Difícil el duelo para víctimas de crimen

Para una sicóloga, la recuperación emocional de los familiares no tiene un tiempo definido

Bruno Flores | El Sol de Puebla

  · martes 9 de febrero de 2021

La recuperación emocional de una persona ante la pérdida de un familiar durante un crimen no tiene un tiempo definido, pues depende de cómo lo perciba cada individuo, sin embargo, para la sicóloga, Leslie Sarahí Morales, egresada de la facultad de Sicología de la BUAP, puede ser necesario acudir con un tanatólogo, si el proceso de duelo no se ha superado en algunos meses.

Para la terapeuta, procesar el fallecimiento de un ser cercano nunca es fácil, no obstante, es mucho más complejo cuando éste deriva de un asesinato, pues el factor sorpresa es determinante para la catarsis de cualquier individuo.

Según, Sarahí Morales, durante la etapa del duelo existen 5 pasos: el primero de ellos es la “crisis”, que es un suceso de cambio emocional, el derrumbe de todo lo que se percibe normal y que coarta la interpretación del universo.

En segundo lugar se encuentra la “negación”, misma que se entiende como el cuestionamiento del porqué le pasa a uno y no a otro; es un momento de incredulidad.

Le sigue el “enfado”, la rabia manifestada a través de la exposición de emociones hacia cualquier persona, incluso Dios.

En el medio está situada la “depresión”, el cúmulo de sentimientos nostálgicos y profunda tristeza por la pérdida del ser amado.

Finalmente, llega la “aceptación”, que es el momento en el que se enfrenta el conflicto y se aprende a vivir con el dolor que provocó.

Leslie refirió que en caso de no realizar un adecuado proceso de duelo, este podría convertirse en un trastorno patológico, ya que algunos individuos no cuentan con las herramientas necesarias para trabajar por si mismos una pérdida. En dicho caso, sería importante acudir en primera instancia con un sicólogo, aunque, lo más recomendable sería visitar a un tanatólogo, que su labor consiste en la dignificación de la muerte de cualquier persona, así como el proceso de duelo de los familiares.

Consideró que el enfrentamiento emocional tras el deceso natural de un ser querido, no es el mismo al que desafía uno que perdió a un familiar durante un crimen, pues el dolor es mucho más profundo, ya que se infligió de forma premeditada y alevosa, algo ante lo que no se estaba preparado, a diferencia de un fallecimiento por enfermedad.

“El dolor siempre va a estar ahí, no lo podemos borrar, pero sí el sufrimiento… el dolor nos ayuda a seguir adelante”. Asimismo, expresó que no todas las personas asimilan la muerte de la misma manera, pues depende de la naturaleza de cada quien, es decir, para un ser que es codependiente y/o aprehensivo, será mucho más complicado reparar su entorno emocional, por lo que deberán trabajar en su autoestima e individualidad.

Más allá del parentesco que se tenga con la víctima, será la conexión que se tuvo previamente con ella, lo que podrá representar el dolor de su muerte.

Sobre la medicación, Sarahí no recomienda su uso ya que considera que la terapia puede ayudar a sanar la mente del afectado, aunque se podría utilizar en circunstancias en las que tu vida esté impedida a seguir adelante, como lo es la pérdida del sueño, no obstante, el especialista que extiende una receta médica, es un siquiatra.

Finalmente, la licenciada en sicología sugirió que se entienda la muerte como un suceso inevitable, y por el que todos vamos a atravesar.