Aunque para muchos el porno es un tema restringido, cuando la intimidad se vuelve monótona se buscan nuevos recursos para avivar la llama de la pasión. Un beso de la nada quizá pueda hacer la diferencia, pero ¿por qué no acudir a la pornografía a la hora del sexo?
No a todas las parejas les gusta ver pornografía juntas, sin embargo, para algunas puede ser una experiencia agradable y excitante si de común acuerdo deciden hacerlo, y en algunos casos, hasta puede incrementar la confianza y la complicidad de pareja Expone la psicóloga Jaqueline Machado Garduño especialista en Sexualidad y Desarrollo de Consciencia
Refiere que la pornografía existe por qué es un estímulo qué activa el deseo y la parte instintiva del ser humano. Pero en algunos casos genera obsesión y si se pierde el equilibrio, la persona se condiciona a que no hay excitación sino hay porno de por medio, entonces se distorsiona y se deteriora la relación de pareja.
Por eso debe haber pleno consentimiento de ambas partes. Si la pareja ya lo negoció con anterioridad y para ellos, ver pornografía es un estímulo sexual efectivo, está indicada en cualquier momento. Pero si uno o ambos se sienten mal porque no le gusta lo que ve, no es para nada adecuado ver este material, expone la especialista.
La pornografía puede ser una herramienta que te ayude a aprender siempre y cuando no te cree una adicción. Ver videos porno con tu novio o esposo le sirve para atreverse a practicar nuevas posiciones o experiencias, siempre con pleno consentimiento de ambas partes. Enfatiza que la idea de ver porno juntos es que ambos puedan compartir sus puntos de vista y opiniones: qué me gusta, qué no me gusta o que quiero hacer.
"Poder decir a tu pareja que te sientes incómodo, tendría que ser algo natural", dice la psicóloga, sin embargo, esto no sucede por prejuicios y miedo al rechazo. Incluso miedo de que si no lo hacemos surja una infidelidad. Pero si tu pareja es receptiva y hablas con ella con tranquilidad, seguro lo va a comprender.
Otras formas de comunicarse sexualmente pueden ser a través de la fantasía, el erotismo, la sensualidad incluso conocer e informarte en qué momento de tu vida sexual estás y que es lo que te gustaría vivir con tu pareja e investigar al respecto.
"Ninguna herramienta sexual de estímulo es buena o mala por sí misma, cada persona la transforma de acuerdo a su percepción a su historia personal", puntualizó.
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