/ lunes 9 de abril de 2018

¿Aún será posible una alianza PRI-PAN para derrotar a López Obrador?

Que Meade (aún) no está vencido.

Ese es el mensaje que desde la capital del país le han mandado a los priistas de Puebla para inyectarles dosis de ánimo en la contienda electoral.

Según la especie, el candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña tiene ahora hasta el 31 de mayo para colocarse en segundo lugar de las preferencias, para después derrotar, en solo un mes de campaña, al puntero Andrés Manuel López Obrador.

Hasta hace unas semanas, el priismo nacional, y por tanto el priismo de Puebla, pregonaba haberse fijado como meta el 30 de marzo –fecha de arranque de la contienda presidencial—para darle la vuelta a Ricardo Anaya Cortés y colocarse a unos cuantos puntos porcentuales del tabasqueño.

Una vez comenzada la campaña, comentaban personajes vinculados tanto al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI como al gobierno de la república, muy cercanos a Los Pinos, Meade Kuribreña ya estará en segundo lugar de las encuestas, lo que lo pondrá en disputa directa, de uno contra uno, contra López Obrador.

Eso no sucedió.

Los pronósticos le fallaron a quienes depositaron toda su confianza en la andanada oficial que realizaría (y realizó) la administración federal, vía Procuraduría General de la República, en contra del candidato del Frente.

Ricardo Anaya perdió algunos puntos, pero no se fue al tercer lugar, donde el ex secretario de Hacienda y Crédito Público permanece estancado.

Como la esperanza es lo que muere al último, allá en la Ciudad de México siguen a la espera de que el candidato presidencial del PRI, el Verde y Nueva Alianza remonte en las preferencias electorales y deje atrás al abanderado panista.

Para ello hay otro plazo, aderezado con una importantísima novedad.

Ahora se dice que la espera para volcarse en favor del segundo lugar en la preferencia de los eventuales electores concluirá el 31 de mayo, cuando la celebración de los comicios se encuentre justo a un mes de distancia.

El dato adicional que solo algunos priistas parecen conocer hasta el momento es que, le vaya como le vaya a Meade para esa fecha, el sistema político mexicano, o lo que es lo mismo, Presidencia, usará todas las herramientas de las que dispone para apoyar al segundo lugar… ¡aunque sea Anaya!

El objetivo prioritario será impedir que el dueño y fundador de Morena gane la contienda y llegue a Los Pinos.

Suena complejo, y quizá, inviable.

Un arreglo entre el PRI del presidente Enrique Peña Nieto y Ricardo Anaya para favorecer al aspirante panista parece imposible después del enfrentamiento que ambos han sostenido en público.

Hay voces influyentes que afirman que la única manera de vencer a López Obrador será a través de la unión del PRI con el PAN.

Claro que el grupo en el poder federal desea que sea Anaya quien decline por Meade.

En eso está metido todos los días desde antes que diera inicio la campaña.

El problema es que no habrá manera de doblar al panista y a los dirigentes de los partidos que lo respaldan, PRD y Movimiento Ciudadano, además del blanquiazul, mientras siga por encima del candidato priista.

¿Se atrevería el sistema a darle su respaldo a Anaya si las tendencias continúan como hasta ahora, a un mes de la elección, con tal de frenar al ‘Peje’?

Hay quienes juran que sí.

Aunque claro, para no claudicar antes de tiempo y verse mal, primero aseguran que Meade, su candidato, sigue vivo y en la pelea.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Que Meade (aún) no está vencido.

Ese es el mensaje que desde la capital del país le han mandado a los priistas de Puebla para inyectarles dosis de ánimo en la contienda electoral.

Según la especie, el candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña tiene ahora hasta el 31 de mayo para colocarse en segundo lugar de las preferencias, para después derrotar, en solo un mes de campaña, al puntero Andrés Manuel López Obrador.

Hasta hace unas semanas, el priismo nacional, y por tanto el priismo de Puebla, pregonaba haberse fijado como meta el 30 de marzo –fecha de arranque de la contienda presidencial—para darle la vuelta a Ricardo Anaya Cortés y colocarse a unos cuantos puntos porcentuales del tabasqueño.

Una vez comenzada la campaña, comentaban personajes vinculados tanto al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI como al gobierno de la república, muy cercanos a Los Pinos, Meade Kuribreña ya estará en segundo lugar de las encuestas, lo que lo pondrá en disputa directa, de uno contra uno, contra López Obrador.

Eso no sucedió.

Los pronósticos le fallaron a quienes depositaron toda su confianza en la andanada oficial que realizaría (y realizó) la administración federal, vía Procuraduría General de la República, en contra del candidato del Frente.

Ricardo Anaya perdió algunos puntos, pero no se fue al tercer lugar, donde el ex secretario de Hacienda y Crédito Público permanece estancado.

Como la esperanza es lo que muere al último, allá en la Ciudad de México siguen a la espera de que el candidato presidencial del PRI, el Verde y Nueva Alianza remonte en las preferencias electorales y deje atrás al abanderado panista.

Para ello hay otro plazo, aderezado con una importantísima novedad.

Ahora se dice que la espera para volcarse en favor del segundo lugar en la preferencia de los eventuales electores concluirá el 31 de mayo, cuando la celebración de los comicios se encuentre justo a un mes de distancia.

El dato adicional que solo algunos priistas parecen conocer hasta el momento es que, le vaya como le vaya a Meade para esa fecha, el sistema político mexicano, o lo que es lo mismo, Presidencia, usará todas las herramientas de las que dispone para apoyar al segundo lugar… ¡aunque sea Anaya!

El objetivo prioritario será impedir que el dueño y fundador de Morena gane la contienda y llegue a Los Pinos.

Suena complejo, y quizá, inviable.

Un arreglo entre el PRI del presidente Enrique Peña Nieto y Ricardo Anaya para favorecer al aspirante panista parece imposible después del enfrentamiento que ambos han sostenido en público.

Hay voces influyentes que afirman que la única manera de vencer a López Obrador será a través de la unión del PRI con el PAN.

Claro que el grupo en el poder federal desea que sea Anaya quien decline por Meade.

En eso está metido todos los días desde antes que diera inicio la campaña.

El problema es que no habrá manera de doblar al panista y a los dirigentes de los partidos que lo respaldan, PRD y Movimiento Ciudadano, además del blanquiazul, mientras siga por encima del candidato priista.

¿Se atrevería el sistema a darle su respaldo a Anaya si las tendencias continúan como hasta ahora, a un mes de la elección, con tal de frenar al ‘Peje’?

Hay quienes juran que sí.

Aunque claro, para no claudicar antes de tiempo y verse mal, primero aseguran que Meade, su candidato, sigue vivo y en la pelea.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx