/ martes 11 de junio de 2024

Educación y Cultura / No todos tienen acceso a la educación

En nuestro país todas las niñas, los niños y los jóvenes entre 3 y los 18 años, por su edad deberían asistir a la educación obligatoria, pero un buen porcentaje no asisten por diversas circunstancias.

Estos niños y jóvenes que no asisten a la escuela, es porque se encuentran en algún grupo de los desfavorecidos, como son los ubicados en comunidades indígenas, muy remontadas, donde es difícil que puedan asistir a la escuela, ya que queda a muy largas distancias de su casa, que es preferible están en su comunidad, además de que hablan alguna de las más de 60 lenguas indígenas del país.

Esta población enfrenta barreras estructurales como el idioma español, la falta de infraestructura escolar, la lejanía de planteles educativos y las normas sociales, que los limita a una educación de calidad.

Los niños y jóvenes que tiene alguna discapacidad tanto motriz, auditiva, visual o del habla, se encuentran confinados en sus casas, bajo el cuidado de sus padres, hermanos o algún familiar, sin tener acceso a la educación especial, la cual es muy selectiva, a quién atender y a quién no. De 100 estudiantes con alguna discapacidad que logran ingresar en la escuela, sólo 4 llegan al nivel universitario.

La tecnología digital tiene la capacidad de poner la educación a disposición de los alumnos que enfrentan obstáculos de discapacidad y no acceden a la escuela físicamente; con unos buenos contenidos educativo-científicos y maestros bien preparados y capacitados en especialidades.

En las poblaciones rurales, es difícil que los niños y jóvenes tengan acceso a la educación formal, porque algunas comunidades cuentan sólo con educación primaria y 2 o 3 maestros, se dividen los grados y se reparten los alumnos, sin tener niveles superiores, que se desarrollan en otros lugares distantes.

Los niños y jóvenes afro-descendientes, también tienen el problema de que no reciben educación formal por ser descendientes de otras razas que no son nativas de nuestra patria. Así que no existe un programa educativo para este tipo de niños y jóvenes nacidos de emigrantes y descendientes de origen africano.

Una de las principales barreras en nuestro México, es la desigualdad educativa, entendida como las diferencias en el acceso a los servicios educativos que se imparten en nuestro país para niñas, niños y jóvenes que tengan condiciones normales, viables para recibirlos. Los recursos didácticos disponibles como libros, cuadernos, material escolar, mobiliario y la infraestructura adecuada en la escuela como aulas, baños, canchas deportivas y todos los servicios básicos para la buena preparación de los alumnos y la calidad educativa a la que acceden todas las niñas, los niños y los jóvenes que asisten regularmente a las clases con sus maestros.

Nuestro país se encuentra entre los países que no han atendido los problemas de las desigualdades en materia educativa. En América Latina, nos encontramos abajo del promedio general de los países y en el nivel mundial también estamos ubicados abajo del promedio general de otros países.

Las desigualdades educativas que enfrentan: niñas, niños y jóvenes mexicanos son obstáculos en su educación, por lo que se requiere un sistema que generen en esta población escolar las habilidades necesarias para su futuro, pero que también garantice la igualdad en el aprendizaje en términos de acceso, permanencia y calidad en el país.

*Doctor en Educación.

En nuestro país todas las niñas, los niños y los jóvenes entre 3 y los 18 años, por su edad deberían asistir a la educación obligatoria, pero un buen porcentaje no asisten por diversas circunstancias.

Estos niños y jóvenes que no asisten a la escuela, es porque se encuentran en algún grupo de los desfavorecidos, como son los ubicados en comunidades indígenas, muy remontadas, donde es difícil que puedan asistir a la escuela, ya que queda a muy largas distancias de su casa, que es preferible están en su comunidad, además de que hablan alguna de las más de 60 lenguas indígenas del país.

Esta población enfrenta barreras estructurales como el idioma español, la falta de infraestructura escolar, la lejanía de planteles educativos y las normas sociales, que los limita a una educación de calidad.

Los niños y jóvenes que tiene alguna discapacidad tanto motriz, auditiva, visual o del habla, se encuentran confinados en sus casas, bajo el cuidado de sus padres, hermanos o algún familiar, sin tener acceso a la educación especial, la cual es muy selectiva, a quién atender y a quién no. De 100 estudiantes con alguna discapacidad que logran ingresar en la escuela, sólo 4 llegan al nivel universitario.

La tecnología digital tiene la capacidad de poner la educación a disposición de los alumnos que enfrentan obstáculos de discapacidad y no acceden a la escuela físicamente; con unos buenos contenidos educativo-científicos y maestros bien preparados y capacitados en especialidades.

En las poblaciones rurales, es difícil que los niños y jóvenes tengan acceso a la educación formal, porque algunas comunidades cuentan sólo con educación primaria y 2 o 3 maestros, se dividen los grados y se reparten los alumnos, sin tener niveles superiores, que se desarrollan en otros lugares distantes.

Los niños y jóvenes afro-descendientes, también tienen el problema de que no reciben educación formal por ser descendientes de otras razas que no son nativas de nuestra patria. Así que no existe un programa educativo para este tipo de niños y jóvenes nacidos de emigrantes y descendientes de origen africano.

Una de las principales barreras en nuestro México, es la desigualdad educativa, entendida como las diferencias en el acceso a los servicios educativos que se imparten en nuestro país para niñas, niños y jóvenes que tengan condiciones normales, viables para recibirlos. Los recursos didácticos disponibles como libros, cuadernos, material escolar, mobiliario y la infraestructura adecuada en la escuela como aulas, baños, canchas deportivas y todos los servicios básicos para la buena preparación de los alumnos y la calidad educativa a la que acceden todas las niñas, los niños y los jóvenes que asisten regularmente a las clases con sus maestros.

Nuestro país se encuentra entre los países que no han atendido los problemas de las desigualdades en materia educativa. En América Latina, nos encontramos abajo del promedio general de los países y en el nivel mundial también estamos ubicados abajo del promedio general de otros países.

Las desigualdades educativas que enfrentan: niñas, niños y jóvenes mexicanos son obstáculos en su educación, por lo que se requiere un sistema que generen en esta población escolar las habilidades necesarias para su futuro, pero que también garantice la igualdad en el aprendizaje en términos de acceso, permanencia y calidad en el país.

*Doctor en Educación.