“Como Juan por su casa”, es cómo anda la delincuencia en el residencial Villa Encantada, en donde tiro viaje, los vecinos sufren atracos de todo tipo, desde el robo de las tuberías de gas, hasta el robo peatonal y a casa habitación.
Por más que los vecinos tomen sus precauciones al salir de casa, estén comunicados mediante chat e incluso y cuenten con un chat directo con las Fuerzas Municipales de Seguridad Ciudadana, pareciera ser que esto no es suficiente.
En entrevista con El Sol de Puebla, Mabel Aguirre López, presidenta de colonos de Villa Encantada, aseguró que a pesar de tener identificados a los ampones, no se ha podido hacer nada al respecto porque están muy bien organizados.
“Hay varios reportes de un muchacho grandote alto, blanco y delgado que viste siempre con pants de marca y anda por acá rondando. Antes de la pandemia les robaba a los muchachitos de la universidad (UVP) su celular y lo que podía, pero ahora ya empezó a robar a la gente que anda caminando por aquí con su perro o como sea”, asegura.
Refiere que las cámaras lo han visto venir de la colonia Patrimonio, y no se le ve la cara por el uso del cubre bocas, pero los vecinos ya lo reconocen por su físico.
De igual forma, tienen identificada otra forma de robo peatonal:
“Andan en un taxi y agarran a la persona desprevenida, el taxi se pone más atrás y el ladrón se baja y cuando le quita a la persona todo lo que puede, éste se va corriendo y se sube al taxi que ya lo está a la vuelta”, detalla.
SE ORGANIZAN PARA ROBAR
Para el robo de casa habitación y a pesar de que los colonos tienen la precaución de cerrar a consciencia, dejan prendidas luces, etcétera, nada es suficiente porque están muy bien organizados y estudian los movimientos de los vecinos.
“Como ya nos volvimos colonia de paso, pasan camiones, combis y muchos autos, los ladrones se colocan en las paradas como si estuvieran esperando el transporte y se dan cuenta del movimiento en las casas de los vecinos”, señala.
“Han reportada personas que están tomando fotos en moto o bicicleta, se paran en las esquinas como que están hablando con alguien pero nada más están checando. También pasan unos jovencitos en un coche y andan observando cuando se abren las cocheras”, advierte.
Asegura que “todo lo hacen con tiempo”, estudian los movimientos de las casas porque siempre saben cómo y dónde meterse cuando no va a haber personas.
“A una vecina de la 59 A Poniente se le metieron por la casa del vecino, subieron a la azotea y vieron que había un tragaluz en la casa que querían robar. Un vecino al que le robaron en 59 B poniente y tiene cámaras, dice que son puros chamacos de entre 18 y 20 años”, señala.
Relata que cuando entraron a la casa de ese vecino, no pudieron abrir por completo el portón eléctrico, quedó un poco abierto entre el portón y un alambre de púas y por ahí entró un flaco que se quitó la camiseta y los tenis para poder pasar, se metió y abrió la cochera para que entraran los demás.
Dice que entre lo que se llevaron iba la laptop del hijo la cual llevaba un chip que identificó el lugar donde se encontraba. Fueron con la policía y estuvieron esperando pero nunca vieron salir a ninguno de los jóvenes de la grabación. El lugar está cerca, sobre Margaritas en dirección a San Manuel.
Pero aquí el robo en todas sus modalidades está a la orden del día, es frecuente que las residencias amanezcan sin los tubos de alimentación del gas y ahora hasta las tapas de las alcantarillas.