/ viernes 16 de agosto de 2019

Los pasos de Claudia

Conocedora en captar y difundir información de Puebla en cuanto al territorio, los recursos, la población y la economía, que permite dar conocer las características del estado y ayuda a la toma de decisiones, trabajó durante años en el Inegi, la economista Claudia Rivera Vivanco no ha cumplido con las expectativas ni ha dado los resultados a los que se comprometió cuando fue electa.

Sus conocimientos y su honestidad no han sido suficientes para administrar óptimamente la ciudad que gobierna, que por densidad y PIB es más importante que varios estados de la República y una de las cuatro principales capitales del país.

El título de esta colaboración evoca a Los pasos de López, una extraordinaria novela de Jorge Ibargüengoitia contextualizada en los tiempos de la Independencia, precisamente en la primera transformación a la que hace referencia el presidente López Obrador.

Claudia Rivera parece que gobierna a Puebla en la 1T.

Basta con caminar por sus calles en el Centro Histórico, en las colonias clase medieras y en las zonas populares para detectar que los servicios públicos son deficientes.

El siguiente enlistado de problemas es reconocido por funcionarios y regidores:

Los pavimentos en general están en pésimo estado; hay bloqueos y lugares intransitables en distintos rumbos de la ciudad, algunos por obras mal planeadas y retrasos en su construcción; prevalecen los reclamos por la inseguridad pública en toda la escala de niveles sociales y en las juntas auxiliares.

Los vendedores ambulantes invaden el Centro Histórico y se encuentran en cualquier calle, escuela u hospital de la ciudad; el alumbrado público es deficiente y la empresa encargada no cumple con sus compromisos; las banquetas están destrozadas, son trampas para quienes caminan por ellas; la semaforización es deficiente y a pesar de que tuvo trabajo coordinado con la anterior administración estatal no multiplicó los resultados.

Viajó a Viena y prometió que lo visto en la reunión mundial de Ciudades Patrimonio lo implementaría aquí. No hay nada.

Lo peor, se le pasó el tiempo para echarle la culpa de la pésima calidad de los servicios y seguridad a las administraciones anteriores.

Está a dos meses de cumplir su primer año y la curva de aprendizaje ha sido costosa y sin resultados.

Preocupa ahora el reto de vencidas con el nuevo gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, quien militante de su partido, Morena, no está dispuesto a consentir caprichos y decisiones de Claudia Rivera y actuará en consecuencia.

Por ejemplo, el miércoles pasado la columna Templo Mayor de Reforma publicó información que es la visión que tiene la presidenta municipal, quien la compartió en días pasados en una reunión en la CDMX con el senador suplente del líder de Morena en la Cámara, Alejandro Rojas Díaz Durán.

“POR LO VISTO allá en Puebla el morenista Miguel Barbosa quiere aplicar el plan de seguridad PMP (Por Mis Pistolas), pues sin mediar diálogo ni ley alguna pretende arrebatarles el control de las fuerzas policiacas a los alcaldes.
“EL FLAMANTE gobernador anunció que firmaría con ellos un ´convenio´, en el cual no tienen nada que convenir pues lo tienen que aceptar sí o sí. De hecho, la presidenta municipal de la capital poblana, Claudia Rivera Vivanco, ha intentado dar la pelea, pero su compañero de partido, en plan de emperador y no de gobernador, le mandó decir que no va a alegar y que firma o firma.
“¿Y EN QUÉ consiste el plan de Barbosa? Pues por lo pronto en comprar ¡mil patrullas! que seguramente no les devolverán la tranquilidad a los poblanos, pero sin duda harán feliz a algún contratista”. Información con dedicatoria y remitente.

Delicado que la alcaldesa rete al gobernador, quien acaba de entrar, porque no habrá coordinación entre sus gestiones y augura más problemas.

Los afectados seremos los ciudadanos.

Otro dato de la fallida gestión lo dio esta semana el regidor Jacobo Ordaz, quien declaró a E-Consulta que “a un mil 115 millones de pesos ascienden los recursos que el Ayuntamiento de Puebla aún no ejerce a cuatro meses de que concluya el año”. Ese monto representa 130 millones de pesos extra de los reportados entre abril y julio pasados, lo que equivale a 13 por ciento más.

