El estudiante de Contaduría de la BUAP, plagiado y asesinado en un motel de la colonia Resurgimiento, fue víctima de un compañero de clase, quien primero lo citó en una plaza comercial para luego convencerlo de trasladarse a un hotel junto con dos mujeres y dos hombres, con la finalidad de “divertirse”, según las primeras investigaciones. Los culpables, entre ellos una menor de 15 años de edad, ya están recluidos en el penal de San Miguel.
Se trata de Amedleni Uriel, de 19 años de edad; Guadalupe, de 18; Nayeli, de 15, Jorge Luis, de 19 e Iván Cándido, de 35 años de edad, quienes a excepción de la adolescente y como este medio le ha venido dando seguimiento, el pasado domingo fueron traslados al penal de San Miguel, luego de que se decretara de legal su arresto mediante audiencia en la Casa de Justicia Puebla.
En tanto, la situación legal de la adolescente se definió ayer, también bajo audiencia pero a cargo de un juez especializado en Justicia para Adolescentes, quien ordenó que la acusada permaneciera bajo internamiento.
Sobre este caso, la Fiscalía General del Estado de Puebla, a través de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), este lunes informó en rueda de prensa, que Uriel era compañero de universidad de la víctima, y fue quien se encargó de citar a Aldo en Plaza Dorada el pasado 17 mayo. Una vez en el sitio, a donde también llegaron las dos mujeres y los dos hombres involucrados, Aldo fue convencido de ir a un hotel, probablemente para ingerir bebidas embriagantes.
Aunque de forma inicial y a bordo de un taxi, los detenidos así como la víctima acudieron al Hotel 5 Villas; más tarde decidieron trasladarse al Motel Miño, donde el estudiante fue asfixiado y su cuerpo abandonado. En este sentido, Fernando Rosales Solís, titular de la FISDAI, destacó que los plagiarios realizaron al menos 12 llamadas en las que exigían 750 mil pesos de rescate, las cuales terminaron una vez que se difundió la noticia del hallazgo del cadáver de Aldo, de 19 años de edad.
Tras la identificación de los involucrados por medio de cámaras de videovigilancia, se obtuvieron órdenes de aprehensión, logrando ubicar y detener a los presuntos responsables. Tres de ellos originarios de San Martín Texmelucan, uno de Huejotzingo y otro de la ciudad de México.
PADRES DE ALDO LLAMAN A DENUNCIAR
Por su parte, al final de la rueda de prensa, los padres de Aldo agradecieron el apoyo recibido por la FISDAI, pero además, hicieron un llamado a la sociedad para que en caso de estar en una situación similar a la suya, acudan a denunciar los hechos.
Asimismo, el padre del universitario, originario de Teziutlán, refirió que no conocían nada sobre Uriel, ya que con su hijo únicamente platicaban sobre cómo le iba en la escuela y las nuevas experiencias por las que atravesaba.
Cabe decir que en este delito la pena va de los 80 a los 140 años de prisión.