/ martes 21 de julio de 2020

Eduardo, bájale; el mensaje de Barbosa al panista

Si Luis Miguel Barbosa y Eduardo Rivera Pérez no se asumían como rivales y hasta aliados se supone que eran, dentro de una perversa trama político electoral cocinada con miras a los comicios intermedios de 2021, como algunos observadores imaginaban y pretendían hacer creer, hoy está claro que son enemigos partidistas y que no poseen nada de cómplices, ni por tener en común sus desencuentros con la presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas.

Como no lo había hecho antes, el gobernador dedicó un espacio en su mañanera del martes para hacer un pronunciamiento dirigido a los partidos políticos, a los partidos opositores a Morena, por supuesto, y a los aspirantes a puestos de elección popular, también opositores al grupo en el poder, para que no utilicen la emergencia sanitaria como plataforma de promoción y para que esperen los tiempos oficiales antes de dar inicio a la contienda.

Barbosa no mencionó partidos ni aludió a nadie por su nombre, pero no hizo falta, pues fue evidente que las palabras de rechazo por la presunta campaña de promoción personal en tiempos de pandemia estuvieron dirigidas a Eduado Rivera, quien tiene amplias posibilidades de convertirse en candidato del blanquiazul a la presidencia municipal de Puebla y, por tanto, en el enemigo número uno de Gabriel Biestro Medinilla, su ahijado político.

Rivera Pérez asumió desde hace algunas semanas un activismo importante en redes sociales y apenas el lunes se sumó a la demanda que la cúpula empresarial y varios sindicatos le hicieron a Barbosa para que reactive la economía del estado, como ya lo han hecho otros gobernadores en el país.

Además de eso, aparece como puntero, algunas veces junto con José Antonio Gali Fayad (ya auto descartado para esa elección), en todos los sondeos y las encuestas de opinión que se han realizado para medir el posicionamiento de partidos y aspirantes en el contexto preelectoral, por encima de Biestro, de Claudia Rivera Vivanco y de Alejandro Armenta Mier, lo que ha puesto su nombre en el blanco de las preocupaciones barbosistas.

Nada más hay que leer lo que responde un furibundo e impotente Biestro en redes sociales a los tuits de Rivera Pérez para comprender el nivel de molestia que le genera no acercarse, ni por poco, a los niveles competitivos que quisiera para legitimar una candidatura que el mandatario estatal quiere obsequiarle a la fuerza.

Por este escenario es que no cupo duda en la identidad del destinatario que llevaron las expresiones del mensaje barbosista.

Así lo dijo:

“Pedirles a todos los políticos poblanos que no se cuelguen de este momento complicado en nuestro estado para empezar a hacer promoción personal, no es correcto; que sus estrategias las desarrollen fuera de los escenarios de la crisis de salud que estamos viviendo”.

Sabedor de que provocaría la duda del respetable, se preguntó él mismo:

“Para qué les pongo nombre; ahí andan en Twitter con nombre y apellido”.

“Hay muchas formas de comprometerse, de apoyar la solución de esta crisis y no con declaraciones que solamente tratan de buscar beneficios y protagonismos. Vamos actuando todos con responsabilidad; ya vendrán los tiempos electorales y los temas electorales y el gobierno garantizará todas las libertades de expresión, pero hoy les pido que no se cuelguen de estos hechos complicados, difíciles que estamos enfrentando”, remató.

No, esta vez no fue contra Fernando Manzanilla Prieto, a quien ya considera fuera de la pelea por la alcaldía. Fue contra Eduardo Rivera, quien, evidentemente, no es ni su amigo, ni su aliado, ni su cómplice.

Pudo haber hablado del mismísimo Biestro, pero de los que han regalado pipas de agua y despensas a título personal, también en medio de la emergencia sanitaria, no se quejó.

Twitter: @jorgerdzc

Instagram: @jorge.rodriguezc

Si Luis Miguel Barbosa y Eduardo Rivera Pérez no se asumían como rivales y hasta aliados se supone que eran, dentro de una perversa trama político electoral cocinada con miras a los comicios intermedios de 2021, como algunos observadores imaginaban y pretendían hacer creer, hoy está claro que son enemigos partidistas y que no poseen nada de cómplices, ni por tener en común sus desencuentros con la presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas.

Como no lo había hecho antes, el gobernador dedicó un espacio en su mañanera del martes para hacer un pronunciamiento dirigido a los partidos políticos, a los partidos opositores a Morena, por supuesto, y a los aspirantes a puestos de elección popular, también opositores al grupo en el poder, para que no utilicen la emergencia sanitaria como plataforma de promoción y para que esperen los tiempos oficiales antes de dar inicio a la contienda.

Barbosa no mencionó partidos ni aludió a nadie por su nombre, pero no hizo falta, pues fue evidente que las palabras de rechazo por la presunta campaña de promoción personal en tiempos de pandemia estuvieron dirigidas a Eduado Rivera, quien tiene amplias posibilidades de convertirse en candidato del blanquiazul a la presidencia municipal de Puebla y, por tanto, en el enemigo número uno de Gabriel Biestro Medinilla, su ahijado político.

Rivera Pérez asumió desde hace algunas semanas un activismo importante en redes sociales y apenas el lunes se sumó a la demanda que la cúpula empresarial y varios sindicatos le hicieron a Barbosa para que reactive la economía del estado, como ya lo han hecho otros gobernadores en el país.

Además de eso, aparece como puntero, algunas veces junto con José Antonio Gali Fayad (ya auto descartado para esa elección), en todos los sondeos y las encuestas de opinión que se han realizado para medir el posicionamiento de partidos y aspirantes en el contexto preelectoral, por encima de Biestro, de Claudia Rivera Vivanco y de Alejandro Armenta Mier, lo que ha puesto su nombre en el blanco de las preocupaciones barbosistas.

Nada más hay que leer lo que responde un furibundo e impotente Biestro en redes sociales a los tuits de Rivera Pérez para comprender el nivel de molestia que le genera no acercarse, ni por poco, a los niveles competitivos que quisiera para legitimar una candidatura que el mandatario estatal quiere obsequiarle a la fuerza.

Por este escenario es que no cupo duda en la identidad del destinatario que llevaron las expresiones del mensaje barbosista.

Así lo dijo:

“Pedirles a todos los políticos poblanos que no se cuelguen de este momento complicado en nuestro estado para empezar a hacer promoción personal, no es correcto; que sus estrategias las desarrollen fuera de los escenarios de la crisis de salud que estamos viviendo”.

Sabedor de que provocaría la duda del respetable, se preguntó él mismo:

“Para qué les pongo nombre; ahí andan en Twitter con nombre y apellido”.

“Hay muchas formas de comprometerse, de apoyar la solución de esta crisis y no con declaraciones que solamente tratan de buscar beneficios y protagonismos. Vamos actuando todos con responsabilidad; ya vendrán los tiempos electorales y los temas electorales y el gobierno garantizará todas las libertades de expresión, pero hoy les pido que no se cuelguen de estos hechos complicados, difíciles que estamos enfrentando”, remató.

No, esta vez no fue contra Fernando Manzanilla Prieto, a quien ya considera fuera de la pelea por la alcaldía. Fue contra Eduardo Rivera, quien, evidentemente, no es ni su amigo, ni su aliado, ni su cómplice.

Pudo haber hablado del mismísimo Biestro, pero de los que han regalado pipas de agua y despensas a título personal, también en medio de la emergencia sanitaria, no se quejó.

Twitter: @jorgerdzc

Instagram: @jorge.rodriguezc