/ martes 20 de febrero de 2024

Cúpula | Es responsabilidad social reprobar campañas negras

El proceso electoral rumbo a la presidencia municipal de Puebla será una auténtica pugna; un verdadero combate; estamos ante el arranque de un duelo.

En el rubro de los partidos políticos los números favorecen a Morena, sin embargo, en las mediciones individuales es claro que Mario Riestra Piña tiene un posicionamiento considerable. Negarlo o subestimarlo sería un grave error.

El candidato de la oposición goza de una buena percepción social; es una imagen fresca en la política local. Se debe subrayar que es un hombre limpio y un hecho que lo favorece ampliamente es que no tiene puntos negativos.

Por su parte José Chedraui Budib es un próspero empresario que representa a una cofradía política y financiera que lo habrá de apoyar decididamente. Y aunque tiene adversarios dentro de Morena que cuestionan y objetan su congruencia ideológica, también es claro que no tiene aristas negativas dentro de su trayectoria personal y política.

Estamos ante dos perfiles pulcros. Cada uno dentro de su esfera representa personas íntegras y respetables.

En este escenario de dos luchadores “técnicos” sería deplorable que surjan las deleznables campañas negras tan propias de los llamados “rudos”.

En este momento circulan videos en You Tube y TikTok que embisten de acre manera a Chedraui. En alguno incluso lo quieren enlodar en el accidente del helicóptero Agusta donde perecieron Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.

Todos los indicios muestran que esos ataques parten desde grupos de Morena que están irritados con la designación del empresario. Es decir, no es una andanada que surja de las filas azules; se trata de lodo que lanzan desde el mismo partido guinda.

Y todo indica que esa tendencia se sostendrá durante la campaña. Son grupos inconformes que desde hace semanas buscan descarrilar las aspiraciones de Pepe. Así lo han expresado abiertamente y de manera pública.

En la casa de campaña de Morena deben analizar y evaluar la procedencia de esos ataques anónimos. Pero sobre todo deben evitar caer en el mismo juego.

Chedraui es un respetable padre de familia y un empresario exitoso. Sería muy lamentable que tenga que recurrir a los servicios de mercenarios, de artífices de campañas negras; los ya conocidos barones del juego sucio. Los mismos que sin empacho reclutan a pandilleros y delincuentes.

Recurrir a los expertos en mezquindades solo empañará una contienda que tiene todos los requisitos para ser ejemplar.

En este sentido la sociedad tiene una responsabilidad medular. Instituciones académicas, rectores de universidades y centros de estudios deben ser órganos vigilantes de que el proceso electoral no se convierta en una arena de campañas negras.

Asimismo, los organismos empresariales deben observar que la contienda no se desvirtúe.

Así como en otros momentos de la vida de Puebla las universidades han levantado la voz, de la misma forma en este momento deben ser garantes de un proceso electoral escrupuloso y decoroso.

Ambos perfiles son igualmente respetables y en este momento recurrir a los intrigantes expertos del juego sucio sería un agravio para una sociedad que está cansada de la polarización.

La marcha nacional del domingo 18 de febrero deja la gran lección de que la sociedad mexicana está harta de los denuestos, el encono y la descalificación.

La elección la ganará aquella voz que convoque a la sociedad poblana a la unidad y no a la fractura social.

Como siempre quedo a sus órdenes.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com

El proceso electoral rumbo a la presidencia municipal de Puebla será una auténtica pugna; un verdadero combate; estamos ante el arranque de un duelo.

En el rubro de los partidos políticos los números favorecen a Morena, sin embargo, en las mediciones individuales es claro que Mario Riestra Piña tiene un posicionamiento considerable. Negarlo o subestimarlo sería un grave error.

El candidato de la oposición goza de una buena percepción social; es una imagen fresca en la política local. Se debe subrayar que es un hombre limpio y un hecho que lo favorece ampliamente es que no tiene puntos negativos.

Por su parte José Chedraui Budib es un próspero empresario que representa a una cofradía política y financiera que lo habrá de apoyar decididamente. Y aunque tiene adversarios dentro de Morena que cuestionan y objetan su congruencia ideológica, también es claro que no tiene aristas negativas dentro de su trayectoria personal y política.

Estamos ante dos perfiles pulcros. Cada uno dentro de su esfera representa personas íntegras y respetables.

En este escenario de dos luchadores “técnicos” sería deplorable que surjan las deleznables campañas negras tan propias de los llamados “rudos”.

En este momento circulan videos en You Tube y TikTok que embisten de acre manera a Chedraui. En alguno incluso lo quieren enlodar en el accidente del helicóptero Agusta donde perecieron Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.

Todos los indicios muestran que esos ataques parten desde grupos de Morena que están irritados con la designación del empresario. Es decir, no es una andanada que surja de las filas azules; se trata de lodo que lanzan desde el mismo partido guinda.

Y todo indica que esa tendencia se sostendrá durante la campaña. Son grupos inconformes que desde hace semanas buscan descarrilar las aspiraciones de Pepe. Así lo han expresado abiertamente y de manera pública.

En la casa de campaña de Morena deben analizar y evaluar la procedencia de esos ataques anónimos. Pero sobre todo deben evitar caer en el mismo juego.

Chedraui es un respetable padre de familia y un empresario exitoso. Sería muy lamentable que tenga que recurrir a los servicios de mercenarios, de artífices de campañas negras; los ya conocidos barones del juego sucio. Los mismos que sin empacho reclutan a pandilleros y delincuentes.

Recurrir a los expertos en mezquindades solo empañará una contienda que tiene todos los requisitos para ser ejemplar.

En este sentido la sociedad tiene una responsabilidad medular. Instituciones académicas, rectores de universidades y centros de estudios deben ser órganos vigilantes de que el proceso electoral no se convierta en una arena de campañas negras.

Asimismo, los organismos empresariales deben observar que la contienda no se desvirtúe.

Así como en otros momentos de la vida de Puebla las universidades han levantado la voz, de la misma forma en este momento deben ser garantes de un proceso electoral escrupuloso y decoroso.

Ambos perfiles son igualmente respetables y en este momento recurrir a los intrigantes expertos del juego sucio sería un agravio para una sociedad que está cansada de la polarización.

La marcha nacional del domingo 18 de febrero deja la gran lección de que la sociedad mexicana está harta de los denuestos, el encono y la descalificación.

La elección la ganará aquella voz que convoque a la sociedad poblana a la unidad y no a la fractura social.

Como siempre quedo a sus órdenes.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com