por Leonel Tlalmis
Enardecidos por la ola de robos que ha habido en esta zona,alrededor de las 10:30 horas de este día, habitantes del BarrioManantiales de la Sección Cuarta del municipio de Zacatelco,intentaron linchar a un presunto ladrón justo en el momento en elque, acompañado de otros dos cómplices, cometían su fechoría enuna vivienda.
De acuerdo con los testigos, fue justo cuando la propietaria dela vivienda arribó a su hogar, cuando se percató del hurto ycomenzó a gritar y pedir auxilio a sus vecinos, quienes deinmediato acudieron al lugar para intentar asegurar a los tresladrones, pero dos lograron darse a la fuga, pero ante su enojo,comenzaron a golpear al asegurado.
No obstante, precisamente cuando los vecinos estaban a punto delincharlo, arribaron elementos de la policía municipal, quienes,al intentar llevarse al supuesto ladrón, provocaron un primerenfrentamiento, lo que generó que los lugareños arremetieran encontra de la unidad, destrozándola por completo.
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Después de unos minutos de diálogo, habitantes acordarontrasladar a pie al asegurado hasta la presidencia municipal paraexhibirlo en la vía pública, por lo que, resguardado por unos 15policías y unos 250 pobladores, comenzaron el recorrido de unosdos kilómetros, durante el cual gritaban y tocaban cacerolas parainformar a la ciudadanía que habían agarrado al ratero.
Una cuadra antes de llegar al parque central de Zacatelco, ungrupo de aproximadamente 100 granaderos ya lo esperaban paraintentar salvar al retenido, pero para evitar un primerenfrentamiento, les permitieron llegar a la altura del parque,sobre la carretera federal.
Sin embargo, cuando intentaban exhibirlo en la plaza pública,los granaderos se abalanzaron en contra de los habitantes y enmedio de golpes y jaloneos, lograron rescatar al supuesto hampón yabordo de una patrulla, se lo llevaron con destino a lacapital.
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Tras esta acción, los pobladores se enardecieron y armados conpalos y piedras, comenzaron a enfrentarse con los granaderos,quienes al verse superados y al estar a punto de ser rodeados, antela evidente falta de táctica, tuvieron que lanzar gaseslacrimógenos para disuadir a los lugareños y aprovechar paraabandonar el lugar.
Después de que los gases se disiparon, los habitantesnuevamente se reagruparon y se plantaron frente a las instalacionesde la presidencia municipal, donde comenzaron a lanzar piedras ytodo tipo de objetos, generando daños en vidrios de puertas yventanas, pero después de unos minutos, todo comenzó acalmarse.
