/ viernes 14 de febrero de 2020

El PRI al banquillo

La diputada federal Lucero Saldaña se perfila para ser la próxima presidenta estatal del Partido Revolucionario Institucional.

Mujer experimentada en la política local y nacional, tiene más de 40 años ininterrumpidos en esta actividad, recibió una propuesta de su presidente, Alejandro Moreno, y bajo ciertas condiciones aceptó.

La primera es que ella será elegida y no viene solamente a engordar el caldo para que designen a otro de sus compañeros, “si aceptó es porque ella será la presidenta”, confió una fuente bien informada del tricolor.

Los priistas se preparan para las elecciones intermedias de 2021 y en verdad quieren ganar diputaciones locales, federales y presidencias municipales en juego, en especial en estados como Puebla, donde algunos de sus grupos y cuadros migraron en el pasado reciente a Morena, pero no les cumplieron y están dispuestos a regresar al redil.

Por ello pensaron en un perfil que no polarice y aglutine a los priistas de todos los grupos posibles, muchos de ellos alineados con ex gobernadores y figuras destacadas que no siempre están dispuestos a trabajar para un factor dominante.

Así son el PRI y los priistas poblanos.

Lucero Saldaña es una política que ha trabajado con todos los grupos, mantiene buenas relaciones personales con sus compañeros, sin distinción de origen o simpatías internas. Es un personaje que suma y en estos tiempos de ruptura lo que necesitan priistas es incluir.

No la tendrán fácil los priistas en 2021, apenas empieza su calvario.

La detención de Emilio Lozoya Austin, el director de Petróleos Mexicanos en España la mañana del miércoles pasado llevará al PRI al banquillo de los acusados porque el ex funcionario, que ya no tiene nada que perder, involucrará en el proceso a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray, como quienes le dieron las órdenes de comprar chatarra a precio de oro y recibieron el dinero de los sobornos de Odebrecht para campañas de los priistas.

En unas semanas más, la vieja estructura priista se empezará a desmoronar sin que se sepa aún a cuántos políticos y dirigentes más arrastrará al fango.

Emilio Lozoya no es Rosario Robles y usará todos los recursos legales a su disposición, como las actas del Consejo de Pemex, para justificar que en ningún caso actuó solo sino recibió las ´ordenes o tuvo el beneplácito de su jefe, el entonces presidente de la República, y/o del secretario de Hacienda.

Tan mal están los priistas que su dirigente nacional arrancó precisamente el miércoles su campaña del 2020 con la publicación desde Twitter de un video que tituló: “Échale la culpa al PRI”, con el fin de mostrar que gran parte de las políticas públicas de México han sido creadas por el partido tricolor.

Esto coincidió con la detención de Emilio Lozoya.

“Muchos dicen que el PRI es culpable de todo, y en algo tienen razón” publicó en su red social el dirigente nacional, pues según el video, ellos afirman que son culpables de brindar educación gratuita, haber creado el seguro social, de que trabajadores tengan casa propia, dar luz y transporte público.

Ante la difusión del video, las reacciones de los usuarios en redes sociales fueron contradictorias al mensaje que querían dar, pues muchos utilizaron el diseño original para burlarse.

En ese escenario se dará el relevo de la dirigencia poblana del PRI y aunque algunos aspirantes pretenden rebelarse, su fuerza y presencia no les da para poner en jaque a lo que queda del tricolor en el estado, partido que gobernó por décadas Puebla y hoy ocupa el tercer lugar.

Si Lucero Saldaña ya aceptó la dirigencia estatal lo será a partir de abril próximo, a estas alturas y a pesar de lo que está sucediendo será difícil que le diga no a Alejandro Moreno.

La del 2021 será la última llamada para el PRI, por lo menos en el estado.

De las anécdotas que se cuentan

Corría el año 2000 y los priistas definían sus fórmulas al Senado de la República.

El favorito del gobernador Melquiades Morales fue el candidato, Rafael Cañedo Benítez, quien falleció en 2001 cuando ocupaba el cargo.

Su suplente era Lucero Saldaña, quien dejó el Instituto Poblano de la Mujer para ir a otra campaña y aunque era previsible que llegara a ser el titular, Cañedo se perfilaba para suceder a Melquiades y en una operación perdió la vida, no se esperaba que ocurriera de esa forma rápida y trágica.

Lucero estaba ahí y fue una buena senadora.

Ahora es diputada federal plurinominal y se perfila como la próxima dirigente estatal del PRI.

