Lilia Cedillo Ramírez mostró el viernes pasado, en el acto de cierre de campaña por la rectoría de la BUAP, que entiende de política y sabe y está dispuesta a hacer política afuera y a nombre de la universidad cuando las circunstancias lo ameriten, al mandarle un mensaje al gobernador Miguel Barbosa Huerta en el contexto de la tirante relación que sostuvieron el mandatario estatal y el rector saliente, Alfonso Esparza Ortiz.
Cedillo, quien muy probablemente se convertirá en rectora electa de la máxima casa de estudios del estado el próximo miércoles, cuando los integrantes del Consejo Universitario validen la elección que se llevará a cabo este lunes, expresó un mensaje público con clara dedicatoria para el gobernador.
De cara al Consejo Universitario, le ofreció una relación de respeto, “de respeto mutuo”, subrayó, y de rendición de cuentas, “pulcras e impecables”, enfatizó también, del manejo del dinero público.
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“Quiero mostrarme abierta hacia una relación con el gobierno del estado, respetuosa, donde estemos dispuestos a dar cuentas pulcras e impecables de todos los recursos que nos sean asignados, pero también de los productos que estamos generando, y en ese sentido hablamos de la cobertura que vamos a tener y que tenemos en cuanto a la educación, la calidad de nuestros egresados y su compromiso social”, manifestó.
Respeto y rendición de cuentas, sí, pero no de a gratis.
La candidata a rectora ligó sus palabras con el tema de la autonomía y una explicación corta pero contundente sobre el concepto que tiene de ella, como para evitar posteriores malos entendidos dentro y fuera de la universidad:
“Esta relación debe estar basada en el respeto mutuo, sin menospreciar la autonomía, que nosotros entendemos como esta capacidad de auto gobernarnos, de decidir qué rumbo vamos a tomar, sin el menoscabo de los objetivos principales que tenemos como institución”.
Lilia Cedillo aprovechó el último día de campaña para exponer su postura con relación al gobierno estatal, personificado en la figura de Miguel Barbosa, en una brevísima parte del mensaje público que pronunció frente a los miembros del órgano de gobierno de la institución, en un encuentro en el que participaron los tres aspirantes.
El acto fue transmitido en tiempo real por los canales institucionales y las redes sociales de la universidad, por lo que pudo verse y escucharse, esto es importante, sin intérpretes ni intermediarios.
Con esas palabras, la exdirectora del Centro de Detección Biomolecular mostró que entiende bien de política y reconoció la importancia de Barbosa en el entorno de gobernabilidad de la universidad.
Al subrayar que quiere tener una relación de respeto con el inquilino de Casa Aguayo y que está dispuesta a realizar la rendición de cuentas que ahora mismo se le exige desde la sociedad a todos los servidores públicos, sean autónomos o no, le presenta al mandatario una carta de buenas intenciones.
Ese recurso discursivo empleado por la candidata lleva implícita una invitación a empezar desde cero, a comenzar un nuevo ciclo institucional con la BUAP, sin las cargas ni los diferendos del pasado, que al fin y al cabo nada tuvieron que ver con ella.
Aquí radica la importancia de sus palabras.
Cedillo, que suma 39 años de trayectoria laboral en esa casa de estudios, le habló al Consejo Universitario, sí, para presentarle su plan de gobierno, pero también al mandatario.
Respeto mutuo, rendición de cuentas y salvaguarda de la autonomía forman el eje de la relación que ha ofrecido la virtual rectora.
Lilia Cedillo nació en la ciudad de Puebla el 9 de enero de 1959.
Es Química Farmacobióloga por la BUAP, maestra y doctora en microbiología por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y estudió un postdoctorado en la Universidad de Alabama en Birmingham, Estados Unidos.
Además de docente e investigadora, ha sido vicerrectora de Extensión y Difusión de la Cultura, así como directora del Instituto de Ciencias, del Complejo Cultural Universitario y del Centro de Detección Biomolecular, desde donde contribuyó a la lucha contra la pandemia por coronavirus hasta el pasado 3 de agosto, cuando renunció para competir en el proceso de sucesión.
Un dato que no es menor y que sirve para definir mejor su perfil es la pasión que tiene por la práctica del atletismo, llevada a niveles de alto rendimiento.
Corre desde que cursaba la preparatoria en la Benito Juárez y lleva hasta la fecha 31 maratones completados.
Casi 130 mil universitarios irán a las urnas (electrónicas y a distancia) este lunes para elegir al sucesor de Alfonso Esparza de entre las tres opciones existentes: Lilia Cedillo, Guadalupe Grajales y Ricardo Paredes.
Al final de la jornada habrá resultados extraoficiales.
Los oficiales se conocerán el miércoles, en una sesión del Consejo en la que se calificará la contienda y se declarará al rector (que será rectora) electo.
Posteriormente, el 4 de octubre, se realizará la toma de protesta del nuevo gobernante de la universidad.
Twitter: @jorgerdzc
