/ domingo 19 de septiembre de 2021

COVID-19 y desinfección de superficies

Sin duda, la pandemia generada por el COVID-19 ha modificado muchos patrones de comportamiento individual y colectivo, lo que ha impactado en diversos aspectos sociales, económicos, educativos y familiares.

Uno de los aspectos que desde el principio de la enfermedad se difundió masivamente y que al parecer se quedará como hábito, es la limpieza y desinfección de superficies en la casa, en la escuela, en las oficinas y en los espacios públicos.

Estoy cierto que varios de nosotros utilizamos alcohol en atomizadores, desinfectantes químicos, toallitas limpiadoras, por mencionar los principales productos.

En este sentido recupero los planteamientos que presentan los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, en el sentido que el virus que causa el COVID-19 puede depositarse sobre las superficies. Es posible que las personas se infecten si tocan dichas superficies y luego se tocan la nariz, la boca o los ojos. En la mayoría de los casos, el riesgo de infección por tocar una superficie es bajo. La forma más segura de prevenir la infección a través de superficies contaminadas es lavarse las manos o usar desinfectante de manos con frecuencia.

También señalan que limpiar con productos que contienen jabón o detergente reduce la presencia de gérmenes en las superficies, ya que elimina los contaminantes y reduce el riesgo de infección por contacto con las superficies.

Asimismo, los CDC afirman que se sabe que no hay casos presuntos de personas contagiadas, ni casos confirmados en un espacio, por lo general es suficiente con una limpieza diaria para eliminar el virus que pueda estar en las superficies y ayudar a mantener un establecimiento saludable.

De igual forma, sostienen que es recomendable limpiar con más frecuencia u optar por desinfectar, además de limpiar los espacios compartidos, si son lugares de alto tránsito o si se dan ciertas condiciones que pueden aumentar el riesgo de infección por contacto con las superficies, entre las que destacan las siguientes:

  1. Transmisión alta de COVID-19 en la comunidad

  2. Tasas bajas de vacunación

  3. Adopción poco frecuente de otras medidas de prevención, como el uso de mascarillas y la higiene de manos, o

  4. El espacio está ocupado por personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19

  5. Si hubo una persona enferma o alguien que ha dado positivo en la prueba de detección del COVID-19 en su establecimiento en las últimas 24 horas, se debe limpiar y desinfectar el lugar.

Finalmente, recomiendan que se priorice la limpieza de las superficies de contacto frecuente al menos una vez al día. Si el espacio es un área de alto tránsito, se puede optar por limpiar con más frecuencia. Algunos ejemplos de superficies de contacto frecuente son: bolígrafos, mesas, manijas de las puertas, interruptores de la luz, barandas de las escaleras, botones de los ascensores, escritorios, teclados, teléfonos, inodoros, grifos y lavabos.

Tenemos que seguir cuidándonos y tomar las medidas de higiene que sean necesarias, de acuerdo con el contexto en donde nos desenvolvemos, sin que ello se vuelva una obsesión y nos limite a seguir con nuestras actividades diarias.

Y tú, ¿qué otras medidas aplicas para la desinfección de superficies? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló la consultora japonesa Marie Kondo: “El objetivo de la limpieza no es solo limpiar, sino sentirse feliz viviendo en ese ambiente.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx


Sin duda, la pandemia generada por el COVID-19 ha modificado muchos patrones de comportamiento individual y colectivo, lo que ha impactado en diversos aspectos sociales, económicos, educativos y familiares.

Uno de los aspectos que desde el principio de la enfermedad se difundió masivamente y que al parecer se quedará como hábito, es la limpieza y desinfección de superficies en la casa, en la escuela, en las oficinas y en los espacios públicos.

Estoy cierto que varios de nosotros utilizamos alcohol en atomizadores, desinfectantes químicos, toallitas limpiadoras, por mencionar los principales productos.

En este sentido recupero los planteamientos que presentan los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, en el sentido que el virus que causa el COVID-19 puede depositarse sobre las superficies. Es posible que las personas se infecten si tocan dichas superficies y luego se tocan la nariz, la boca o los ojos. En la mayoría de los casos, el riesgo de infección por tocar una superficie es bajo. La forma más segura de prevenir la infección a través de superficies contaminadas es lavarse las manos o usar desinfectante de manos con frecuencia.

También señalan que limpiar con productos que contienen jabón o detergente reduce la presencia de gérmenes en las superficies, ya que elimina los contaminantes y reduce el riesgo de infección por contacto con las superficies.

Asimismo, los CDC afirman que se sabe que no hay casos presuntos de personas contagiadas, ni casos confirmados en un espacio, por lo general es suficiente con una limpieza diaria para eliminar el virus que pueda estar en las superficies y ayudar a mantener un establecimiento saludable.

De igual forma, sostienen que es recomendable limpiar con más frecuencia u optar por desinfectar, además de limpiar los espacios compartidos, si son lugares de alto tránsito o si se dan ciertas condiciones que pueden aumentar el riesgo de infección por contacto con las superficies, entre las que destacan las siguientes:

  1. Transmisión alta de COVID-19 en la comunidad

  2. Tasas bajas de vacunación

  3. Adopción poco frecuente de otras medidas de prevención, como el uso de mascarillas y la higiene de manos, o

  4. El espacio está ocupado por personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19

  5. Si hubo una persona enferma o alguien que ha dado positivo en la prueba de detección del COVID-19 en su establecimiento en las últimas 24 horas, se debe limpiar y desinfectar el lugar.

Finalmente, recomiendan que se priorice la limpieza de las superficies de contacto frecuente al menos una vez al día. Si el espacio es un área de alto tránsito, se puede optar por limpiar con más frecuencia. Algunos ejemplos de superficies de contacto frecuente son: bolígrafos, mesas, manijas de las puertas, interruptores de la luz, barandas de las escaleras, botones de los ascensores, escritorios, teclados, teléfonos, inodoros, grifos y lavabos.

Tenemos que seguir cuidándonos y tomar las medidas de higiene que sean necesarias, de acuerdo con el contexto en donde nos desenvolvemos, sin que ello se vuelva una obsesión y nos limite a seguir con nuestras actividades diarias.

Y tú, ¿qué otras medidas aplicas para la desinfección de superficies? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló la consultora japonesa Marie Kondo: “El objetivo de la limpieza no es solo limpiar, sino sentirse feliz viviendo en ese ambiente.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

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