En su carrera política, la fortuna le ha sonreído.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

La diputada federal Lucero Saldaña se perfila para ser la próxima presidenta estatal del Partido Revolucionario Institucional.

Mujer experimentada en la política local y nacional, tiene más de 40 años ininterrumpidos en esta actividad, recibió una propuesta de su presidente, Alejandro Moreno, y bajo ciertas condiciones aceptó.

La primera es que ella será elegida y no viene solamente a engordar el caldo para que designen a otro de sus compañeros, “si aceptó es porque ella será la presidenta”, confió una fuente bien informada del tricolor.

Los priistas se preparan para las elecciones intermedias de 2021 y en verdad quieren ganar diputaciones locales, federales y presidencias municipales en juego, en especial en estados como Puebla, donde algunos de sus grupos y cuadros migraron en el pasado reciente a Morena, pero no les cumplieron y están dispuestos a regresar al redil.

Por ello pensaron en un perfil que no polarice y aglutine a los priistas de todos los grupos posibles, muchos de ellos alineados con ex gobernadores y figuras destacadas que no siempre están dispuestos a trabajar para un factor dominante.

Así son el PRI y los priistas poblanos.

Lucero Saldaña es una política que ha trabajado con todos los grupos, mantiene buenas relaciones personales con sus compañeros, sin distinción de origen o simpatías internas. Es un personaje que suma y en estos tiempos de ruptura lo que necesitan priistas es incluir.

No la tendrán fácil los priistas en 2021, apenas empieza su calvario.

La detención de Emilio Lozoya Austin, el director de Petróleos Mexicanos en España la mañana del miércoles pasado llevará al PRI al banquillo de los acusados porque el ex funcionario, que ya no tiene nada que perder, involucrará en el proceso a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray, como quienes le dieron las órdenes de comprar chatarra a precio de oro y recibieron el dinero de los sobornos de Odebrecht para campañas de los priistas.

En unas semanas más, la vieja estructura priista se empezará a desmoronar sin que se sepa aún a cuántos políticos y dirigentes más arrastrará al fango.

Emilio Lozoya no es Rosario Robles y usará todos los recursos legales a su disposición, como las actas del Consejo de Pemex, para justificar que en ningún caso actuó solo sino recibió las ´ordenes o tuvo el beneplácito de su jefe, el entonces presidente de la República, y/o del secretario de Hacienda.

Tan mal están los priistas que su dirigente nacional arrancó precisamente el miércoles su campaña del 2020 con la publicación desde Twitter de un video que tituló: “Échale la culpa al PRI”, con el fin de mostrar que gran parte de las políticas públicas de México han sido creadas por el partido tricolor.

Esto coincidió con la detención de Emilio Lozoya.

“Muchos dicen que el PRI es culpable de todo, y en algo tienen razón” publicó en su red social el dirigente nacional, pues según el video, ellos afirman que son culpables de brindar educación gratuita, haber creado el seguro social, de que trabajadores tengan casa propia, dar luz y transporte público.

Ante la difusión del video, las reacciones de los usuarios en redes sociales fueron contradictorias al mensaje que querían dar, pues muchos utilizaron el diseño original para burlarse.

En ese escenario se dará el relevo de la dirigencia poblana del PRI y aunque algunos aspirantes pretenden rebelarse, su fuerza y presencia no les da para poner en jaque a lo que queda del tricolor en el estado, partido que gobernó por décadas Puebla y hoy ocupa el tercer lugar.

Si Lucero Saldaña ya aceptó la dirigencia estatal lo será a partir de abril próximo, a estas alturas y a pesar de lo que está sucediendo será difícil que le diga no a Alejandro Moreno.

La del 2021 será la última llamada para el PRI, por lo menos en el estado.

De las anécdotas que se cuentan

Corría el año 2000 y los priistas definían sus fórmulas al Senado de la República.

El favorito del gobernador Melquiades Morales fue el candidato, Rafael Cañedo Benítez, quien falleció en 2001 cuando ocupaba el cargo.

Su suplente era Lucero Saldaña, quien dejó el Instituto Poblano de la Mujer para ir a otra campaña y aunque era previsible que llegara a ser el titular, Cañedo se perfilaba para suceder a Melquiades y en una operación perdió la vida, no se esperaba que ocurriera de esa forma rápida y trágica.

Lucero estaba ahí y fue una buena senadora.

Ahora es diputada federal plurinominal y se perfila como la próxima dirigente estatal del PRI.

En su carrera política, la fortuna le ha sonreído.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto