosto de 2020

En EU surgen los "grupos pandémicos" de estudio en garages / Foto: AFP

SANTIAGO. La falta de internet, una herramienta esencial en tiempos de pandemia, ha limitado el acceso al trabajo y la educación remota en 40 millones de hogares en América Latina.

Las tecnologías digitales han sido cruciales para el funcionamiento de la economía y la sociedad durante la pandemia, que en América Latina, duramente golpeada por el coronavirus, ha puesto en evidencia las desigualdades en el acceso a internet, indica el informe “Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del Covid-19”, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“Hay más de 40 millones de hogares no conectados. La mitad de ellos se encuentran en los dos quintiles más pobres; esto prácticamente en todos los países es un problema”, afirma Alicia Bárcena, secretaria general de la Cepal.

Según el documento, 60% de los hogares y 67% de los 650 millones de habitantes de América Latina usan internet. En países como Brasil y Chile, más de 60% de los hogares del quinto más pobre de la población tiene conexión a internet, mientras que en Bolivia, Paraguay y Perú, sólo 3% la tiene.

Ese bajo porcentaje amplía las brechas de acceso a internet, que condicionan el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que pueden aumentar las desigualdades socioeconómicas.

Con la región paralizada por las cuarentenas, el teletrabajo aumentó en 324% entre el primer y segundo trimestre de este año. Sin embargo, 79% de los ocupados se desempeña en actividades que no pueden realizarse en la web, y sólo 21.3% pudo acceder al trabajo en línea.

En cuanto a la educación, unos 32 millones de niñas y niños no tienen acceso a internet, mientras que 46% de los estudiantes de la región viven en hogares que no están conectados. Esto también puso en evidencia las graves desigualdades entre los niños que van a clases en zonas urbanas y los que lo hacen en zonas rurales.

“Para garantizar una educación inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se debe aumentar no solo la conectividad y la infraestructura digital sino también las habilidades digitales de maestros y profesores, así como la adecuación de los contenidos educativos al ámbito digital”, afirmó Barcena.