A un año de que sujetos desconocidos entraran a robar a una vivienda asegurada por la agencia especializada en la investigación de homicidios de la Fiscalía de Puebla, en el fraccionamiento La Giralda, ubicado en la colonia San Juan Bautista, restos de cinta de acordonamiento, cruces de dos víctimas y la exigencia de mayor vigilancia en la zona, dan cuenta de lo inseguro que continúa siendo este punto al sur de la capital poblana, donde los colonos piden mayor patrullaje y alumbrado público.

Dos caminos de terracería que conectan a las colonias San Juan Bautista, Cipreses del Sur y Cuarta Sección de San Ramón, se han convertido en el principal foco rojo de esta zona de la ciudad.

Además de colindar con varios terrenos baldíos o construcciones en obra negra que incluso lucen con grafitis, se trata de caminos o parajes que carecen de alumbrado público, sin embargo y a pesar de las condiciones, sirven de paso o tránsito para decenas de vecinos del lugar.

Colonos manifestaron que es un punto inseguro, sin embargo, es la vía más rápida para llegar a diversas tiendas y servicios en la zona, de tal forma que están susceptibles a sufrir un atraco, así como algunas otras personas más a las que incluso les arrebataron la existencia.

Recordaron que precisamente en los caminos de terracería donde convergen las calles Dalías y Jacarandas, dos hombres fueron ultimados.

Tan solo el 12 de julio de 2018, un vendedor de hamburguesas de 23 años de edad, fue asesinado con arma blanca, poco antes de que llegara a su domicilio en la unidad habitacional La Giralda. Otro hombre que acompañaba al hoy occiso identificado como Luis N, resultó herido en una mano y señaló que los culpables fueron tres sujetos que huyeron de la zona. Lo anterior durante un intento de asalto.

Dos años después, el 13 de julio de 2020, un hombre de aproximadamente 45 años de edad, identificado más tarde como Aurelio N, fue asesinado con el tiro de gracia. Aquel día, durante las indagatorias de las autoridades ministeriales se presumió un ataque directo, ya que la víctima conservó sus pertenencias, en tanto, vecinos solo lograron escuchar cinco detonaciones de arma de fuego sin poder ver a los responsables del homicidio.

Al momento los dos crímenes siguen impunes ya que no se ha logrado ubicar y detener a los responsables; de los dos asesinatos, en el lugar, solo quedan una capilla, veladoras y dos cruces de madera colocadas en su memoria.

Los vecinos de la zona, tras rememorar estos hechos, urgieron mayor vigilancia y patrullaje por parte de las autoridades policiacas, además de la colocación de alumbrado público, pues los asaltos a transeúnte no es el único problema en la zona, sino también los asaltos a negocio y robo a casa habitación.

En este sentido, cabe decir que el 17 de enero de 2020, sujetos desconocidos irrumpieron en un domicilio de la Segunda Cerrada de Alhelíes en el fraccionamiento La Giralda, donde sustrajeron dos pantallas planas de 55 y 40 pulgadas, así como una laptop, dos tabletas y una licuadora.

Concretado su objetivo, los ladrones escaparon del lugar. Una vecina que se percató de los hechos llamó a la dueña del inmueble, quien al llegar comentó a las autoridades policías que la casa se encontraba bajo resguardo de la Fiscalía ya que dos meses antes, es decir entre octubre y noviembre de 2019, su esposo fue asesinado víctima de apuñalamiento, precisamente durante un robo a casa habitación.