La cantidad que el ayuntamiento de Puebla no ha ejercido hasta ahora equivale a una cuarta parte del presupuesto de la capital para este año, que es de poco más de 5 mil millones de pesos.

No hay acciones que resuelvan problemas porque no se ejerce el gasto y el dinero está en las arcas municipales a mes y medio de que concluya el plazo para licitaciones de infraestructura y bacheo. Los funcionarios justifican que los recursos están etiquetados. ¿Para qué? Nadie lo explica.

Si cuentan con fondos, deben ejercerlos, el gobierno está para gastar bien y debe aplicarlos para atender reclamos y necesidades de los poblanos.

Hasta ahora, Rivera no ha estado a la altura de la responsabilidad que le dieron los votantes.

Podrá echarle la culpa a su equipo, a las presiones del gobernador, a la herencia que recibió, pero ella se comprometió a gobernar esta ciudad y es la responsable de los resultados.

Su capacidad como economista no está en duda, pero las soluciones que da el gobierno de Rivera Vivanco dejan mucho que desear, son de la 1T cuando Puebla ya era una gran ciudad.

Por eso, padecemos Los pasos de Claudia.

De las anécdotas que se cuentan

Aquella mañana irrumpió la edil Claudia Rivera en una oficina pública con el entusiasmo que la caracteriza.

Saludó a todos, se despidió y salió al encuentro del alto funcionario que la había convocado.

Después del apretón de manos y el adiós, comentó quien fue la administradora de Martha Erika Alonso en el DIF.

-Quién lo iba a decir, la ahora presidenta municipal era la árbitro de nuestros partidos de futbol- añoró y recordó que la gobernadora era una entusiasta futbolista.

-Le pagábamos 30 pesos por partido, si hubiéramos sabido, le habríamos dado más- reflexionó.

En ese momento, Claudia Rivera, presidenta, ya estaba en otra oficina.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Conocedora en captar y difundir información de Puebla en cuanto al territorio, los recursos, la población y la economía, que permite dar conocer las características del estado y ayuda a la toma de decisiones, trabajó durante años en el Inegi, la economista Claudia Rivera Vivanco no ha cumplido con las expectativas ni ha dado los resultados a los que se comprometió cuando fue electa.

Sus conocimientos y su honestidad no han sido suficientes para administrar óptimamente la ciudad que gobierna, que por densidad y PIB es más importante que varios estados de la República y una de las cuatro principales capitales del país.

El título de esta colaboración evoca a Los pasos de López, una extraordinaria novela de Jorge Ibargüengoitia contextualizada en los tiempos de la Independencia, precisamente en la primera transformación a la que hace referencia el presidente López Obrador.

Claudia Rivera parece que gobierna a Puebla en la 1T.

Basta con caminar por sus calles en el Centro Histórico, en las colonias clase medieras y en las zonas populares para detectar que los servicios públicos son deficientes.

El siguiente enlistado de problemas es reconocido por funcionarios y regidores:

Los pavimentos en general están en pésimo estado; hay bloqueos y lugares intransitables en distintos rumbos de la ciudad, algunos por obras mal planeadas y retrasos en su construcción; prevalecen los reclamos por la inseguridad pública en toda la escala de niveles sociales y en las juntas auxiliares.

Los vendedores ambulantes invaden el Centro Histórico y se encuentran en cualquier calle, escuela u hospital de la ciudad; el alumbrado público es deficiente y la empresa encargada no cumple con sus compromisos; las banquetas están destrozadas, son trampas para quienes caminan por ellas; la semaforización es deficiente y a pesar de que tuvo trabajo coordinado con la anterior administración estatal no multiplicó los resultados.

Viajó a Viena y prometió que lo visto en la reunión mundial de Ciudades Patrimonio lo implementaría aquí. No hay nada.

Lo peor, se le pasó el tiempo para echarle la culpa de la pésima calidad de los servicios y seguridad a las administraciones anteriores.

