/ viernes 22 de junio de 2018

El puente AMLO-RMV

El morenovallismo, como algunos otros políticos cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, asumió a 10 días de la elección que será casi imposible revertir una tendencia masiva a favor de Andrés Manuel López Obrador y ante lo inevitable lo mejor es prepararse.

El poblano desde hace algunas semanas empezó a construir un puente con el candidato presidencial de Morena, quien en sus críticas públicas se ha mostrado ácido y severo con este; ayer mismo advirtió de posibilidades de fraude electoral en la entidad.

Después de intentarlo infructuosamente con algunos pejistas, se reunió con su amigo Esteban Moctezuma Barragán, presidente de la Fundación Azteca y líder del proyecto de las orquestas infantiles y juveniles Esperanza Azteca.

La sede de la fundación, donde todos los días se preparan cientos de pequeños músicos, es el edificio que albergó a La Constancia Mexicana, donde hay museos y una escuela.

Moctezuma tiene oficinas ahí y es quien públicamente ha sido propuesto como futuro secretario de Educación Pública en la gestión de López Obrador.

A unos pasos del lugar, en el fraccionamiento Club de Golf Las Fuentes, está la casa de Moreno Valle.

La intención de encontrarse fue la construcción de un puente político, no de hablar de tranzas electorales porque en este momento, local y nacionalmente, ninguno siente que las necesite, sino de construir una relación de respeto.

Los detalles de lo acordado solo ellos y el candidato presidencial involucrado los conocen, pero tienen que basarse en que no habrá trucos o trampas que afecten los resultados electorales del domingo uno de julio en el estado, concretamente en dos procesos: el presidencial y el de gobernador de Puebla.

En ambos grupos existe la seguridad de que tienen ventajas y ganarán.

Para López Obrador su arroz ya se coció y su gran popularidad lo llevará a la presidencia; mientras, Moreno Valle está seguro de que su candidata es la mejor y su maquinaria electoral dará los resultados esperados, basado en la movilización y el voto diferenciado.

Ante esas circunstancias desde ahora empiezan a construir lo que pretenden sea una relación sana después de diciembre.

Hay hechos que confirman la ingeniería utilizada en la construcción del puente AMLO-RMV.

La candidata Martha Erika Alonso afirmó durante el debate del 11 de junio que ella gobernará con quien gane las elecciones y, sin mencionarlo directamente -no lo necesitaba-, le mandó a López Obrador un mensaje de cordialidad y no de confrontación. En entrevistas recientes ha insistido en esa posición política, que no es casualidad.

En el gobierno poblano, que si bien negó el uso del Estadio Cuauhtémoc para el cierre de la campaña de Juntos Haremos Historia, está visto que ese fue el Waterloo de Javier López Zavala en 2010, cuando el panista lo llenó a tope y el priista no cubrió ni la mitad de los espacios; la derrota desde ahí estaba cantada.

Solo que el gobierno facilitó la emblemática Plaza de La Victoria de los Fuertes de Loreto y Guadalupe para que los morenistas manifiesten su respaldo a López Obrador el próximo sábado por la tarde y, si consiguen una gran concentración, será un triunfo del tabasqueño, no de sus candidatos locales.

Esteban Moctezuma es un personaje de la política mexicana, fue el primer secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo, y es un confiable operador político, que es amigo de Moreno Valle.

En la política mexicana los conflictos se resuelven en la cúpula.

En esta ocasión no será diferente, no se prometieron votos sino respetar los resultados y las partes empeñaron su palabra.

Pronto, muy pronto, sabremos con qué condiciones los protagonistas decidieron (y si lo hacen) cruzar ese puente.

De las anécdotas que se cuentan

¿Con quién cenó el miércoles por la noche en Puebla José Antonio Meade, el candidato presidencial del PRI-Verde-Panal?

Los que saben aseguran que no fue un encuentro social, sino por los tiempos que corren, eminentemente políticos.

¿Hubo poblanos presentes? ¿Fue un encuentro solo con un anfitrión?, o ¿invitó el propio Meade?

Le cuento: el miércoles pasado el candidato presidencial, que pelea y asume que está en el segundo lugar de las encuestas y con posibilidades de competir y ganar, realizó una gira por Veracruz.

En su agenda privada tenía anotada una cena y pernoctar en Puebla.

El jueves temprano se llevó a cabo un desayuno en un hotel de la zona de Angelópolis con su candidato a gobernador, Enrique Doger, y líderes de la estructura del PRI.

En un comunicado oficial la dirigencia de ese partido informó de lo que les dijo su candidato presidencial:

“Vamos fuertes y unidos para ganar la presidencia de la república y el gobierno de Puebla”, precisó, pues Puebla es prioridad en su proyecto de gobierno y, asimismo, no hay ni habrá negociación:

“Lleven a todos el mensaje: en Puebla no existe ninguna negociación, estamos fuertes, unidos y convencidos de que Enrique Doger será el próximo gobernador; y junto con él vamos a trabajar para darle a los poblanos y a México los resultados que nos demandan”.

El candidato exhortó a los priistas poblanos a dar el extra, seguro sabe algo, a cerrar con fuerza y convencer a los indecisos.

De ahí salió a su gira por Hidalgo y regresó ayer por la noche a Puebla. Este viernes cierra campaña a las 10 de la mañana en el Centro Expositor de Los Fuertes.

¿Con quién cenó el miércoles por la noche en la Angelópolis José Antonio Meade, el candidato presidencial del PRI-Verde-Panal?

