Unidad interna y continuidad en la administración pública, desde el gobierno de la república hasta el gobierno del estado, pasando, en los casos correspondientes, por las administraciones municipales.
Eso fue lo que destacó de la propuesta de los principales candidatos de la coalición Sigamos Haciendo Historia en el primer día de campañas locales, teniendo como estandartes a Claudia Sheinbaum Pardo, Alejandro Armenta Mier y, en el caso específico del municipio de Puebla, a José Chedraui Budib.
Los morenistas arrancaron campaña en el primer minuto del domingo subidos en un templete para realizar un acto público en la esquina de las calles 3 Oriente y 2 Sur, en pleno corazón del centro histórico.
Horas después celebraron su acto masivo en Izúcar de Matamoros, la tierra de Armenta, con la candidata presidencial y el abanderado a gobernador como figuras centrales del cartel.
“No crecí aquí, porque me fui a Acatzingo, la tierra de mi mamá, pero aquí está mi ombligo y mi corazón”, expresó Alejandro Armenta después de recordar que nació en ese municipio mixteco y que ahí todavía vive su padre, Rafael Armenta.
Los armentistas quedaron satisfechos con el acto masivo de Izúcar.
Finalizado el evento, los integrantes del “cuarto de guerra” del candidato celebraron la asistencia de 25 mil personas y el tiempo que Sheinabum, a quien llaman “la próxima presidenta del país”, le dedicó al mitin.
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En el bando opositor también festejaron su saldo positivo, como le calificaron.
El ejército político y electoral de Eduardo Rivera Pérez y Mario Riestra Piña, uno candidato a gobernador y otro a alcalde de Puebla, de la coalición Mejor Rumbo para Puebla, destacó la presencia de 20 mil poblanos en la plaza de la Victoria, en la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe, donde se desarrolló su arranque de campaña con la asistencia de su abanderada presidencial: Xóchitl Gálvez Ruiz.
Rivera Pérez y Riestra Piña contaron con el respaldo de los dirigentes nacionales Marko Cortés y Jesús Zambrano, del PAN y el PRD, así como de Miguel Alonso Reyes, secretario de Acción Política del CEN del PRI, en representación de Alejandro Moreno. También estuvieron los dirigentes estatales de esos mismos tres partidos y el del PSI.
Al interior del “cuarto de guerra” de los opositores hubo un buen reporte.
Según el informe interno, en el evento de los fuertes hubo un gran ánimo no solo de los asistentes, sino de los candidatos a distintas presidencias municipales, diputaciones locales y federales, quienes, agrega el trascendido, se encuentran enfocados en el objetivo de ganar los comicios, con unidad real y no simulada, como en el equipo de enfrente.
“Hasta el adversario más poderoso puede ser derrotado”, lanzó Eduardo Rivera en su arenga, después de presentar las 10 propuestas de gobierno que pondrá en marcha en caso de ganar la contienda del 2 de junio.
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Por cierto, una percepción negativa generó Eduardo Rivera con el hecho de que su primer acto de campaña fuera la publicación de un video mostrándolo desde la comodidad de un escritorio, seguramente en su casa, cuando Alejandro Armenta dio inicio con un mitin en una de las esquinas del zócalo capitalino.
La imagen no verbal también cuenta, y el panista perdió en ese primer impacto, en los primeros minutos del comienzo de la contienda.
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¿Qué hay del tercer competidor en esta contienda electoral?
Porque sí, hay un tercer competidor.
El comienzo de campaña de Movimiento Ciudadano y sus dos principales candidatos a puestos de elección popular, Fernando Morales Martínez por la gubernatura y Rafael Cañedo Carrión por la alcaldía de la capital, estuvo al nivel de lo que se esperaba. Ni más ni menos.
Morales Martínez arrancó con una caminata al sur de la ciudad de Puebla que no reunió a más de 10 personas. No estuvo presente su líder nacional, Dante Delgado, ni su padre, el exgobernador Melquiades Morales Flores.
Eso fue en la madrugada del domingo.
Más tarde apareció en la zona comercial de Angelópolis solo con Cañedo Carrión.
Movimiento Ciudadano hace campaña sin simpatizantes y seguramente así le irá a este partido político en las urnas: muy, pero muy mal.
Eso sí, sus escasos abanderados iban bien uniformados, todos al estilo “fosfo fosfo”, con tenis fluorescentes de color naranja y playeras del mismo tono.
Así el primer día de campañas en Puebla.
