/ viernes 14 de junio de 2019

El precio del "pragmatismo"

El día 7 de este mes se desvaneció transitoriamente la presión amagada por el Gobierno de los Estados Unidos, quien por conducto de su Presidente anunciaba vía twitter que “las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes, contra México, quedan por la presente suspendidas indefinidamente”.

Estas tarifas arancelarías serían aplicadas a los productos mexicanos de venta en territorio americano en un 5%, a partir del lunes 10 de junio; mismas que se irían incrementando progresivamente hasta en un 25% si México “no cumplía con el pacto migratorio”

El sábado por la tarde en Tijuana, nuestro gobierno encabezado por el Presidente López Obrador festejaba la buena relación con el pueblo y el gobierno norteamericano, y el “pragmático” acuerdo logrado por la delegación mexicana encabezada por el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Me resulta importante para esta CONVERSACIÓN recordarte que históricamente, México, en su larga y conflictiva relación con los Estados Unidos de Norteamérica se ha visto obligado a firmar varios “acuerdos” o “tratados” lesivos a nuestros intereses, que no solo han costado la pérdida de gran parte de nuestro territorio, sino también severas imposiciones económicas… es el caso de los llamados “Tratados de Bucareli”.

Y llamo la atención sobre estos “tratados” porque como lo escribí hace tiempo y ahora lo retomo, en los “Acuerdos” de Bucareli, LA RESERVA DE 100 AÑOS (que pueden prorrogarse a conveniencia de las partes por otros 50 años) se pactó en la fecha en que los Estados Unidos le dieron oficialmente el reconocimiento al Presidente Álvaro Obregón, y que fue el 31de agosto de 1923. Esto quiere decir que la reserva para que esos lesivos “acuerdos” se hagan del conocimiento del pueblo mexicano vence el 31 de agosto del 2023. Esto es, a escasos año y cuatro meses de que termine el mandato de nuestro actual Presidente.

El destino ha querido que AMLO sea el presidente que revele estos “acuerdos” que indudablemente fueron extremadamente lesivos para México. Adolfo Arrioja Vizcaíno, sobrino nieto de Fernando González Roa, jefe de la delegación mexicana en la negociación de esos tratados, da a conocer en su libro “La muerte de Pancho Villa y los Tratados de Bucareli” una reconstrucción de los puntos esenciales del “Protocolo Secreto” que en su momento hizo Ignacio Croix Gutiérrez, muy amigo de su tío abuelo, con base en las filtraciones “y ciertos comentarios de González Roa que fue incapaz de contener, a pesar de su discreción habitual”.

Pero ahora resulta que hubo un “acuerdo secreto” y el Presidente Trump insiste y muestra a la prensa un sobre cerrado que supuestamente lo contiene. Más parece un juego perverso para mantener en vilo a México. Nuestro canciller lo niega, y si fuera verdad su existencia, ¡que ironía! AMLO se vería obligado legal y moralmente a darlo a conocer al pueblo. Lo que sí ha quedado claro es que resulta ser un acuerdo transitorio por 45 días.

Es indudable que el costo de este “acuerdo” es lesivo a nuestros intereses, de entrada tendrá nuestro gobierno que salvaguardar la frontera sur, desplegando ya 6,000 soldados; y recibir de entrada a 8,000 migrantes que regresarán de los Estados Unidos y les deberá dar asilo en todos los sentidos, a costa del erario. Pero no nos quedaba otra alternativa, ya que de lo contrario se empezaría a aplicar un 5% de aranceles a nuestros productos de venta en terreno norteamericano; y si bien a ellos también les afectaría, para nosotros empezaría a ser catastrófico. Recordemos que “cuando Estados Unidos estornuda a nosotros nos da pulmonía”. Este fue el precio del “pragmatismo” mexicano.

No quisiera estar en sus zapatos, Presidente.

El día 7 de este mes se desvaneció transitoriamente la presión amagada por el Gobierno de los Estados Unidos, quien por conducto de su Presidente anunciaba vía twitter que “las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes, contra México, quedan por la presente suspendidas indefinidamente”.

Estas tarifas arancelarías serían aplicadas a los productos mexicanos de venta en territorio americano en un 5%, a partir del lunes 10 de junio; mismas que se irían incrementando progresivamente hasta en un 25% si México “no cumplía con el pacto migratorio”

El sábado por la tarde en Tijuana, nuestro gobierno encabezado por el Presidente López Obrador festejaba la buena relación con el pueblo y el gobierno norteamericano, y el “pragmático” acuerdo logrado por la delegación mexicana encabezada por el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Me resulta importante para esta CONVERSACIÓN recordarte que históricamente, México, en su larga y conflictiva relación con los Estados Unidos de Norteamérica se ha visto obligado a firmar varios “acuerdos” o “tratados” lesivos a nuestros intereses, que no solo han costado la pérdida de gran parte de nuestro territorio, sino también severas imposiciones económicas… es el caso de los llamados “Tratados de Bucareli”.

Y llamo la atención sobre estos “tratados” porque como lo escribí hace tiempo y ahora lo retomo, en los “Acuerdos” de Bucareli, LA RESERVA DE 100 AÑOS (que pueden prorrogarse a conveniencia de las partes por otros 50 años) se pactó en la fecha en que los Estados Unidos le dieron oficialmente el reconocimiento al Presidente Álvaro Obregón, y que fue el 31de agosto de 1923. Esto quiere decir que la reserva para que esos lesivos “acuerdos” se hagan del conocimiento del pueblo mexicano vence el 31 de agosto del 2023. Esto es, a escasos año y cuatro meses de que termine el mandato de nuestro actual Presidente.

El destino ha querido que AMLO sea el presidente que revele estos “acuerdos” que indudablemente fueron extremadamente lesivos para México. Adolfo Arrioja Vizcaíno, sobrino nieto de Fernando González Roa, jefe de la delegación mexicana en la negociación de esos tratados, da a conocer en su libro “La muerte de Pancho Villa y los Tratados de Bucareli” una reconstrucción de los puntos esenciales del “Protocolo Secreto” que en su momento hizo Ignacio Croix Gutiérrez, muy amigo de su tío abuelo, con base en las filtraciones “y ciertos comentarios de González Roa que fue incapaz de contener, a pesar de su discreción habitual”.

Pero ahora resulta que hubo un “acuerdo secreto” y el Presidente Trump insiste y muestra a la prensa un sobre cerrado que supuestamente lo contiene. Más parece un juego perverso para mantener en vilo a México. Nuestro canciller lo niega, y si fuera verdad su existencia, ¡que ironía! AMLO se vería obligado legal y moralmente a darlo a conocer al pueblo. Lo que sí ha quedado claro es que resulta ser un acuerdo transitorio por 45 días.

Es indudable que el costo de este “acuerdo” es lesivo a nuestros intereses, de entrada tendrá nuestro gobierno que salvaguardar la frontera sur, desplegando ya 6,000 soldados; y recibir de entrada a 8,000 migrantes que regresarán de los Estados Unidos y les deberá dar asilo en todos los sentidos, a costa del erario. Pero no nos quedaba otra alternativa, ya que de lo contrario se empezaría a aplicar un 5% de aranceles a nuestros productos de venta en terreno norteamericano; y si bien a ellos también les afectaría, para nosotros empezaría a ser catastrófico. Recordemos que “cuando Estados Unidos estornuda a nosotros nos da pulmonía”. Este fue el precio del “pragmatismo” mexicano.

No quisiera estar en sus zapatos, Presidente.