/ sábado 12 de junio de 2021

Perdedor y ninguneado el PRI en esta elección... ¡y lo que falta!

Sólo hay que leer y escuchar las noticias después de la elección para aceptar que el PRI es ninguneado por el PAN, quien se atribuye los triunfos aunque esto sea una verdad a medias, porque si no hubieran hecho coalición, ambos institutos habrían disminuido no solo el número de posiciones, sino también la votación que por cierto aun así, bajó en el blanquiazul en un 30% y en el tricolor en un 26%. Este último es de pena ajena, pues ni siquiera es mencionado cuando el PAN habla de lo conquistado. De ahí que es bien visto por muchos priistas desencantados, el que algunos ex gobernadores y gurús nacionales estén pidiendo a gritos una nueva dirigencia en el CEN, pues solo comenzando a partir de hoy la nueva reconstrucción, y eliminando a Alito, tan proclive a acuerdos por debajo de la mesa, se podría conservar lo que aún queda del mismo. Y a ello empiezan a unirse voces poblanas que piden lo mismo para su actual dirigencia estatal a cargo de Néstor Camarillo.

Pero vayamos por partes. Aquí el PRI tuvo en esta elección otro serio descalabro pues en comparación con el 2018, un total (según el PREP) de 127 mil 492 poblanos dejaron de votar por él, o sea que sigue cayendo, producto del hartazgo de presidencias pasadas, de corrupción, de divisiones internas, de presidentes locales sin ideas ni trabajo para sacarlo adelante ante la irrupción de partidos y partiditos de nueva creación; imposición de candidatos; agandalle de viejos priistas, y otros motivos ya conocidos.

Aquí en Puebla, la participación en una alianza antes impensable con partidos como el PAN y el PRD le dio una nueva sacudida. Tan es así que de las 80 alcaldías que gobernaba el PRI ahora solo tendrá 38, número que puede cambiar -aunque no significativamente-, por impugnaciones en marcha, inconformidades de otros partidos y aún de este mismo. Desde que se tuvo conocimiento de coalición, en el partido empezó la reprobación de parte de sus simpatizantes que por ello le dieron la espalda. Durante muchos años los agravios entre los azules y tricolores han sido de antología y verlos ahora juntos, era para ellos un sacrilegio. Ahora les deja una amarga experiencia que sin duda se debe analizar a fondo.

Tampoco fue bien aceptado que desde el inicio de alianza la distribución de candidaturas, especialmente en la planilla del próximo alcalde Eduardo Rivera, el PRI fuera tratado como partido de segunda, dándole solo migajas, pues en el nuevo cabildo solo aparecerán tres tricolores. Y para colmo éstos con un pobre historial en materia política, amén de escasa experiencia, hijos de rancios priistas que de esta manera cobran su tajada. Así que el mismo partido lo deja sin regidores que puedan tener alguna influencia en las decisiones que se tomen. En el congreso del Estado también las posiciones quedaron, en su mayoría en MORENA y sus aliados, y el resto entre los “bonsái. Para el PRI además de Jorge Estefan Chidiac que es plurinominal, pocos serán los que sumen su bancada. En el ámbito federal, solo habrá cuatro poblanos, Blanca Alcalá, Javier Casique, Ignacio Mier y Lázaro Jiménez, quienes por cierto llegan por la figura de representación proporcional, o sea como premio.

Y AUN ASÍ, YA FESTINAN UNA POSIBLE “REPETICIÓN DE ALIANZA”

Y aún con los pobres resultados electorales alcanzados, su presidente estatal Néstor Camarillo y los del PAN y PRD, salen a presumir logros y a festinar otra posible alianza para 2024, cuando quedan tanto a deber a sus militantes y a la ciudadanía. Aunque las uniones no son nuevas, pues sólo hay que recordar que fue el ex gobernador Rafael Moreno Valle quien las impulsó en Puebla, llevándolas a cabo entre éstas dos fuerzas y varios “bonsái”, algunos de los cuales fueron de su creación e impulso. Todo para ganarle al PRI, mientras este último solo lo hacía con pequeños satélites que en poco contribuyeron a su crecimiento.

Eso de las alianzas tiene su historia, y lo cuestionable es que sabiendo el PRI como se realizan y sus resultados, tan nefastos para él, como los de esta elección, no solo se hayan aventurado a realizarla, sino además ahora diga que podría “repetirla”. Y no está mal que así fuera, pero con fuerzas con el que tenga identificación e ideología similar y no tan dispar como con el PAN que demostrado está, que le está “comiendo el mandado”. ¿O no?.

¿LE HARÁN CASO AL COQUETEO DE AMLO?

Tal parece que ante la debilidad que ahora está mostrando el PRI, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y sus alfiles como Ignacio Mier Velazco, están pensando ( y así lo dicen públicamente) en “comprar” a los diputados del PRI en la Cámara de diputados, y a sus patrones en el Comité Ejecutivo Nacional, para lograr la construcción de acuerdos que le permitirían una mayoría calificada, para seguir impulsando las reformas constitucionales que tienen en su agenda.

