/ domingo 6 de diciembre de 2020

Inteligencia emocional

En estos momentos en donde nos hemos tratado de adaptar como sociedad ante los efectos de la pandemia, resulta necesario trabajar en uno mismo, con inteligencia cognitiva y emocional, que nos permita hacer frente a los retos y oportunidades para el próximo 2021 y para la vida.

En múltiples ocasiones hemos escuchado sobre la inteligencia; que si se mide a través de pruebas de coeficiente intelectual, que si una persona es más inteligente o no, si ello es un factor relevante para el éxito o el bienestar, entre muchos otros comentarios.

En esta oportunidad quiero centrarme en la inteligencia emocional, como un elemento que todos los seres humanos, independientemente de la edad, las condiciones sociales, económicas y culturales, tenemos que trabajar permanentemente.

De acuerdo con el psicólogo y especialista en la materia, Daniel Goleman, la inteligencia emocional es la capacidad de ser inteligente utilizando nuestras emociones, es decir, entender lo que sentimos y cómo se sienten los demás, a fin de manejar adecuadamente las relaciones interpersonales.

El autor del bestseller “La Inteligencia Emocional: Por qué es más importante que el Cociente Intelectual”, señala que este tipo de inteligencia tiene que ver más con las habilidades personales y no tanto con el proceso de aprendizaje académico, en pocas palabras, cómo nos manejamos en lo individual y cómo trabajamos las relaciones sociales.

Para Goleman existen 4 elementos para poder desarrollarla:

1. Conciencia de uno mismo: identificar y saber lo que sentimos, por qué lo sentimos y determinar sus consecuencias.

2. Gestionarse a uno mismo: se refiere a ser capaz de cumplir las metas, ser positivos ante los contratiempos, controlar las emociones perturbadoras para que no sean destructivas e impidan lograr objetivos.

3. Empatía: permite entender cómo se sienten los demás o el punto de vista del otro. Normalmente las personas no dicen todo con palabras, lo hacen mediante el lenguaje no verbal o modulando su tono de voz, y en muchos casos ni siquiera expresan su sentir.

4. Manejar bien las relaciones: colaborar, ser bueno en un equipo, resolver conflictos, influenciar a las personas, persuadir, comunicarse bien y escuchar.

Estos 4 puntos nos permiten comprender que cada emoción tiene su lugar, su importancia y sucede por algún motivo, lo relevante es contar con las capacidades para poder canalizarlas, que no sean excesivas, inapropiadas o tóxicas. El especialista señala que no se puede controlar lo que se va a sentir, sin embargo, sí se puede controlar lo que sucederá después.

Como reflexión vale la pena preguntarnos: ¿Qué nos dicen las emociones? ¿Cuánto tiempo dura una reacción emocional? ¿Cómo las manejamos y seguimos adelante?

Y tú, ¿cómo trabajas tu inteligencia emocional? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como mencionó el psicólogo Daniel Goleman: “Lo que realmente importa para el éxito, el carácter, la felicidad y los logros vitales es un conjunto definido de habilidades sociales, no sólo habilidades cognitivas, que son medidas por pruebas convencionales de cociente intelectual.

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