La pregunta genera inquietudes, su respuesta puede incidir en el resultado del uno de julio.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

El morenovallismo, como algunos otros políticos cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, asumió a 10 días de la elección que será casi imposible revertir una tendencia masiva a favor de Andrés Manuel López Obrador y ante lo inevitable lo mejor es prepararse.

El poblano desde hace algunas semanas empezó a construir un puente con el candidato presidencial de Morena, quien en sus críticas públicas se ha mostrado ácido y severo con este; ayer mismo advirtió de posibilidades de fraude electoral en la entidad.

Después de intentarlo infructuosamente con algunos pejistas, se reunió con su amigo Esteban Moctezuma Barragán, presidente de la Fundación Azteca y líder del proyecto de las orquestas infantiles y juveniles Esperanza Azteca.

La sede de la fundación, donde todos los días se preparan cientos de pequeños músicos, es el edificio que albergó a La Constancia Mexicana, donde hay museos y una escuela.

Moctezuma tiene oficinas ahí y es quien públicamente ha sido propuesto como futuro secretario de Educación Pública en la gestión de López Obrador.

A unos pasos del lugar, en el fraccionamiento Club de Golf Las Fuentes, está la casa de Moreno Valle.

La intención de encontrarse fue la construcción de un puente político, no de hablar de tranzas electorales porque en este momento, local y nacionalmente, ninguno siente que las necesite, sino de construir una relación de respeto.

Los detalles de lo acordado solo ellos y el candidato presidencial involucrado los conocen, pero tienen que basarse en que no habrá trucos o trampas que afecten los resultados electorales del domingo uno de julio en el estado, concretamente en dos procesos: el presidencial y el de gobernador de Puebla.

En ambos grupos existe la seguridad de que tienen ventajas y ganarán.

Para López Obrador su arroz ya se coció y su gran popularidad lo llevará a la presidencia; mientras, Moreno Valle está seguro de que su candidata es la mejor y su maquinaria electoral dará los resultados esperados, basado en la movilización y el voto diferenciado.

Ante esas circunstancias desde ahora empiezan a construir lo que pretenden sea una relación sana después de diciembre.

Hay hechos que confirman la ingeniería utilizada en la construcción del puente AMLO-RMV.

La candidata Martha Erika Alonso afirmó durante el debate del 11 de junio que ella gobernará con quien gane las elecciones y, sin mencionarlo directamente -no lo necesitaba-, le mandó a López Obrador un mensaje de cordialidad y no de confrontación. En entrevistas recientes ha insistido en esa posición política, que no es casualidad.

En el gobierno poblano, que si bien negó el uso del Estadio Cuauhtémoc para el cierre de la campaña de Juntos Haremos Historia, está visto que ese fue el Waterloo de Javier López Zavala en 2010, cuando el panista lo llenó a tope y el priista no cubrió ni la mitad de los espacios; la derrota desde ahí estaba cantada.

Solo que el gobierno facilitó la emblemática Plaza de La Victoria de los Fuertes de Loreto y Guadalupe para que los morenistas manifiesten su respaldo a López Obrador el próximo sábado por la tarde y, si consiguen una gran concentración, será un triunfo del tabasqueño, no de sus candidatos locales.

Esteban Moctezuma es un personaje de la política mexicana, fue el primer secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo, y es un confiable operador político, que es amigo de Moreno Valle.

En la política mexicana los conflictos se resuelven en la cúpula.

En esta ocasión no será diferente, no se prometieron votos sino respetar los resultados y las partes empeñaron su palabra.

Pronto, muy pronto, sabremos con qué condiciones los protagonistas decidieron (y si lo hacen) cruzar ese puente.

De las anécdotas que se cuentan

¿Con quién cenó el miércoles por la noche en Puebla José Antonio Meade, el candidato presidencial del PRI-Verde-Panal?

Los que saben aseguran que no fue un encuentro social, sino por los tiempos que corren, eminentemente políticos.

¿Hubo poblanos presentes? ¿Fue un encuentro solo con un anfitrión?, o ¿invitó el propio Meade?

Le cuento: el miércoles pasado el candidato presidencial, que pelea y asume que está en el segundo lugar de las encuestas y con posibilidades de competir y ganar, realizó una gira por Veracruz.

En su agenda privada tenía anotada una cena y pernoctar en Puebla.

El jueves temprano se llevó a cabo un desayuno en un hotel de la zona de Angelópolis con su candidato a gobernador, Enrique Doger, y líderes de la estructura del PRI.

En un comunicado oficial la dirigencia de ese partido informó de lo que les dijo su candidato presidencial:

“Vamos fuertes y unidos para ganar la presidencia de la república y el gobierno de Puebla”, precisó, pues Puebla es prioridad en su proyecto de gobierno y, asimismo, no hay ni habrá negociación:

“Lleven a todos el mensaje: en Puebla no existe ninguna negociación, estamos fuertes, unidos y convencidos de que Enrique Doger será el próximo gobernador; y junto con él vamos a trabajar para darle a los poblanos y a México los resultados que nos demandan”.

El candidato exhortó a los priistas poblanos a dar el extra, seguro sabe algo, a cerrar con fuerza y convencer a los indecisos.

De ahí salió a su gira por Hidalgo y regresó ayer por la noche a Puebla. Este viernes cierra campaña a las 10 de la mañana en el Centro Expositor de Los Fuertes.

¿Con quién cenó el miércoles por la noche en la Angelópolis José Antonio Meade, el candidato presidencial del PRI-Verde-Panal?

La pregunta genera inquietudes, su respuesta puede incidir en el resultado del uno de julio.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto