El glaucoma pertenece al grupo de enfermedades del ojo que le roban la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina. Sin el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera.
La buena noticia es que con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento puede preservarse la vista. Los estudios muestran que al menos la mitad de las personas con glaucoma no sabe que tiene esta enfermedad ocular, sin embargo, el glaucoma se puede detectar en las primeras etapas gracias a un examen completo del ojo con dilatación de la pupila.
Esta enfermedad afecta al nervio óptico, que es la parte del ojo que conduce hacia el cerebro las imágenes que vemos. Si la presión del líquido que se encuentra dentro de los ojos aumenta, el nervio óptico puede fallar. No todas las personas que tienen la presión elevada del ojo la desarrollan.
TIPOS DE GLAUCOMA
- Crónico de ángulo abierto: Es el más común, las personas no tienen ningún síntoma. Muchos pacientes no saben que lo tienen, porque al principio no produce dolor ni cambios en la visión. Cuando empiezan a notar puntos ciegos, el daño del nervio óptico ya es importante. Es más frecuente a partir de los 60 años.
- Agudo de ángulo cerrado: El ojo enrojece, duele mucho y la visión es borrosa. Además puede presentarse con náuseas, vómitos, cefalea y brillos alrededor de las luces. El objetivo fundamental del tratamiento del glaucoma es disminuir la presión del ojo para evitar que el nervio óptico se dañe y conservar la visión.
CUÁNDO IR AL MÉDICO
Hay que acudir al especialista de forma urgente si tiene el ojo rojo, si le duele o ha perdido visión, en caso de que alguna de las medicinas o colirios que usa le produzca molestias, o bien puede asistir regularmente, según sus indicaciones.
Por otro lado, llama la atención el hecho de que, si se es mayor de 40 años y no se tiene glaucoma, pero sí se presenta alguno de los factores de riesgo que a continuación se enumeran, debería acudir a su médico: familiares con glaucoma; diabetes; miopía moderada-grave; tratamiento prolongado con colirios de corticoides; si ha sido operado de los ojos o ha padecido golpes en ellos.
PROPENSOS A PADECERLO
Sobre quiénes podrían presentar esta enfermedad, en realidad cualquier persona puede desarrollar glaucoma, pero algunas corren más riesgo que otras: los afroamericanos mayores de 40 años, todas las personas mayores de 60 años, especialmente las que son de ascendencia mexicana y las personas con familiares que han tenido glaucoma.
LOS SÍNTOMAS
al principio, el glaucoma de ángulo abierto no tiene síntomas. No causa dolor y la visión se mantiene normal. Sin embargo, si el glaucoma no es atendido, las personas empiezan a notar que ya no ven como antes. Sin tratamiento, quienes padecen glaucoma pierden lentamente su visión lateral (periférica). Es como si estuvieran viendo a través de un túnel. Con el tiempo, la visión central (hacia al frente) también puede disminuir hasta que se pierde por completo. El glaucoma se puede desarrollar en un ojo o en ambos.
La pérdida de visión causada por el glaucoma es irreversible, pero si se detecta a tiempo y se sigue un tratamiento con cuidado y constancia, se puede conservar la visión. Por lo general, el glaucoma se puede controlar con medicamentos o cirugía. Si se le diagnostica esta enfermedad, es importante que siga un plan de tratamiento por parte de un especialista.
* Titular de Cirugía Ambulatoria IMSS UMAA.
Máster en Patología Mamaria y Senología.
Teléfono: 2-46-16-62