/ miércoles 17 de noviembre de 2021

A Puerta Cerrada | El lapsus de Alito Moreno con Eduardo Rivera

Cualquier manual básico sobre estrategias de negociación política recomienda sentarse a la mesa de los jaloneos sin ceder por anticipado aquello que la contraparte anhela, pues en caso contrario se llegará diezmado al proceso de “estira y afloja” y con escasas posibilidades de lograr el resultado esperado.

Eso lo debe tener bien claro el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, que ni en un rato de borrachera habría tenido la intención de dar por cedida la candidatura del gobierno del estado de Puebla al PAN, desde ahora, cuando las negociaciones entre partidos están por arrancar y se prolongarán en el tiempo dos años, y menos de haberla otorgado, casi de a gratis, a uno de sus militantes: Eduardo Rivera Pérez.

¿Tiene el PRI perfiles para disputar la candidatura al gobierno del estado en caso de que se repita la alianza de ese partido político con el PAN y el PRD en las elecciones del 2024?

En estricto sentido, sí.

Ahí están, por ejemplo, y en riguroso orden alfabético, Alberto Jiménez Merino, Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger Guerrero, Jorge Estefan Chidiac y Juan Carlos Lastiri Quirós, más todos los que guste agregar.

Viene ahora una pregunta más precisa:

¿Pondrá el PRI candidato a gobernador en el 2024 si replica la coalición con PAN y PRD?

Por supuesto que no, el abanderado será del PAN, por razones conocidas y que se encuentran a la vista de todos.

Entonces, ¿por qué tanto escándalo con las declaraciones del dirigente nacional del tricolor, vertidas el sábado al término de la asamblea estatal celebrada en territorio poblano, acerca del presidente municipal de Puebla y su presunto destape como candidato de la alianza opositora al gobierno del estado?

Porque, justamente, habría sido escandaloso que Moreno Cárdenas se saltara todos los pasos previos a esa eventual postulación, desde ya, tres años antes de la contienda electoral, para ir a una mesa de negociaciones con la principal moneda de cambio ya entregada.

Dirigentes y militantes de esos tres partidos políticos tienen claridad en lo que aporta cada uno en el estado y saben que la más cotizada de las postulaciones será para el blanquiazul, pero una cosa es saberlo y callarlo para posteriormente sacar beneficios de la “concesión” otorgada en la mesa y otra admitirlo públicamente para transmitirle a tus futuros aliados que estás dispuesto a hacer lo que manden, porque reconoces tu inferioridad ante ellos.

Esta segunda opción habría significado un error de educación preescolar para el líder nacional del PRI.

¿Qué pasó el sábado?

Porque eso hizo el sábado, ¿no?, destapar por anticipado al edil de Puebla.

En la primera oportunidad los reporteros le preguntaron cómo calificaba el perfil de Eduardo Rivera.

“Es un buen cuadro. Es una gente valiosa. Hay que ponerle el ojo siempre. Va a dar buenos resultados”, respondió.

“¿Sería un buen candidato a la gubernatura?, le cuestionó otro reportero, más concreto.

“Sin duda es un cuadro importante y que todos nosotros vemos bien”, remató.

Antes, en la misma entrevista banquetera, había expresado lo siguiente:

“Estamos construyendo una coalición, como lo hicimos en el 2021, para construir la unión Va por México, pero que quede claro que también lo pueden encabezar los priistas, mujeres y hombres comprometidos. Aquí en Puebla nos sobran perfiles para encabezar el proyecto en 2024”.

En el PRI juran que lo de “Alito” fue un lapsus sacado de contexto y que no destapó a “Lalo” Rivera, como aseguraron los medios.

Usted juzgue.


Twitter: @jorgerdzc

Cualquier manual básico sobre estrategias de negociación política recomienda sentarse a la mesa de los jaloneos sin ceder por anticipado aquello que la contraparte anhela, pues en caso contrario se llegará diezmado al proceso de “estira y afloja” y con escasas posibilidades de lograr el resultado esperado.

Eso lo debe tener bien claro el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, que ni en un rato de borrachera habría tenido la intención de dar por cedida la candidatura del gobierno del estado de Puebla al PAN, desde ahora, cuando las negociaciones entre partidos están por arrancar y se prolongarán en el tiempo dos años, y menos de haberla otorgado, casi de a gratis, a uno de sus militantes: Eduardo Rivera Pérez.

¿Tiene el PRI perfiles para disputar la candidatura al gobierno del estado en caso de que se repita la alianza de ese partido político con el PAN y el PRD en las elecciones del 2024?

En estricto sentido, sí.

Ahí están, por ejemplo, y en riguroso orden alfabético, Alberto Jiménez Merino, Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger Guerrero, Jorge Estefan Chidiac y Juan Carlos Lastiri Quirós, más todos los que guste agregar.

Viene ahora una pregunta más precisa:

¿Pondrá el PRI candidato a gobernador en el 2024 si replica la coalición con PAN y PRD?

Por supuesto que no, el abanderado será del PAN, por razones conocidas y que se encuentran a la vista de todos.

Entonces, ¿por qué tanto escándalo con las declaraciones del dirigente nacional del tricolor, vertidas el sábado al término de la asamblea estatal celebrada en territorio poblano, acerca del presidente municipal de Puebla y su presunto destape como candidato de la alianza opositora al gobierno del estado?

Porque, justamente, habría sido escandaloso que Moreno Cárdenas se saltara todos los pasos previos a esa eventual postulación, desde ya, tres años antes de la contienda electoral, para ir a una mesa de negociaciones con la principal moneda de cambio ya entregada.

Dirigentes y militantes de esos tres partidos políticos tienen claridad en lo que aporta cada uno en el estado y saben que la más cotizada de las postulaciones será para el blanquiazul, pero una cosa es saberlo y callarlo para posteriormente sacar beneficios de la “concesión” otorgada en la mesa y otra admitirlo públicamente para transmitirle a tus futuros aliados que estás dispuesto a hacer lo que manden, porque reconoces tu inferioridad ante ellos.

Esta segunda opción habría significado un error de educación preescolar para el líder nacional del PRI.

¿Qué pasó el sábado?

Porque eso hizo el sábado, ¿no?, destapar por anticipado al edil de Puebla.

En la primera oportunidad los reporteros le preguntaron cómo calificaba el perfil de Eduardo Rivera.

“Es un buen cuadro. Es una gente valiosa. Hay que ponerle el ojo siempre. Va a dar buenos resultados”, respondió.

“¿Sería un buen candidato a la gubernatura?, le cuestionó otro reportero, más concreto.

“Sin duda es un cuadro importante y que todos nosotros vemos bien”, remató.

Antes, en la misma entrevista banquetera, había expresado lo siguiente:

“Estamos construyendo una coalición, como lo hicimos en el 2021, para construir la unión Va por México, pero que quede claro que también lo pueden encabezar los priistas, mujeres y hombres comprometidos. Aquí en Puebla nos sobran perfiles para encabezar el proyecto en 2024”.

En el PRI juran que lo de “Alito” fue un lapsus sacado de contexto y que no destapó a “Lalo” Rivera, como aseguraron los medios.

Usted juzgue.


Twitter: @jorgerdzc