/ lunes 1 de marzo de 2021

  Dante (MC) y la oposición

Dante Delgado, el líder de Movimiento Ciudadano (MC), lanza un guiño más a Lopez Obrador; es el quinto. En una carta pública reflexiona sobre el país, las intenciones del presidente, las probabilidades de éxito de la oposición en la elección de este año y, sobre todo, transmite su sentir a López Obrador. Todo eso, con el aderezo de la decisión de su partido de presentarse en solitario en la elección de junio próximo.

Dante habla como “consigliere” y no como oposición, tal vez porque siempre ha simpatizado con la imagen y las ideas de Lopez Obrador: algunas asistencialistas y algunas conservadoras. No es cosa menor: Delgado mira un vacío en la oposición, que no ocupan y menos llenan el pri ni el pan (partidos históricos y que tendrían que encabezar la oposición a Lopez Obrador).

Como se ha señalado en este espacio, la apuesta del partido de Dante es acercarse a Morena y en 2024 ser el primero en alzarle la mano a Marcelo Ebrard de cara a la elección presidencial. Por eso, el discurso de Dante ya no es de confrontación, sino que reflexiona en público sobre las cualidades y errores de López Obrador.

La oposición lo mira con recelo porque le quitará votos a Acción Nacional y porque la decisión de ir en solitario en la elección fraccionará el voto antilopezobradorista. Pero es que Dante y MC tenían una opción poco atractiva para quedarse en lo que ahora es Va por México: ser socio menor en una coalición que incorporaba al PRI como socio y en donde la voz de Dante se volvería cada vez más marginal, siempre a la espera de lo que dijera el líder de Acción Nacional. En otras palabras, seguir los pasos del PRD.


Dante Delgado y su partido parecen ser los únicos que tienen una estrategia clara en las elecciones, aunque la forma y la decisión de presentar a algunos candidatos impresentables sea muy cuestionable. Mientras que Morena no sabe más que asirse al mástil que representa López Obrador y la coalición Va por México no ofrece más que la aglomeración de escudos y la consigna de que el ocupante del Palacio es un peligro para el país (básicamente lo mismo que desde 2006), Dante quiere que su partido se fortalezca y crezca, a fin de volverse el gran aliado de unos u otros.

La alianza Va por México le ha facilitado las cosas al presidente al presentarse unidos con el PRI (el rival histórico), por lo que Dante quiere distinguirse: no descalifica a AMLO, sino que discute en público con él. Dicho de otro modo: lo busca como aliado, aunque hasta ahora el inquilino de Palacio Nacional lo trate con desdén. Delgado sabe que si logra mejorar en números la posición de su partido, podrá ofrecer una alianza clave a AMLO: resarcirle el número de diputados perdidos para cuando la situación lo amerite. En otras palabras, Dante quiere convertir a su partido en fiel de la balanza. No suena mal para un partido despreciado por Acción Nacional y por una coalición de oposición que no supo mantenerlo en la alianza antilopezonradorista, y que ahora disputa al PAN la posición de partido hegemónico en el centro derecha del espectro mexicano (sin el lastre del PRI).

Dante y MC apuestan por dejar de ser enanos. No se trata de una mala noticia, pues estamos en presencia de la ambición de pequeños partidos que solo buscan conservar el registro y volverse sanguijuelas de Morena, el PRI o el PAN. Y Dante quiere distinguirse.

Dante Delgado, el líder de Movimiento Ciudadano (MC), lanza un guiño más a Lopez Obrador; es el quinto. En una carta pública reflexiona sobre el país, las intenciones del presidente, las probabilidades de éxito de la oposición en la elección de este año y, sobre todo, transmite su sentir a López Obrador. Todo eso, con el aderezo de la decisión de su partido de presentarse en solitario en la elección de junio próximo.

Dante habla como “consigliere” y no como oposición, tal vez porque siempre ha simpatizado con la imagen y las ideas de Lopez Obrador: algunas asistencialistas y algunas conservadoras. No es cosa menor: Delgado mira un vacío en la oposición, que no ocupan y menos llenan el pri ni el pan (partidos históricos y que tendrían que encabezar la oposición a Lopez Obrador).

Como se ha señalado en este espacio, la apuesta del partido de Dante es acercarse a Morena y en 2024 ser el primero en alzarle la mano a Marcelo Ebrard de cara a la elección presidencial. Por eso, el discurso de Dante ya no es de confrontación, sino que reflexiona en público sobre las cualidades y errores de López Obrador.

La oposición lo mira con recelo porque le quitará votos a Acción Nacional y porque la decisión de ir en solitario en la elección fraccionará el voto antilopezobradorista. Pero es que Dante y MC tenían una opción poco atractiva para quedarse en lo que ahora es Va por México: ser socio menor en una coalición que incorporaba al PRI como socio y en donde la voz de Dante se volvería cada vez más marginal, siempre a la espera de lo que dijera el líder de Acción Nacional. En otras palabras, seguir los pasos del PRD.


Dante Delgado y su partido parecen ser los únicos que tienen una estrategia clara en las elecciones, aunque la forma y la decisión de presentar a algunos candidatos impresentables sea muy cuestionable. Mientras que Morena no sabe más que asirse al mástil que representa López Obrador y la coalición Va por México no ofrece más que la aglomeración de escudos y la consigna de que el ocupante del Palacio es un peligro para el país (básicamente lo mismo que desde 2006), Dante quiere que su partido se fortalezca y crezca, a fin de volverse el gran aliado de unos u otros.

La alianza Va por México le ha facilitado las cosas al presidente al presentarse unidos con el PRI (el rival histórico), por lo que Dante quiere distinguirse: no descalifica a AMLO, sino que discute en público con él. Dicho de otro modo: lo busca como aliado, aunque hasta ahora el inquilino de Palacio Nacional lo trate con desdén. Delgado sabe que si logra mejorar en números la posición de su partido, podrá ofrecer una alianza clave a AMLO: resarcirle el número de diputados perdidos para cuando la situación lo amerite. En otras palabras, Dante quiere convertir a su partido en fiel de la balanza. No suena mal para un partido despreciado por Acción Nacional y por una coalición de oposición que no supo mantenerlo en la alianza antilopezonradorista, y que ahora disputa al PAN la posición de partido hegemónico en el centro derecha del espectro mexicano (sin el lastre del PRI).

Dante y MC apuestan por dejar de ser enanos. No se trata de una mala noticia, pues estamos en presencia de la ambición de pequeños partidos que solo buscan conservar el registro y volverse sanguijuelas de Morena, el PRI o el PAN. Y Dante quiere distinguirse.

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