/ martes 26 de junio de 2018

Papa Francisco critica a quienes no ayudan al prójimo

Excluyendo al prójimo de nuestro horizonte, puntualizó Bergoglio al final de su discurso, la vida se encierra en sí misma y se convierte en un bien de consumo

CIUDAD DEL VATICANO. La vida concebida, que nace, crece, envejece y se consume, con sus invocaciones y esperanzas, así como aquella frágil, enferma, envilecida y descartada, son “igualmente humanas”. Conceptos complejos y siempre actuales ya afrontados por el papa Francisco, esta vez subrayados con fuerza durante la audiencia concedida ayer a los miembros de la Pontificia Academia para la Vida.

En los últimos tiempos Bergoglio ha destacado en varias ocasiones la defensa de la vida desde que es concebida y hasta su fin natural, condenando así el aborto y la eutanasia. Pero en esta ocasión condenó sin medios términos, y con su habitual lenguaje fuerte y directo, todo aquello que ofende a la vida en sus diversos aspectos, definiendo este comportamiento como una “labor de la muerte”.

“Cuando privamos a los niños de su infancia, cuando entregamos los pobres al hambre, los perseguidos a la guerra y los ancianos al abandono, ¿acaso no hacemos nosotros mismos el trabajo sucio de la muerte?”, preguntó el Papa jesuita.

Bergoglio lanzo su anatema esta vez de frente a un organismo eclesiástico, pero sus palabras, como en la mayoría de los discursos del pontífice de turno, revisten un mensaje a nivel universal y un llamado en particular al mundo católico.

“En el laboratorio de la biología se estudia la vida con instrumentos que permiten explorar sus aspectos físicos, químicos y mecánicos... un estudio importante e imprescindible pero que debe ser integrado en una perspectiva más amplia y más profunda, que pide atención a la vida propiamente humana, que irrumpe en la escena mundial con el prodigio de la palabra y del pensamiento, de los afectos y del espíritu”, dijo.

Y ese “trabajo sucio de la muerte” que se comete ofendiendo a la vida, destinando los pobres al hambre, los perseguidos de todas las edades a la guerra y los ancianos al abandono”, son resultado “del mal, que trata de convencernos que la muerte es el fin de todo, que llegamos al mundo de casualidad y que estamos destinados a terminar en la nada. Este es el trabajo de la muerte!”, añadió Francisco.

Excluyendo al prójimo de nuestro horizonte, puntualizó Bergoglio al final de su discurso, la vida se encierra en sí misma y se convierte en un bien de consumo”, y esto “se difunde como un virus espiritual muy contagioso que nos condena a convertirnos en hombres-espejo que ven sólo a sí mismos”.

CIUDAD DEL VATICANO. La vida concebida, que nace, crece, envejece y se consume, con sus invocaciones y esperanzas, así como aquella frágil, enferma, envilecida y descartada, son “igualmente humanas”. Conceptos complejos y siempre actuales ya afrontados por el papa Francisco, esta vez subrayados con fuerza durante la audiencia concedida ayer a los miembros de la Pontificia Academia para la Vida.

En los últimos tiempos Bergoglio ha destacado en varias ocasiones la defensa de la vida desde que es concebida y hasta su fin natural, condenando así el aborto y la eutanasia. Pero en esta ocasión condenó sin medios términos, y con su habitual lenguaje fuerte y directo, todo aquello que ofende a la vida en sus diversos aspectos, definiendo este comportamiento como una “labor de la muerte”.

“Cuando privamos a los niños de su infancia, cuando entregamos los pobres al hambre, los perseguidos a la guerra y los ancianos al abandono, ¿acaso no hacemos nosotros mismos el trabajo sucio de la muerte?”, preguntó el Papa jesuita.

Bergoglio lanzo su anatema esta vez de frente a un organismo eclesiástico, pero sus palabras, como en la mayoría de los discursos del pontífice de turno, revisten un mensaje a nivel universal y un llamado en particular al mundo católico.

“En el laboratorio de la biología se estudia la vida con instrumentos que permiten explorar sus aspectos físicos, químicos y mecánicos... un estudio importante e imprescindible pero que debe ser integrado en una perspectiva más amplia y más profunda, que pide atención a la vida propiamente humana, que irrumpe en la escena mundial con el prodigio de la palabra y del pensamiento, de los afectos y del espíritu”, dijo.

Y ese “trabajo sucio de la muerte” que se comete ofendiendo a la vida, destinando los pobres al hambre, los perseguidos de todas las edades a la guerra y los ancianos al abandono”, son resultado “del mal, que trata de convencernos que la muerte es el fin de todo, que llegamos al mundo de casualidad y que estamos destinados a terminar en la nada. Este es el trabajo de la muerte!”, añadió Francisco.

Excluyendo al prójimo de nuestro horizonte, puntualizó Bergoglio al final de su discurso, la vida se encierra en sí misma y se convierte en un bien de consumo”, y esto “se difunde como un virus espiritual muy contagioso que nos condena a convertirnos en hombres-espejo que ven sólo a sí mismos”.

Elecciones 2024

INE Puebla define temas de debates entre las fórmulas al Senado de la República

Los debates serán por fórmulas, tendrán una duración aproximada de una hora y media

Estado

Viajaba en presunto estado etílico sobre su caballo de acero y termina por derribar un puesto

Tras perder el control, la fémina primero impactó contra un vehículo que se encontraba estacionado

Local

Feria de Puebla, partido de Club Puebla y Pericos, consejos de movilidad para llegar a tiempo

La Feria de Puebla y el Club Puebla con vías de llegada a sus respectivos recintos para evitar mayores contratiempos

Policiaca

Condenan a prisión a dos por el secuestro de un menor y a un par más por extorsión

Las pruebas expuestas ante el Tribunal de Enjuiciamiento, dieron como resultado la imposición de una sentencia

Local

'Dreamers' poblanas temen por su futuro si Donald Trump gana las elecciones

Cuatro poblanas beneficiadas con el programa DACA se reunieron con sus familias en México, gracias a un salvoconducto tramitado por la Universidad Iberoamericana

Policiaca

Recuperan unidad con reporte de robo y aseguran a mujer que la conducía

Una mujer identificada como Karla N, de 29 años, fue detenida y remitida ante la autoridad ministerial