/ viernes 19 de marzo de 2021

La visita de Barbosa a Palacio Nacional

El tema de la inacabada reconstrucción de inmuebles por los daños derivados del sismo de 2017 es un asunto importante para el estado; la pandemia lo es aún más, pero la visita de Miguel Barbosa a Palacio Nacional del miércoles pasado levantó interés en una clase política poblana que se preguntó si el gobernador habría conversado con Andrés Manuel López Obrador acerca de la definición de candidaturas en Morena, sobre todo la de presidente municipal de Puebla.

Un par de meses atrás, en entrevista con este diario, Barbosa describió a Morena como un partido caótico y desacreditó a los aspirantes a diputados federales que en ese entonces se habían registrado para tratar de obtener una candidatura, al llamarlos “medianitos”, lo que confirmó, como él mismo expuso en esa charla, que carecía de voz de mando para decidir las postulaciones en el instituto político presidencial.

“Yo debería tener opinión, no derecho de definición, en mi partido, pero debo de tener opinión, eso sí, pero el derecho a definir no, porque no es así Morena y qué bueno que no sea así”, declaró en la entrevista que se publicó el 21 de enero.

“Morena tuvo que haberse institucionalizado después del 2018, debió haber renovado sus órganos inmediatamente después para tener en órganos de dirección a toda esta gente que ganó en 2018”, agregó el gobernador, “pero se quedó con los mismos que estaban desde años anteriores, con un nivel de radicalismo muy especial y su forma de hacer política, y tienen en un caos al partido.”

Ese caos, abundó, provocaría falta de eficiencia y de efectividad electoral: “Tú ve los aspirantes que se registraron para ser candidatos a diputados federales, medianitos todos.”

Después de eso expresó su punto de vista en torno a la alcaldía de la capital, con palabras que se entendieron como una alusión directa a las aspiraciones de Claudia Rivera:

“Yo espero que Morena compita con quien mejor pueda ganar o quien mejor pueda competir y para ello quien mejor pueda competir es quien tenga mejor nivel de aceptación, mejor nivel de evaluación.

“Que sea el perfil que requiere la sociedad, no el partido, porque estás compitiendo frente a una sociedad, no te están eligiendo para un cargo partidario (…) Si quien quiere competir tienen niveles altos de aceptación, de evaluación social, de honradez, de sentido político, que lo haga, si no, no.”

Claudia Rivera tiene su principal fortaleza, precisamente, en el partido, a diferencia de Gabriel Biestro, que hasta este jueves lamentaba en público la tardanza y la falta de transparencia en el proceso de designación del candidato.

Ávidos de información, los reporteros le preguntaron a Barbosa en la mañanera si había tratado ese asunto con el mandatario mexicano. Por supuesto, respondió que no, que solo habían conversado sobre la reconstrucción de inmuebles dañados por el sismo, pero la duda persiste.

Mario Delgado, presidente nacional de Morena, no resultó ser el interlocutor que el inquilino de Casa Aguayo esperaba para incidir en las postulaciones, de ahí que adquiriera mayor relevancia el encuentro del miércoles con López Obrador.

Tener de frente al mandatario, aunque fuese unos minutos, pudo haber sido la última oportunidad del Ejecutivo estatal para colocar a Gabriel Biestro en las boletas electorales.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

El tema de la inacabada reconstrucción de inmuebles por los daños derivados del sismo de 2017 es un asunto importante para el estado; la pandemia lo es aún más, pero la visita de Miguel Barbosa a Palacio Nacional del miércoles pasado levantó interés en una clase política poblana que se preguntó si el gobernador habría conversado con Andrés Manuel López Obrador acerca de la definición de candidaturas en Morena, sobre todo la de presidente municipal de Puebla.

Un par de meses atrás, en entrevista con este diario, Barbosa describió a Morena como un partido caótico y desacreditó a los aspirantes a diputados federales que en ese entonces se habían registrado para tratar de obtener una candidatura, al llamarlos “medianitos”, lo que confirmó, como él mismo expuso en esa charla, que carecía de voz de mando para decidir las postulaciones en el instituto político presidencial.

“Yo debería tener opinión, no derecho de definición, en mi partido, pero debo de tener opinión, eso sí, pero el derecho a definir no, porque no es así Morena y qué bueno que no sea así”, declaró en la entrevista que se publicó el 21 de enero.

“Morena tuvo que haberse institucionalizado después del 2018, debió haber renovado sus órganos inmediatamente después para tener en órganos de dirección a toda esta gente que ganó en 2018”, agregó el gobernador, “pero se quedó con los mismos que estaban desde años anteriores, con un nivel de radicalismo muy especial y su forma de hacer política, y tienen en un caos al partido.”

Ese caos, abundó, provocaría falta de eficiencia y de efectividad electoral: “Tú ve los aspirantes que se registraron para ser candidatos a diputados federales, medianitos todos.”

Después de eso expresó su punto de vista en torno a la alcaldía de la capital, con palabras que se entendieron como una alusión directa a las aspiraciones de Claudia Rivera:

“Yo espero que Morena compita con quien mejor pueda ganar o quien mejor pueda competir y para ello quien mejor pueda competir es quien tenga mejor nivel de aceptación, mejor nivel de evaluación.

“Que sea el perfil que requiere la sociedad, no el partido, porque estás compitiendo frente a una sociedad, no te están eligiendo para un cargo partidario (…) Si quien quiere competir tienen niveles altos de aceptación, de evaluación social, de honradez, de sentido político, que lo haga, si no, no.”

Claudia Rivera tiene su principal fortaleza, precisamente, en el partido, a diferencia de Gabriel Biestro, que hasta este jueves lamentaba en público la tardanza y la falta de transparencia en el proceso de designación del candidato.

Ávidos de información, los reporteros le preguntaron a Barbosa en la mañanera si había tratado ese asunto con el mandatario mexicano. Por supuesto, respondió que no, que solo habían conversado sobre la reconstrucción de inmuebles dañados por el sismo, pero la duda persiste.

Mario Delgado, presidente nacional de Morena, no resultó ser el interlocutor que el inquilino de Casa Aguayo esperaba para incidir en las postulaciones, de ahí que adquiriera mayor relevancia el encuentro del miércoles con López Obrador.

Tener de frente al mandatario, aunque fuese unos minutos, pudo haber sido la última oportunidad del Ejecutivo estatal para colocar a Gabriel Biestro en las boletas electorales.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx