/ miércoles 21 de julio de 2021

Barbosa y Taico Alarcón fumarán pipa de la paz

¿Imagina una reconciliación del sector empresarial representado en las cámaras con el gobernador del estado, a estas alturas de la administración estatal y después de muy diversos y variados agravios? Pues imagínela, porque es posible.

El gobernador Miguel Barbosa recibirá el viernes en Casa Aguayo a Ignacio “Taico” Alarcón Rodríguez Pacheco, ni más ni menos que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, que llevará como objetivos primordiales fumar la pipa de la paz con el mandatario y retener para los suyos el terreno obsequiado por Melquiades Morales Flores en la reserva Atlixcáyotl.

Las más recientes declaraciones de Barbosa en contra de los empresarios aglutinados en torno al CCE, el desplegado de la cámara en respuesta, la lucha por el inmueble de Cúmulo de Virgo, pero principalmente, la natural animadversión de los gobernantes emanados de la cuatroté por los dirigentes de la iniciativa privada, siempre vinculados a la extrema derecha y acusados de privilegiar los intereses del sector pudiente del país, hacían imposible pensar en un acercamiento tendiente a superar las diferencias.

El acercamiento ya ha sido acordado, está en la agenda de reuniones privadas del gobernador para el viernes. Lo que salga de él, una vez que se concrete, es una incógnita.

Alarcón Rodríguez Pacheco coincidió con Barbosa el viernes pasado, durante la comida de celebración por los 200 años del chile en nogada que se llevó a cabo en el Museo Barroco. Si bien ahí se dieron un saludo cordial, respetuoso, nunca mostraron indicios de que la relación entre ellos comenzara a mejorar.

Incluso, ese mismo día, desde la cuenta de twitter del CCE se subieron fotografías de la degustación acompañadas de un texto que no incluyó al mandatario:

“#OrganismosCCE | nuestro presidente @ignacioalarconr, acompañó a @OlgaMendezMex y @PueblaCanirac en la comida conmemorativa del 200 aniversario del #chileennogada.

¡200 años de sabor, de historia, de tradición y orgullo poblano!”

Una de las cuatro imágenes de la publicación mostró a Barbosa en la mesa principal, donde también estuvieron los presidentes nacional y estatal de Canirac, Germán González Bernal y Olga Méndez, en ese orden, pero sin texto de por medio que lo vinculara con el festejo.

Un observador acucioso podría haber concluido que la coincidencia en el Barroco habría sido meramente circunstancial y que no implicaba, ni de manera remota, el inicio de una nueva relación entre el inquilino de Casa Aguayo y la cúpula empresarial.

Cosa rara.

Una semana después de esa comida, Miguel Barbosa e Ignacio Alarcón se verán las caras en un encuentro en solitario.

La misión del presidente empresarial es salvar el millonario inmueble que le fue donado a la cámara cinco gobiernos atrás y cuya posesión se encuentra en peligro por haber incumplido hasta hoy, más de 15 años después, el propósito jurídico y moral por el que le fue entregado.

Para ello tendrá que convencer al gobernador de las buenas intenciones del gremio empresarial y hacer compromisos con él de cara a los siguientes tres años. A ver si lo consigue.

La expectación, sin embargo, recaerá en el ánimo del mandatario para llegar a acuerdos con su interlocutor.

Parece que hay buenas noticias para Alarcón Rodríguez Pacheco y sus agremiados.

Allá en el barrio de El Alto se asegura que Miguel Barbosa está de buen ánimo y que sí está dispuesto a fumar la pipa de la paz con sus otrora enemigos, con todo y que los acusa de haber favorecido a Martha Erika Alonso en la contienda electoral de 2018 y, por tanto, de haber avalado el fraude que le obligó acudir a tribunales.

Twitter: @jorgerdzc

¿Imagina una reconciliación del sector empresarial representado en las cámaras con el gobernador del estado, a estas alturas de la administración estatal y después de muy diversos y variados agravios? Pues imagínela, porque es posible.

El gobernador Miguel Barbosa recibirá el viernes en Casa Aguayo a Ignacio “Taico” Alarcón Rodríguez Pacheco, ni más ni menos que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, que llevará como objetivos primordiales fumar la pipa de la paz con el mandatario y retener para los suyos el terreno obsequiado por Melquiades Morales Flores en la reserva Atlixcáyotl.

Las más recientes declaraciones de Barbosa en contra de los empresarios aglutinados en torno al CCE, el desplegado de la cámara en respuesta, la lucha por el inmueble de Cúmulo de Virgo, pero principalmente, la natural animadversión de los gobernantes emanados de la cuatroté por los dirigentes de la iniciativa privada, siempre vinculados a la extrema derecha y acusados de privilegiar los intereses del sector pudiente del país, hacían imposible pensar en un acercamiento tendiente a superar las diferencias.

El acercamiento ya ha sido acordado, está en la agenda de reuniones privadas del gobernador para el viernes. Lo que salga de él, una vez que se concrete, es una incógnita.

Alarcón Rodríguez Pacheco coincidió con Barbosa el viernes pasado, durante la comida de celebración por los 200 años del chile en nogada que se llevó a cabo en el Museo Barroco. Si bien ahí se dieron un saludo cordial, respetuoso, nunca mostraron indicios de que la relación entre ellos comenzara a mejorar.

Incluso, ese mismo día, desde la cuenta de twitter del CCE se subieron fotografías de la degustación acompañadas de un texto que no incluyó al mandatario:

“#OrganismosCCE | nuestro presidente @ignacioalarconr, acompañó a @OlgaMendezMex y @PueblaCanirac en la comida conmemorativa del 200 aniversario del #chileennogada.

¡200 años de sabor, de historia, de tradición y orgullo poblano!”

Una de las cuatro imágenes de la publicación mostró a Barbosa en la mesa principal, donde también estuvieron los presidentes nacional y estatal de Canirac, Germán González Bernal y Olga Méndez, en ese orden, pero sin texto de por medio que lo vinculara con el festejo.

Un observador acucioso podría haber concluido que la coincidencia en el Barroco habría sido meramente circunstancial y que no implicaba, ni de manera remota, el inicio de una nueva relación entre el inquilino de Casa Aguayo y la cúpula empresarial.

Cosa rara.

Una semana después de esa comida, Miguel Barbosa e Ignacio Alarcón se verán las caras en un encuentro en solitario.

La misión del presidente empresarial es salvar el millonario inmueble que le fue donado a la cámara cinco gobiernos atrás y cuya posesión se encuentra en peligro por haber incumplido hasta hoy, más de 15 años después, el propósito jurídico y moral por el que le fue entregado.

Para ello tendrá que convencer al gobernador de las buenas intenciones del gremio empresarial y hacer compromisos con él de cara a los siguientes tres años. A ver si lo consigue.

La expectación, sin embargo, recaerá en el ánimo del mandatario para llegar a acuerdos con su interlocutor.

Parece que hay buenas noticias para Alarcón Rodríguez Pacheco y sus agremiados.

Allá en el barrio de El Alto se asegura que Miguel Barbosa está de buen ánimo y que sí está dispuesto a fumar la pipa de la paz con sus otrora enemigos, con todo y que los acusa de haber favorecido a Martha Erika Alonso en la contienda electoral de 2018 y, por tanto, de haber avalado el fraude que le obligó acudir a tribunales.

Twitter: @jorgerdzc