Está a dos meses de cumplir su primer año y la curva de aprendizaje ha sido costosa y sin resultados.

Preocupa ahora el reto de vencidas con el nuevo gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, quien militante de su partido, Morena, no está dispuesto a consentir caprichos y decisiones de Claudia Rivera y actuará en consecuencia.

Por ejemplo, el miércoles pasado la columna Templo Mayor de Reforma publicó información que es la visión que tiene la presidenta municipal, quien la compartió en días pasados en una reunión en la CDMX con el senador suplente del líder de Morena en la Cámara, Alejandro Rojas Díaz Durán.

“POR LO VISTO allá en Puebla el morenista Miguel Barbosa quiere aplicar el plan de seguridad PMP (Por Mis Pistolas), pues sin mediar diálogo ni ley alguna pretende arrebatarles el control de las fuerzas policiacas a los alcaldes.
“EL FLAMANTE gobernador anunció que firmaría con ellos un ´convenio´, en el cual no tienen nada que convenir pues lo tienen que aceptar sí o sí. De hecho, la presidenta municipal de la capital poblana, Claudia Rivera Vivanco, ha intentado dar la pelea, pero su compañero de partido, en plan de emperador y no de gobernador, le mandó decir que no va a alegar y que firma o firma.
“¿Y EN QUÉ consiste el plan de Barbosa? Pues por lo pronto en comprar ¡mil patrullas! que seguramente no les devolverán la tranquilidad a los poblanos, pero sin duda harán feliz a algún contratista”. Información con dedicatoria y remitente.

Delicado que la alcaldesa rete al gobernador, quien acaba de entrar, porque no habrá coordinación entre sus gestiones y augura más problemas.

Los afectados seremos los ciudadanos.

Otro dato de la fallida gestión lo dio esta semana el regidor Jacobo Ordaz, quien declaró a E-Consulta que “a un mil 115 millones de pesos ascienden los recursos que el Ayuntamiento de Puebla aún no ejerce a cuatro meses de que concluya el año”. Ese monto representa 130 millones de pesos extra de los reportados entre abril y julio pasados, lo que equivale a 13 por ciento más.

La cantidad que el ayuntamiento de Puebla no ha ejercido hasta ahora equivale a una cuarta parte del presupuesto de la capital para este año, que es de poco más de 5 mil millones de pesos.

No hay acciones que resuelvan problemas porque no se ejerce el gasto y el dinero está en las arcas municipales a mes y medio de que concluya el plazo para licitaciones de infraestructura y bacheo. Los funcionarios justifican que los recursos están etiquetados. ¿Para qué? Nadie lo explica.

Si cuentan con fondos, deben ejercerlos, el gobierno está para gastar bien y debe aplicarlos para atender reclamos y necesidades de los poblanos.

Hasta ahora, Rivera no ha estado a la altura de la responsabilidad que le dieron los votantes.

Podrá echarle la culpa a su equipo, a las presiones del gobernador, a la herencia que recibió, pero ella se comprometió a gobernar esta ciudad y es la responsable de los resultados.

Su capacidad como economista no está en duda, pero las soluciones que da el gobierno de Rivera Vivanco dejan mucho que desear, son de la 1T cuando Puebla ya era una gran ciudad.

Por eso, padecemos Los pasos de Claudia.

De las anécdotas que se cuentan

Aquella mañana irrumpió la edil Claudia Rivera en una oficina pública con el entusiasmo que la caracteriza.

Saludó a todos, se despidió y salió al encuentro del alto funcionario que la había convocado.

Después del apretón de manos y el adiós, comentó quien fue la administradora de Martha Erika Alonso en el DIF.

-Quién lo iba a decir, la ahora presidenta municipal era la árbitro de nuestros partidos de futbol- añoró y recordó que la gobernadora era una entusiasta futbolista.

-Le pagábamos 30 pesos por partido, si hubiéramos sabido, le habríamos dado más- reflexionó.

En ese momento, Claudia Rivera, presidenta, ya estaba en otra oficina.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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