Un sujeto apodado “El Kruger” y otro más presuntamente relacionado con el mercado Unión y al líder narcomenudista identificado como “El Chupón”, estarían detrás del ataque con armas nueve milímetros perpetrado contra María del Rayo Mendoza Farfán, directora del Centro de Readaptación Social de San Miguel, cuando viajaba sobre Periférico Ecológico, a la altura del C5, la noche del pasado miércoles.
Fuentes cercanas al caso dieron a conocer que el blindaje de la camioneta gris en la que viajaba la servidora pública, así como la reacción de sus escoltas, le salvaron la vida.
Las fuentes agregaron que durante los hechos y ante la reacción de salvaguardar su integridad, Mendoza Farfán se agachó y se golpeó dentro de su misma unidad, sin que sufriera lesiones de consideración.
El vehículo en el que viajaba la directora del penal presentó al menos diez impactos de bala que no lograron penetrar la carrocería, debido al calibre estándar que los delincuentes emplearon; aún así, las huellas de los proyectiles de arma de fuego quedaron plasmados en algunas partes de la unidad.
Este jueves 7 de marzo, las autoridades policiacas y ministeriales seguían con las labores de poder identificar y ubicar a los dos sujetos en motocicleta que dispararon contra la camioneta de María del Rayo Mendoza Farfán.
Fuentes cercanas al caso aseveraron que detrás de los hechos estaría “El Chupón”, presunto líder narcomenudista que opera en el mercado Unión y sus alrededores, así como otro sujeto apodado “El Kruger”, quien incluso, trascendió, sería quién manejaba la motocicleta usada para perpetrar el intento de homicidio de la servidora pública.
Las acciones de estos sujetos serían por la disminución de sus ventas de narcóticos al interior del Cereso.
Caso Tadeo llevó a su nombramiento
En junio de 2022, María del Rayo Mendoza Farfán fue nombrada en el cargo tras el escándalo del bebé Tadeo, quien fue encontrado sin vida dentro del penal; contra la servidora pública también han existido una serie de denuncias anónimas por la centralización y venta a costos excesivos de diversos alimentos dentro del reclusorio.
Las fuentes consultadas agregaron que Mendoza Farfán fue agente del Ministerio Público en el municipio de Tepeaca, fiscal en Huauchinango y sostuvo cargos en el área de atención de delitos sexuales y violencia familiar.
En su momento, quienes trabajaron con ella, aseguraron que sobresalió por el buen trato que daba a las víctimas.
El 25 de enero de 2022, 15 después del escándalo del bebé Tadeo, cuyo cuerpo fue exhumado ilegalmente de un panteón de la Ciudad de México, trasladado a Puebla y colocado en un depósito de basura del penal de San Miguel, la agente del Ministerio Público fue nombrada directora del referido Cereso.
Las fuentes, en aquel momento, aseguraron que la servidora pública se negaba a asumir el cargo, sin embargo, tuvo que acceder, ocupando así la titularidad que de manera provisional tenía Jaime Mendoza Bon, encargado de despacho del citado reclusorio y que ante los hechos del bebé Tadeo, fue detenido junto con otros 20 servidores públicos, de los cuales 17 fueron vinculados a proceso, siendo llevados al penal de Tepexi de Rodríguez.
Quejas contra la directora
Las quejas contra el actuar de Mendoza Farfán no tardaron en salir a relucir, pues familiares de internos, de manera anónima, la acusaron de hacer negocio dentro del Cereso.
Con la destrucción de las famosas “tienditas”, concesionadas a los reos de mayor poder adquisitivo para la venta de diversos productos de canasta básica y otros más, los familiares de los internos señalaron que la directora hizo su monopolio.
Según las acusaciones, comenzó a restringir el paso de alimentos que ella vendía a las personas privadas de la libertad, tales como huevo, verdura, entre otros.
Lo indignante para los quejosos, fue que según su dicho, María del Rayo vendía todo al doble o a veces al triple del precio real.
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Lo anterior se sumó a otras denuncias anónimas como la supuesta permisividad de robo de medicamentos, así como la operación y desempeño en el área de enfermería de gente que no estaba capacitada o que incluso no cumplía con el perfil profesional, pues aparentemente, custodias fungían como enfermeras, situación que en su momento desmintió la Dirección de Centros Penitenciarios mediante la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP).