La demencia es una de las enfermedades neurológicas que afectan más a las personas, en especial cuando entran en una edad adulta o la vejez, pero que empieza a ser vista de otra forma, con la intención de que los afectados pueden tener una mejor vida y disfrutar de esos últimos años, por lo que se promueve que puedan viajar.
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Si bien la demencia tiene por síntomas la pérdida de memoria, confusión, depresión, apatía y los cambios de humor, dentro de los tratamientos para combatirla se encuentra socializar, el ejercicio físico, obtener vitamina D por la exposición al Sol y mantenerse activo.
Al reunir todos esos elementos, viajar parece la mejor fórmula para que las personas que la presentan puedan mantenerse saludables y esto ha provocado que varios países comiencen a adecuarse a este tipo de pacientes.
Australia es uno de los países que mayor ejemplo de esto han puesto al existir sitios como el Parque Regional de Woowookaryng, el primer sendero sensorial para personas con demencia del país, el cual fue creado por las autoridades con el apoyo económico de personas que sufren la enfermedad y sus cuidadores.
Dentro de este sitio se pueden encontrar nueve paradas, sitios para encuentros comunitarios y sitios en donde se pueda compartir historias, disfrutar del paisaje y más en el kilómetro que tiene de distancia.
Existen otras iniciativas como la del Museo de Arte Contemporáneo de Australia, uno de los primeros sitios en donde se ofrecen clases a los enfermos con demencia para que discutan del significado de las obras y, al finalizar, se les hace entrega de materiales para que creen sus propios proyectos en casa.
También, cuentan con el proyecto “cafés de la memoria”, donde las personas enfermas pueden acudir por las mañanas para buscar socializar mientras toman una bebida.
Junto a Australia, países como Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido ya cuentan con guías de turismo adaptado para personas con demencia en donde se explica los servicios y experiencias que tienen para ellos, hasta descuentos para sus cuidadores.
Dentro de Estados Unidos el proyecto más conocido es “Spark!”, uno de carácter cultural que incluye varias formas de fomentar el arte y en el que ya se puede encontrar la realización de talleres para personas con demencia.
En el caso del Reino Unido, se ofrecen paseos en donde se busca ejercitar la memoria y se visitan lugares emblemáticos de ciudades como Liverpool en donde también se incluyen sesiones de reminiscencia en grupo, así como actividades para niños y adultos.
Viajar y los beneficios para las personas con demencia
De acuerdo con varios estudios, como uno liderado por Qian Li de la Academia de Ciencias Médicas de Shandong en China, encontró que, el turismo disminuyó el riesgo de deterioro cognitivo en las personas diagnosticadas con demencia.
Para el estudio se observó a 1,416 personas diagnosticadas recientemente con deterioro cognitivo y 139 con inicio de demencia durante el seguimiento. Se encontró que el deterioro cognitivo fue mayor en quienes no tenían experiencias turísticas, además de que este tipo de vivencias redujeron el riesgo de demencia.
“Nuestros hallazgos demostraron asociaciones entre el turismo y la reducción de los riesgos de deterioro cognitivo y demencia en los adultos mayores chinos. Por tanto, el turismo podría servir como un enfoque novedoso para la prevención de la demencia”, detalla el estudio.
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En cuanto a los beneficios que trae para los pacientes con demencia el viajar, se encuentran la estimulación cognitiva y sensorial, debido a que experimentan nuevos olores y sabores fuera de su vida cotidiana, además de darles la oportunidad de vivir mayores encuentros sociales.
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