Luego de que Ingrid Aremis terminara su relación con Ricardo Iker, de 35 años de edad, este comenzó a acosarla para exigirle que le devolviera todo lo que le regaló durante el noviazgo, incluso le pidió el dinero que había gastado en ella en todas sus salidas, según lo que consta en la carpeta de investigación iniciada por este caso, misma en la que se asienta que el día del asesinato de la estudiante de la BUAP, las autoridades no hallaron el celular de la víctima.
Tras una labor de campo por parte de El Sol de Puebla, se detectó que el fraccionamiento Allegros, donde todo ocurrió, se ubica a tan solo cinco minutos de distancia del antro donde por última vez convivieron la joven universitaria y el ahora detenido, quien incluso tuvo que ser retirado del negocio tras haber jaloneado a Ingrid Aremis.
En cuanto al citado fraccionamiento, se observó que a pesar de que este cuenta con cámaras de vigilancia y casi todas las bardas están protegidas por alambre de púas, existe un espacio que no tiene dicha protección y posiblemente sea por donde el pasado 12 de mayo, Ricardo Iker irrumpió para después cometer el feminicidio de la estudiante, que el pasado 3 de junio cumpliría 21 años de edad.
Aunque la tarde del pasado lunes, Ricardo Iker fue llevado ante un juez de control, la defensa legal del imputado solicitó la ampliación del plazo constitucional de 144 horas para determinar su situación jurídica, es decir, si será o no vinculado a proceso por los hechos cometidos en agravio de la joven veracruzana, quien además de haber sido golpeada en repetidas ocasiones en cara, brazos y piernas, fue asfixiada.
De tal manera que será hasta el día viernes cuando se lleve a cabo una segunda audiencia en contra del acusado, quien bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, fue enviado al penal de San Miguel, donde deberá permanecer por todo el tiempo que dure el proceso jurídico en torno al caso de Ingrid Aremis.
Cabe subrayar que de acuerdo con la información vertida por el agente del Ministerio Público, en audiencia oral y pública, la madrugada del 12 de mayo Ricardo Iker brincó en estado de alcoholemia una de las bardas del fraccionamiento Allegros ubicado en el barrio de Santiago Xicotenco en el municipio de San Andrés Cholula; después de que Ingrid lo viera recargado en el auto de su amiga, en un acto de bondad por el frío que en ese instante hacía, decidió meterlo al departamento donde ella solía quedarse a dormir cada fin de semana.
Sin embargo, horas después, las cámaras de vigilancia registraron la salida y huida de Ricardo Iker, mientras que por la tarde, fue descubierto el asesinato de la joven, quien conoció a su verdugo mientras ella se desempeñaba como relacionista pública y él, como cadenero del bar Capital Club Night.