De acuerdo a la definición de la Real Academia Española, la propina es un “agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio”. Por lo tanto, ésta es una muestra de gratitud.
No obstante, con respecto a este tema, no hay nada escrito. Ni cantidades ni situaciones específicas. Lo hacemos por costumbre en muchos casos. Además, esto puede variar de acuerdo al país. Por ejemplo, en España es un gesto de cortesía ofrecer una propina pero en ningún momento es una obligación como en otras culturas.
Al ser un gesto de agradecimiento, la propina no ofende ni rebaja tanto al que la da como al que la recibe. Salvo en situaciones en las que sea molesto tomarla o sea tan absurdo lo que se dé que parezca un insulto.
De cualquier forma, a continuación te presento una serie de sugerencias para saber cómo manejar este tema en diversas circunstancias.
- En México la propina es voluntaria y por lo general, se maneja el 10% del monto total del consumo.
- Cuando demos una propina, hagámoslo con gusto y respeto.
- Estilistas, botones de hotel, meseros, taxistas así como los empacadores de diversas tiendas de autoservicio y las personas que nos ayudan a estacionarnos dependen totalmente de la propina porque, en algunos casos, no cuentan con un sueldo fijo.
- Dar una propina nos asegura, de alguna forma, que el buen trato y servicio que recibimos continuará en el futuro.
- Con la tendencia de los servicios a domicilio se ha vuelto más común darle una propina a los repartidores siempre y cuando así lo valoremos. Si su trato es impertinente o impaciente no será necesario.
- En caso de ser muy bien atendidos por un capitán en un restaurante, es recomendable dejar la propina en billete que en monedas.
En qué situaciones NO debemos dar propina:
- Si una persona ha sido grosera con nosotros al brindar un servicio, no estamos obligados a darla.
- Si quien nos cortó el cabello resulta ser el dueño de la estética, no es necesario darle una propina.
- Cuando un taxista no nos da una cantidad exacta o nos lleva por un camino más largo, tampoco se deberá dar propina.
- Si estamos hartos de la cantidad de monedas que traemos en nuestra cartera, no será buena idea descargarla.
Al dar una propina vale la pena establecer contacto visual con la persona que nos ofreció el servicio y decirle amablemente lo que nos pareció su trato. Por ejemplo “gracias por su buena atención”, “excelente servicio”, etc. Esto se recordará con mayor impacto a diferencia de sólo darla con la mano.
En un mundo tan rápido, puede suceder que se nos olvide dar las gracias. Si en un momento dado no traemos lo suficiente para dar una propina, será importante agradecer con palabras y con nuestra actitud.
*Inquietudes y comentarios: cocas@agencia-alterego.com
Twitter: @coca_sevilla
Facebook: Coca Sevilla