/ jueves 8 de febrero de 2018

La “heridas” del PAN

Además de lidiar con el contrincante con mayor empuje en este momento como es Morena producto del efecto Andrés Manuel López Obrador, el PAN y debe trabajar a fondo para “sanar” heridas internas entre morenovallistas y yunquistas o panistas tradicionales.

El tema surge por lo ocurrido el pasado viernes durante la visita a Puebla del precandidato presidencial, Ricardo Anaya, y de las recientes declaraciones de Eduardo Rivera, próximo contendiente a edil capitalino.

Los que estuvieron presentes la tarde del dos de febrero en el salón Country dieron cuenta de la división y recelo que existe entre ambos grupos que puede afectar el proyecto para que Acción Nacional y sus aliados partidistas, refrenden el control de la administración del estado y del municipio de Puebla.

Cuentan los enterados que la indiferencia fue total.

Las tres primeras filas fueron destinadas al panismo morenovallista y el resto, fue paras yunquistas o lalistas así como a los demás simpatizantes.

Incluso hubo complicaciones para ponerse de acuerdo en los discursos y la manera de desarrollar el evento.

El pacto de sumar esfuerzos entre la precandidatura a la gubernatura, Martha Erika Alonso y Rivera Pérez va en serio pero aún no cuaja al 100 por ciento entre sus bandos.

Los agravios están más presentes que nunca y no se observa, por ahora, que todo quede en el olvido.

Se requiere de una “manotazo” en la mesa a efecto que atrás quede la historia amarga que sufrieron los panistas tradicionales por parte de morenovallismo durante los últimos siete años.

Eduardo Rivera Pérez debe cooperar en esa tarea.

Más allá de reconocer a Martha Erika Alonso como la próxima candidata a la gubernatura, debiera ser prudente –por el bien de la alianza de Acción Nacional- en sus palabras con relación al caso Rafael Moreno Valle.

Está visto por el momento que el ex gobernador de Puebla no será visible en los actos proselitistas de la coalición “Por Puebla al Frente” por así convenir a los intereses de su esposa.

Entonces no tiene sentido que Rivera Pérez declare que no tendrá trato alguno con quien ha sido un “dique” en sus aspiraciones política.

Lo mejor que puede es impulsar un discurso conciliador aunque en la práctica no quiera saber nada de Moreno Valle. La ropa sucia se lava en casa.

El enemigo a vencer se llama Morena.

La gira proselitista de cinco días por suelo poblano de Andrés Manuel López Obrador da muestra que viene un tsunami que pude ser un dolor de cabeza para Martha Erika Alonso y Eduardo Rivera.

Lo mejor será replantear la estrategia, sanar de fondo heridas de fondo entre panistas y sumar esfuerzos en una misma línea.

Significa también fortalecer el equipo de trabajo de Martha Erika Alonso.

Oficialmente la precandidata no tiene un coordinador de campaña aunque esa función la lleva a cabo Jorge David Rosas, ex titular del DIF estatal en el sexenio pasado y actual director General del Organismo Público Descentralizado de Ciudad Modelo.

**

El pasado martes en este mismo espacio, comenté acerca de la posible llegada de Martha Huerta Hernández como directora del Instituto Tecnológico Superior de San Martín Texmelucan, tras salida de Guillermo Almazán para irse como responsable del campus de Atlixco.

Se tenía previsto que su nombramiento fuera precisamente ese día pero no fue así. Tal parece que puede existir un replanteamiento y sea nombrada otra persona que cubra el perfil académico que requiere la institución.


Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Además de lidiar con el contrincante con mayor empuje en este momento como es Morena producto del efecto Andrés Manuel López Obrador, el PAN y debe trabajar a fondo para “sanar” heridas internas entre morenovallistas y yunquistas o panistas tradicionales.

El tema surge por lo ocurrido el pasado viernes durante la visita a Puebla del precandidato presidencial, Ricardo Anaya, y de las recientes declaraciones de Eduardo Rivera, próximo contendiente a edil capitalino.

Los que estuvieron presentes la tarde del dos de febrero en el salón Country dieron cuenta de la división y recelo que existe entre ambos grupos que puede afectar el proyecto para que Acción Nacional y sus aliados partidistas, refrenden el control de la administración del estado y del municipio de Puebla.

Cuentan los enterados que la indiferencia fue total.

Las tres primeras filas fueron destinadas al panismo morenovallista y el resto, fue paras yunquistas o lalistas así como a los demás simpatizantes.

Incluso hubo complicaciones para ponerse de acuerdo en los discursos y la manera de desarrollar el evento.

El pacto de sumar esfuerzos entre la precandidatura a la gubernatura, Martha Erika Alonso y Rivera Pérez va en serio pero aún no cuaja al 100 por ciento entre sus bandos.

Los agravios están más presentes que nunca y no se observa, por ahora, que todo quede en el olvido.

Se requiere de una “manotazo” en la mesa a efecto que atrás quede la historia amarga que sufrieron los panistas tradicionales por parte de morenovallismo durante los últimos siete años.

Eduardo Rivera Pérez debe cooperar en esa tarea.

Más allá de reconocer a Martha Erika Alonso como la próxima candidata a la gubernatura, debiera ser prudente –por el bien de la alianza de Acción Nacional- en sus palabras con relación al caso Rafael Moreno Valle.

Está visto por el momento que el ex gobernador de Puebla no será visible en los actos proselitistas de la coalición “Por Puebla al Frente” por así convenir a los intereses de su esposa.

Entonces no tiene sentido que Rivera Pérez declare que no tendrá trato alguno con quien ha sido un “dique” en sus aspiraciones política.

Lo mejor que puede es impulsar un discurso conciliador aunque en la práctica no quiera saber nada de Moreno Valle. La ropa sucia se lava en casa.

El enemigo a vencer se llama Morena.

La gira proselitista de cinco días por suelo poblano de Andrés Manuel López Obrador da muestra que viene un tsunami que pude ser un dolor de cabeza para Martha Erika Alonso y Eduardo Rivera.

Lo mejor será replantear la estrategia, sanar de fondo heridas de fondo entre panistas y sumar esfuerzos en una misma línea.

Significa también fortalecer el equipo de trabajo de Martha Erika Alonso.

Oficialmente la precandidata no tiene un coordinador de campaña aunque esa función la lleva a cabo Jorge David Rosas, ex titular del DIF estatal en el sexenio pasado y actual director General del Organismo Público Descentralizado de Ciudad Modelo.

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El pasado martes en este mismo espacio, comenté acerca de la posible llegada de Martha Huerta Hernández como directora del Instituto Tecnológico Superior de San Martín Texmelucan, tras salida de Guillermo Almazán para irse como responsable del campus de Atlixco.

Se tenía previsto que su nombramiento fuera precisamente ese día pero no fue así. Tal parece que puede existir un replanteamiento y sea nombrada otra persona que cubra el perfil académico que requiere la institución.


Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc