/ martes 2 de enero de 2024

La importancia de la cultura cívica este 2024 

Finalmente llegó el año nuevo y con él un año trascendental para nuestro país, pues estamos a tan solo cinco meses del proceso electoral más grande que se haya celebrado en México hasta el momento, fechado para el próximo del 2 de junio, mucho se ha discutido ya sobre la sucesión presidencial, pero al margen de la renovación de la máxima magistratura este proceso abarca mucho más de lo que nos imaginamos.

Dentro de todos los cargos que han de renovarse se encuentran también 128 escaños en la cámara de senadores y 500 curules dentro de la cámara de diputados, además de 8 gubernaturas en los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, así como la renovación de la jefatura de gobierno en la Ciudad de México, esto además de mil 807 presidencias municipales, y otros cargos como sindicaturas y regidurías, en total se elegirán 19 mil servidoras o servidores públicos el año entrante.

Es por ello que bajo el marco de lo antes descrito, resulta fundamental para la correcta conducción de la jornada electoral una buena organización, vigilancia y transparencia por parte de nuestras autoridades, algo que resulta obvio, pero eso corresponde únicamente a la mitad del éxito total de las elecciones en México, por otro lado, muy poco se habla de la otra mitad, la que corresponde precisamente a la ciudadanía que en su mayoría carece de una cultura cívica.

Para nadie es un secreto que la democracia per se se encuentra en un momento delicado incluso a nivel global, con casos puntuales como los procesos electorales celebrados a lo largo de estos años en Francia, Argentina, Brasil, Inglaterra y los Estados Unidos, en donde la ciudadanía pareciera no estar conforme con los resultados democráticos dados, más no con la democracia tal cual.

Volviendo al caso México, la polarización padecida a lo largo de estos años no coadyuva a una sana convivencia cívica entre todas y todos nosotros, si a esto le sumamos la falta de interés que el electorado ha demostrado para con su clase política, la situación no hace más que agravarse, esto basado en las altas tasas de abstencionismo registradas en nuestro país, incluso en la concurrida elección del 2018.

Existe un dicho que dice que sobre la mesa no se habla de religión, fútbol, ni política, y debemos quitarnos el tabú para dialogar siempre bajo la vía del respeto, acerca de nuestro entorno, sobre el acontecer del país, nuestra situación actual y hacia donde estamos yendo, es vital para las siguientes elecciones que nos informemos bien y razonemos nuestro voto en función de nuestra realidad, sin tomar en cuenta lo superfluo, si este candidato está guapo o si esta candidata me cae bien pero nunca votaría por su partido.

La democracia le ha costado a este país, tiempo, dinero, esfuerzo y hasta sangre, y es no solo nuestro derecho sino nuestra obligación el participar responsablemente en los comicios de este año, pues para mejorar como nación no podemos vivir en la ignorancia cívica, ni quejándonos por lo que pasa cuando en el momento clave no hacemos nada al respecto.

Nuestro padrón electoral está conformado por más de 90 millones de electores que tendrán en unos cuantos meses la oportunidad de elegir lo que quieren, como se dice por ahí el pueblo pone y el pueblo quita, hagamos valer nuestra libertad de decidir.


Finalmente llegó el año nuevo y con él un año trascendental para nuestro país, pues estamos a tan solo cinco meses del proceso electoral más grande que se haya celebrado en México hasta el momento, fechado para el próximo del 2 de junio, mucho se ha discutido ya sobre la sucesión presidencial, pero al margen de la renovación de la máxima magistratura este proceso abarca mucho más de lo que nos imaginamos.

Dentro de todos los cargos que han de renovarse se encuentran también 128 escaños en la cámara de senadores y 500 curules dentro de la cámara de diputados, además de 8 gubernaturas en los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, así como la renovación de la jefatura de gobierno en la Ciudad de México, esto además de mil 807 presidencias municipales, y otros cargos como sindicaturas y regidurías, en total se elegirán 19 mil servidoras o servidores públicos el año entrante.

Es por ello que bajo el marco de lo antes descrito, resulta fundamental para la correcta conducción de la jornada electoral una buena organización, vigilancia y transparencia por parte de nuestras autoridades, algo que resulta obvio, pero eso corresponde únicamente a la mitad del éxito total de las elecciones en México, por otro lado, muy poco se habla de la otra mitad, la que corresponde precisamente a la ciudadanía que en su mayoría carece de una cultura cívica.

Para nadie es un secreto que la democracia per se se encuentra en un momento delicado incluso a nivel global, con casos puntuales como los procesos electorales celebrados a lo largo de estos años en Francia, Argentina, Brasil, Inglaterra y los Estados Unidos, en donde la ciudadanía pareciera no estar conforme con los resultados democráticos dados, más no con la democracia tal cual.

Volviendo al caso México, la polarización padecida a lo largo de estos años no coadyuva a una sana convivencia cívica entre todas y todos nosotros, si a esto le sumamos la falta de interés que el electorado ha demostrado para con su clase política, la situación no hace más que agravarse, esto basado en las altas tasas de abstencionismo registradas en nuestro país, incluso en la concurrida elección del 2018.

Existe un dicho que dice que sobre la mesa no se habla de religión, fútbol, ni política, y debemos quitarnos el tabú para dialogar siempre bajo la vía del respeto, acerca de nuestro entorno, sobre el acontecer del país, nuestra situación actual y hacia donde estamos yendo, es vital para las siguientes elecciones que nos informemos bien y razonemos nuestro voto en función de nuestra realidad, sin tomar en cuenta lo superfluo, si este candidato está guapo o si esta candidata me cae bien pero nunca votaría por su partido.

La democracia le ha costado a este país, tiempo, dinero, esfuerzo y hasta sangre, y es no solo nuestro derecho sino nuestra obligación el participar responsablemente en los comicios de este año, pues para mejorar como nación no podemos vivir en la ignorancia cívica, ni quejándonos por lo que pasa cuando en el momento clave no hacemos nada al respecto.

Nuestro padrón electoral está conformado por más de 90 millones de electores que tendrán en unos cuantos meses la oportunidad de elegir lo que quieren, como se dice por ahí el pueblo pone y el pueblo quita, hagamos valer nuestra libertad de decidir.