Por ello el morenista líder de la Cámara de diputados externa su confianza en esta “compra”, que va en contra de la democracia expresando que en el PRI muchos de sus cuadros son gente que es “sensible a un criterio de transformación”. “Es una nueva generación y nosotros la vamos a buscar para lograr muchas reformas” asegura. Y sin el menor rubor y sensibilidad afirma, “aunque no para el presupuesto porque esto lo haremos solos.” O sea sólo para lo que les convenga. Y a ello de inmediato el líder actual Alejandro Moreno “Alito”, no le da una negativa sino casi de rodillas le responde como la canción: “quizás, quizás, quizás”, iniciando con ello un repudiado coqueteo. Por ello es el momento de cambiar dirigente nacional sin duda.

mariagarciasolis@hotmail.com

Sólo hay que leer y escuchar las noticias después de la elección para aceptar que el PRI es ninguneado por el PAN, quien se atribuye los triunfos aunque esto sea una verdad a medias, porque si no hubieran hecho coalición, ambos institutos habrían disminuido no solo el número de posiciones, sino también la votación que por cierto aun así, bajó en el blanquiazul en un 30% y en el tricolor en un 26%. Este último es de pena ajena, pues ni siquiera es mencionado cuando el PAN habla de lo conquistado. De ahí que es bien visto por muchos priistas desencantados, el que algunos ex gobernadores y gurús nacionales estén pidiendo a gritos una nueva dirigencia en el CEN, pues solo comenzando a partir de hoy la nueva reconstrucción, y eliminando a Alito, tan proclive a acuerdos por debajo de la mesa, se podría conservar lo que aún queda del mismo. Y a ello empiezan a unirse voces poblanas que piden lo mismo para su actual dirigencia estatal a cargo de Néstor Camarillo.

Pero vayamos por partes. Aquí el PRI tuvo en esta elección otro serio descalabro pues en comparación con el 2018, un total (según el PREP) de 127 mil 492 poblanos dejaron de votar por él, o sea que sigue cayendo, producto del hartazgo de presidencias pasadas, de corrupción, de divisiones internas, de presidentes locales sin ideas ni trabajo para sacarlo adelante ante la irrupción de partidos y partiditos de nueva creación; imposición de candidatos; agandalle de viejos priistas, y otros motivos ya conocidos.

Aquí en Puebla, la participación en una alianza antes impensable con partidos como el PAN y el PRD le dio una nueva sacudida. Tan es así que de las 80 alcaldías que gobernaba el PRI ahora solo tendrá 38, número que puede cambiar -aunque no significativamente-, por impugnaciones en marcha, inconformidades de otros partidos y aún de este mismo. Desde que se tuvo conocimiento de coalición, en el partido empezó la reprobación de parte de sus simpatizantes que por ello le dieron la espalda. Durante muchos años los agravios entre los azules y tricolores han sido de antología y verlos ahora juntos, era para ellos un sacrilegio. Ahora les deja una amarga experiencia que sin duda se debe analizar a fondo.

Tampoco fue bien aceptado que desde el inicio de alianza la distribución de candidaturas, especialmente en la planilla del próximo alcalde Eduardo Rivera, el PRI fuera tratado como partido de segunda, dándole solo migajas, pues en el nuevo cabildo solo aparecerán tres tricolores. Y para colmo éstos con un pobre historial en materia política, amén de escasa experiencia, hijos de rancios priistas que de esta manera cobran su tajada. Así que el mismo partido lo deja sin regidores que puedan tener alguna influencia en las decisiones que se tomen. En el congreso del Estado también las posiciones quedaron, en su mayoría en MORENA y sus aliados, y el resto entre los “bonsái. Para el PRI además de Jorge Estefan Chidiac que es plurinominal, pocos serán los que sumen su bancada. En el ámbito federal, solo habrá cuatro poblanos, Blanca Alcalá, Javier Casique, Ignacio Mier y Lázaro Jiménez, quienes por cierto llegan por la figura de representación proporcional, o sea como premio.

Y AUN ASÍ, YA FESTINAN UNA POSIBLE “REPETICIÓN DE ALIANZA”

Y aún con los pobres resultados electorales alcanzados, su presidente estatal Néstor Camarillo y los del PAN y PRD, salen a presumir logros y a festinar otra posible alianza para 2024, cuando quedan tanto a deber a sus militantes y a la ciudadanía. Aunque las uniones no son nuevas, pues sólo hay que recordar que fue el ex gobernador Rafael Moreno Valle quien las impulsó en Puebla, llevándolas a cabo entre éstas dos fuerzas y varios “bonsái”, algunos de los cuales fueron de su creación e impulso. Todo para ganarle al PRI, mientras este último solo lo hacía con pequeños satélites que en poco contribuyeron a su crecimiento.

Eso de las alianzas tiene su historia, y lo cuestionable es que sabiendo el PRI como se realizan y sus resultados, tan nefastos para él, como los de esta elección, no solo se hayan aventurado a realizarla, sino además ahora diga que podría “repetirla”. Y no está mal que así fuera, pero con fuerzas con el que tenga identificación e ideología similar y no tan dispar como con el PAN que demostrado está, que le está “comiendo el mandado”. ¿O no?.

¿LE HARÁN CASO AL COQUETEO DE AMLO?

Tal parece que ante la debilidad que ahora está mostrando el PRI, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y sus alfiles como Ignacio Mier Velazco, están pensando ( y así lo dicen públicamente) en “comprar” a los diputados del PRI en la Cámara de diputados, y a sus patrones en el Comité Ejecutivo Nacional, para lograr la construcción de acuerdos que le permitirían una mayoría calificada, para seguir impulsando las reformas constitucionales que tienen en su agenda.

Por ello el morenista líder de la Cámara de diputados externa su confianza en esta “compra”, que va en contra de la democracia expresando que en el PRI muchos de sus cuadros son gente que es “sensible a un criterio de transformación”. “Es una nueva generación y nosotros la vamos a buscar para lograr muchas reformas” asegura. Y sin el menor rubor y sensibilidad afirma, “aunque no para el presupuesto porque esto lo haremos solos.” O sea sólo para lo que les convenga. Y a ello de inmediato el líder actual Alejandro Moreno “Alito”, no le da una negativa sino casi de rodillas le responde como la canción: “quizás, quizás, quizás”, iniciando con ello un repudiado coqueteo. Por ello es el momento de cambiar dirigente nacional sin duda.

mariagarciasolis@hotmail.com