/ lunes 23 de diciembre de 2019

Una buena para Barbosa: enfrenta a un PAN dividido

El gobernador Luis Miguel Barbosa y sus operadores políticos (todos en ciernes) deben estar muy contentos por lo que ocurre al seno del único partido que puede arrebatarle triunfos importantes en los comicios intermedios de 2021.

El PAN, que justo hace un año tocó fondo con la muerte de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo, y que seis meses después resucitó con la victoria de Enrique Cárdenas, candidato a gobernador, en la zona metropolitana de Puebla, llega al final de 2019 partido en dos.

Las diferencias de Genoveva Huerta Villegas con Jesús Zaldívar Benavides fueron llevadas al extremo el pasado viernes, cuando simpatizantes de ambos dirigentes, ella en el estado y él en la ciudad de Puebla, se agarraron a trompadas en redes sociales por la celebración de un consejo municipal que no contó con el visto bueno de aquella.

De fondo hay un pleito que pareció comenzar cuando Genoveva Huerta no pudo lograr que Eduardo Alcántara, su proveedor de servicios de consultoría en el partido y, por tanto, su ‘gallo’, se hiciera de la presidencia del comité directivo municipal.

La dirigente perdió el control absoluto que tuvo como presidenta hasta el surgimiento de Zaldívar, un personaje (aún en riesgo por la impugnación de Alcántara) mucho más influyente que su predecesor, Pablo Rodríguez, en razón de los apoyos que consiguió para arribar al comité directivo de la ciudad.

Genoveva y Jesús pelean por anticipado las candidaturas que habrán de repartirse en ese partido a principios de 2021.

Aún es temprano para saber si su líder nacional, Marko Cortés, se pronunciará por elección interna o designación directa como método de selección de candidatos, pero el resultado de la contienda extraordinaria de gobernador, que se realizó este año, reavivó las expectativas de los aspirantes a puestos de elección popular y los impulsó a trabajar en sus proyectos personales.

Eso provocó el movimiento que ahora mismo se observa al interior del PAN, pero también la confrontación de dos grupos públicos y muy visibles.

No solo son Huerta y Zaldívar.

Hay más personajes detrás.

En el grupo de la dirigente, que habrá que recordar que fue puesta en esa posición por Martha Erika Alonso como gobernadora electa, están Fernando López, Oscar Pérez, Pedro Gutiérrez, Israel Mancilla, Carolina Beauregard, José Sánchez, Jesús Cortés, Evelyn Hurtado, Rocío Aguilar Nava, Karyme Yamel y el mismísimo Eduardo Alcántara.

Del lado del exdirector general del Conalep figuran Eduardo Rivera, Ana Teresa Aranda, Blanca Jiménez, Jorge Aguilar, Rafael Micalco, Fernando Sarur, Mario Riestra, Mónica Rodríguez y Humberto Aguilar.

En medio andan, sin tomar todavía una posición definitiva en favor de alguno de los dos, Oswaldo Jiménez, Francisco Fraile y Luis Olmos.

Como verá usted, y verá bien, en ambos bloques hay personajes destacables para bien por su labor política y otros que deberían regresar a su casa para dedicarse enteramente a actividades particulares, alejados del servicio público.

Pero ese, por ahora, es otro tema.

Lo que importa para asuntos de prospectiva electoral es que así no representarán una preocupación seria para Morena, Miguel Barbosa y sus operadores, quienes pese a su novatez podrán ir con buenos ánimos a la guerra frente a un contendiente fuerte, sí, por las decepciones acumuladas alrededor de los gobiernos emanados del partido lopezobradorista, pero fracturado.

Esa es una buena noticia para el barbosismo.

***

Hasta la próxima… que será en enero.

Por lo pronto le deseo felices fiestas y un próspero 2020.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

El gobernador Luis Miguel Barbosa y sus operadores políticos (todos en ciernes) deben estar muy contentos por lo que ocurre al seno del único partido que puede arrebatarle triunfos importantes en los comicios intermedios de 2021.

El PAN, que justo hace un año tocó fondo con la muerte de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo, y que seis meses después resucitó con la victoria de Enrique Cárdenas, candidato a gobernador, en la zona metropolitana de Puebla, llega al final de 2019 partido en dos.

Las diferencias de Genoveva Huerta Villegas con Jesús Zaldívar Benavides fueron llevadas al extremo el pasado viernes, cuando simpatizantes de ambos dirigentes, ella en el estado y él en la ciudad de Puebla, se agarraron a trompadas en redes sociales por la celebración de un consejo municipal que no contó con el visto bueno de aquella.

De fondo hay un pleito que pareció comenzar cuando Genoveva Huerta no pudo lograr que Eduardo Alcántara, su proveedor de servicios de consultoría en el partido y, por tanto, su ‘gallo’, se hiciera de la presidencia del comité directivo municipal.

La dirigente perdió el control absoluto que tuvo como presidenta hasta el surgimiento de Zaldívar, un personaje (aún en riesgo por la impugnación de Alcántara) mucho más influyente que su predecesor, Pablo Rodríguez, en razón de los apoyos que consiguió para arribar al comité directivo de la ciudad.

Genoveva y Jesús pelean por anticipado las candidaturas que habrán de repartirse en ese partido a principios de 2021.

Aún es temprano para saber si su líder nacional, Marko Cortés, se pronunciará por elección interna o designación directa como método de selección de candidatos, pero el resultado de la contienda extraordinaria de gobernador, que se realizó este año, reavivó las expectativas de los aspirantes a puestos de elección popular y los impulsó a trabajar en sus proyectos personales.

Eso provocó el movimiento que ahora mismo se observa al interior del PAN, pero también la confrontación de dos grupos públicos y muy visibles.

No solo son Huerta y Zaldívar.

Hay más personajes detrás.

En el grupo de la dirigente, que habrá que recordar que fue puesta en esa posición por Martha Erika Alonso como gobernadora electa, están Fernando López, Oscar Pérez, Pedro Gutiérrez, Israel Mancilla, Carolina Beauregard, José Sánchez, Jesús Cortés, Evelyn Hurtado, Rocío Aguilar Nava, Karyme Yamel y el mismísimo Eduardo Alcántara.

Del lado del exdirector general del Conalep figuran Eduardo Rivera, Ana Teresa Aranda, Blanca Jiménez, Jorge Aguilar, Rafael Micalco, Fernando Sarur, Mario Riestra, Mónica Rodríguez y Humberto Aguilar.

En medio andan, sin tomar todavía una posición definitiva en favor de alguno de los dos, Oswaldo Jiménez, Francisco Fraile y Luis Olmos.

Como verá usted, y verá bien, en ambos bloques hay personajes destacables para bien por su labor política y otros que deberían regresar a su casa para dedicarse enteramente a actividades particulares, alejados del servicio público.

Pero ese, por ahora, es otro tema.

Lo que importa para asuntos de prospectiva electoral es que así no representarán una preocupación seria para Morena, Miguel Barbosa y sus operadores, quienes pese a su novatez podrán ir con buenos ánimos a la guerra frente a un contendiente fuerte, sí, por las decepciones acumuladas alrededor de los gobiernos emanados del partido lopezobradorista, pero fracturado.

Esa es una buena noticia para el barbosismo.

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Hasta la próxima… que será en enero.

Por lo pronto le deseo felices fiestas y un próspero 2020.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx