/ jueves 10 de diciembre de 2020

Dudan poner a Lalo en la mesa de la alianza

Es de llamar la atención que ninguna voz oficial lo haya dicho tal cual es. Que el inconveniente de Lalo Rivera entre los panistas no es de picos porcentuales en preferencias sino de desconfianza.

Lo escrito por Alejandro Mondragón en la necedad de Lalo de imponer al PAN toda la planilla de regidores y diputados locales por los distritos de la capital refuerza todavía más la sospecha de traer algo entre manos.

Son los morenovallistas y yunquistas los que saben más que nosotros respecto a sus presuntas ligas con este gobierno. Ligas que los oficialistas se encargan de rechazar con testeos de pánico cada que alzan la voz para recordarlo.

El PAN puede triunfar en las elecciones del 2021 en la medida que gane uno de los suyos, pero si son los adversarios los que tras el telón utilizan el membrete del partido para agenciarse la victoria, perderá Genoveva Huerta y a los que ella representa.

Lalo no es un generador de garantías. Sus impulsores dirán que no, que es falso, pero no es trascendente lo que piensen ellos, son los datos duros de la dirigencia del PAN y la actitud cerrada de no ceder un solo espacio de su planilla lo que sustenta esa idea.

La paradoja de ser Lalo Rivera el más aventajado en las encuestas pero a la vez el que mayor desconfianza propicia al interior del partido es una realidad escondida premeditadamente.

¿Por qué Genoveva no se decide por la carta panista que puntea en las encuestas? ¿Por qué difícilmente lo pondrá en la mesa de negociación de la alianza? Pues porque Rivera Pérez representa un riesgo muy alto que todavía no se decide a correr. Es eso.

Vaya lío el que tendrá que resolver Acción Nacional, lo relevante es que tiene en varios de sus experimentados cuadros baraja amplia para designar candidato a presidente municipal de Puebla en caso de asumir el costo de no proponer a su puntero.

Quitarse el sello de la desconfianza resultará complicado para Lalo. Él y su equipo cometieron el error de encomendar a sus mensajeros hacer correr la versión de su gran amistad con el mandatario poblano.

De aquellos días en que a punto estuvo de ser fichado por Morena para competir en las elecciones del 2018 y de una inauguración de proyecto periodístico en la que Barbosa y él se saludaron efusivamente a la vista de todos.

Tema aparte, pero que también suma en su contra, es la información que Enrique Cárdenas tiene en su poder respecto a lo ocurrido en el año de 2019 justo cuando él y AN perdieron la gubernatura, y alguien de adentro le boicoteaba los eventos.

Salvo que Genoveva pudiera clarificarlo, Acción Nacional habría considerado la propuesta de una mujer para la alianza en la Angelópolis precisamente por la desconfianza de ser traicionados por Lalo después de los comicios del 2021.

Sin embargo en tanto detallan las letras chiquitas PRI, PAN y PRD en los distritos electorales y en algunas alcaldías del estado, Puebla incluida, surgirán nuevos nombres en la empresa de derrotar a Morena.

Lalo aunque poco de fiar es una buena alternativa del PAN, las encuestas lo dicen, observaremos si lo es también para los otros partidos aliancistas. Y, sobre todo, si están dispuestos a cederle, como él quiere, la planilla completa. Se ve complicado.

Es de llamar la atención que ninguna voz oficial lo haya dicho tal cual es. Que el inconveniente de Lalo Rivera entre los panistas no es de picos porcentuales en preferencias sino de desconfianza.

Lo escrito por Alejandro Mondragón en la necedad de Lalo de imponer al PAN toda la planilla de regidores y diputados locales por los distritos de la capital refuerza todavía más la sospecha de traer algo entre manos.

Son los morenovallistas y yunquistas los que saben más que nosotros respecto a sus presuntas ligas con este gobierno. Ligas que los oficialistas se encargan de rechazar con testeos de pánico cada que alzan la voz para recordarlo.

El PAN puede triunfar en las elecciones del 2021 en la medida que gane uno de los suyos, pero si son los adversarios los que tras el telón utilizan el membrete del partido para agenciarse la victoria, perderá Genoveva Huerta y a los que ella representa.

Lalo no es un generador de garantías. Sus impulsores dirán que no, que es falso, pero no es trascendente lo que piensen ellos, son los datos duros de la dirigencia del PAN y la actitud cerrada de no ceder un solo espacio de su planilla lo que sustenta esa idea.

La paradoja de ser Lalo Rivera el más aventajado en las encuestas pero a la vez el que mayor desconfianza propicia al interior del partido es una realidad escondida premeditadamente.

¿Por qué Genoveva no se decide por la carta panista que puntea en las encuestas? ¿Por qué difícilmente lo pondrá en la mesa de negociación de la alianza? Pues porque Rivera Pérez representa un riesgo muy alto que todavía no se decide a correr. Es eso.

Vaya lío el que tendrá que resolver Acción Nacional, lo relevante es que tiene en varios de sus experimentados cuadros baraja amplia para designar candidato a presidente municipal de Puebla en caso de asumir el costo de no proponer a su puntero.

Quitarse el sello de la desconfianza resultará complicado para Lalo. Él y su equipo cometieron el error de encomendar a sus mensajeros hacer correr la versión de su gran amistad con el mandatario poblano.

De aquellos días en que a punto estuvo de ser fichado por Morena para competir en las elecciones del 2018 y de una inauguración de proyecto periodístico en la que Barbosa y él se saludaron efusivamente a la vista de todos.

Tema aparte, pero que también suma en su contra, es la información que Enrique Cárdenas tiene en su poder respecto a lo ocurrido en el año de 2019 justo cuando él y AN perdieron la gubernatura, y alguien de adentro le boicoteaba los eventos.

Salvo que Genoveva pudiera clarificarlo, Acción Nacional habría considerado la propuesta de una mujer para la alianza en la Angelópolis precisamente por la desconfianza de ser traicionados por Lalo después de los comicios del 2021.

Sin embargo en tanto detallan las letras chiquitas PRI, PAN y PRD en los distritos electorales y en algunas alcaldías del estado, Puebla incluida, surgirán nuevos nombres en la empresa de derrotar a Morena.

Lalo aunque poco de fiar es una buena alternativa del PAN, las encuestas lo dicen, observaremos si lo es también para los otros partidos aliancistas. Y, sobre todo, si están dispuestos a cederle, como él quiere, la planilla completa. Se ve complicado.