La ratificación de Ignacio Mier Velazco como coordinador de los diputados de la bancada de MORENA en la próxima legislatura, debe verse desde muchas aristas. Una de las principales es que con tal posición mantiene una cercana relación con Andrés Manuel López Obrador y con ello seguirá teniendo un poder amplio. Asimismo logrará nuevas e importantes relaciones políticas. Su permanencia en “las grandes ligas”, por tres años más, lo fortalece en su proyecto de lograr la candidatura al gobierno del estado de Puebla para 2024.
Lo anterior no es cosa menor porque lo hace el más fuerte contendiente de Alejandro Armenta Mier por dicha posición en MORENA. De todos es sabido el interés del senador por ésta y del trabajo que realiza desde hace algún tiempo para ello. La lucha será Kramer Vs Kramer, ya que son primos y ambos tienen fuertes apoyos políticos a nivel nacional para llegar a la meta. Ojo, ninguno de los dos es el candidato del gobernador Barbosa, lo que hace que sus bonos vayan en ascenso. Ahora que depende también del trabajo que cada uno realice en los próximos tres años.
En el mundo político poblano, se le veía una ventaja inicial al senador Armenta, pero la ratificación de Mier a dicha coordinación viene a igualar posiciones y será difícil que candidatos de la aldea poblana de otros partidos, puedan empatar el poder y las posibilidades que ambos están acumulando. Pero aún falta tiempo para que lleguen a la consolidación de su proyecto, sin embargo por el momento corren paralelamente esta carrera. Por cierto no hay que perder de vista que don Ignacio, al ganar la votación con 158 sufragios de morenistas se comprometió ante ellos a la transformación y consolidación de esta nueva etapa de la vida pública de México. (Léase la 4 T).
EL FUTURISMO DE JUAN CARLOS NATALE Y EL PVEM A FAVOR DE MARCELO EBRARD
Muy sonada la comida realizada en días pasados por el canciller Marcelo Ebrard Casaubón en la que se hizo futurismo político, con miras al 2024, al sumarse así abiertamente a la lucha por la candidatura de MORENA a la presidencia de la República, después de que el Presidente lo incluyera en la adelantada lista. El poblano que presumió cercanía con el Secretario de Relaciones Exteriores, así como la invitación de éste a dicha reunión, fue el diputado federal plurinominal Juan Carlos Natale, quien a través de redes sociales confirmó además la asistencia de los más importantes líderes del Partido Verde Ecologista a este acto de “amigos”, y no solo eso, sino además aseguró que todos ellos le dieron un amplio respaldo al anfitrión, para la contienda presidencial.
El futurismo del Verde ha empezado y Juan Carlos, quien desde hace unos años trabaja para don Marcelo, sin que se supiera en qué posición, se auto destapa como uno de sus principales colaboradores en dicho proyecto, sumando a él a su primo Jaime Natale, a quien hace algunos meses, colocó como líder estatal del Verde e impulsó también como diputado pluri en el congreso del Estado, pues todo queda en familia. Así por el momento los bonos de Juan Carlos suben como la espuma en Puebla y sus detractores, que aún quedan en el Verde empezarán a buscar acercamientos, porque así es la política.
“LA MALDICIÓN” DEL 15 DE SEPTIEMBRE EN PUEBLA
Tal parece que a una celebración tan importante para el país como el 15 de Septiembre le ha caído una maldición en la entidad poblana, que se traduce ya, como la fecha en que se ponen de manifiesto los desencuentros y mala relación entre el gobernador y el alcalde o (alcaldesa). Se recuerda como desde Manuel Bartlett Díaz y Gabriel Hinojosa Rivero; Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres; también éste mismo cuando ya era ejecutivo, y Enrique Dóger Guerrero y posteriormente con Blanca Alcalá; Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera Pérez; el mismo RMV y Antonio Gali y ahora Luis Miguel Barbosa Huerta y Claudia Rivera, ha habido confrontación, en algunas veces poco visible y en otras observada a simple vista por la población.
Generalmente son los gobernadores los que se han apropiado el Palacio Municipal, durante la noche del 15 de Septiembre cuando todo es alegría, oropel, reuniones etc., dejando en segundo o tercer término a los alcaldes. Algunos ejecutivos, además han sido realmente grotescos en el trato a los mismos, a quienes en la mayoría de las veces han despreciado, no asistiendo a las tertulias después del grito, pues han preferido celebrar con sus “cuates” en casa Puebla o en algún otro sitio de su predilección.
Cómo no recordar la distancia entre Bartlett e Hinojosa, época en que ni por equivocación sus equipos y funcionarios, se reunían para algo que no fuera oficial. También la forma humillante en que Rafael Moreno Valle ignoraba a Eduardo Rivera y lo sustituía en la primera línea en “el grito” por cualquier funcionario o amigo. Aun siendo amigo de Antonio Gali, no le dio el lugar que le correspondía. Pero todo esto ya es historia y los medios de comunicación, los empleados gubernamentales y municipales etc., hemos sido testigos de éstos hechos que en su tiempo fueron ampliamente relatados.
Ahora que, la maldición sigue y desde el inicio de la administración de Claudia Rivera Vivanco, las relaciones personales y oficiales de ella y el gobernador del Estado Miguel Barbosa, han sido desastrosas. Por lo visto ninguno de los dos ha querido poner nada de su parte para recomponer esta situación, lo que ha afectado más que nada a los poblanos, puesto que en materia de seguridad, de algunas obras importantes, de programas básicos para la salud en estos tiempos de Covid 19, etc., ambos se obstaculizan y se desprestigian, dificultando o evitando su realización. Esto además de los dimes y diretes, y descalificaciones públicas etc., La culpa se reparte entre ambos personajes, pues que para que haya pleito debe de haber dos partes. Y así se siguen llevando entre los pies a la ciudad al verse casi paralizado durante éstos últimos tres años su programa de desarrollo. Afortunadamente esto terminará pronto, (eso esperamos).
Por todo ello habrá “dos gritos”, uno en el zócalo a cargo de la alcaldesa Claudia Rivera, y otro en casa Aguayo, ambos con limitada asistencia popular, para lo cual se realizan los preparativos correspondientes. ¿Así o más divididos?.
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