La tecnología ha cambiado y se ha transformado tanto, que paradójicamente, los dispositivos móviles hoy son como parte de la familia. A pesar de los beneficios como aprender, informar y comunicar que pueden llegar a ofrecer, en el caso de los niños pueden mermar su desarrollo y causarles importantes problemas físicos y mentales.
“De acuerdo con las diferentes investigaciones realizadas por el Colegio de Pediatría, el uso de la tecnología móvil para los niños puede generar problemas de salud vinculados al comportamiento, enfocados al temperamento y la atención, pero también a problemas visuales”, expone Montserrat Pliego Azcue, médico del área de urgencias de la Universidad UPAEP y maestra en medicina física y rehabilitación.
Refiere que, por la necesidad de mantener a los niños ocupados mientras ellos desempeñan otras tareas, a los papás se les hace muy fácil que los hijos jueguen con sus tabletas, consolas o celulares.
“El uso de las nuevas tecnologías genera problemas directos en los niños, los vuelve antisociales, están tan obsesionados con sus dispositivos que es difícil su interacción social, desde entablar con ellos una conversación hasta realizar actividades normales como correr o andar en bici”.
Además de lo antes mencionado dice que, el que un niño este todo el día enajenado con el celular, le puede provocar hiperactividad, problemas para dormir, problemas de visión y audición, o sobrepeso, por la falta de ejercicio físico.
El hecho de que los niños pasen horas y horas frente a la luz de los dispositivos les puede causar problemas como fatiga visual o miopía, porque las pantallas de la computadora, tablets y celulares emiten gran cantidad de luz azul, que en exceso ocasiona estas y otras afecciones. Además, si utilizan el dispositivo con audífonos, se suma un problema de audición.
De igual forma, puede resultar contraproducente que los papás crean que permitirles a sus hijos estar todo el tiempo enchufados a los dispositivos electrónicos, les ayudará a mantenerlos tranquilos, ya que la luz que emanan provoca un estado de alerta que les puede causar hiperactividad. Esto, a su vez, provocará la falta de sueño o insomnio, que deriva en dificultades en la atención y bajo rendimiento escolar.
Explica que los niños que empiezan con la tecnología a más baja edad es probable que directamente tengan problemas de aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad; por eso es muy importante que los papás pongan límites sanos al uso de dispositivos electrónicos. Deben mantenerlos activos con deportes u otro tipo de actividades, que favorezcan su salud mental y física, así como promover la socialización del niño, para que tenga un crecimiento y desarrollo normal.
Recomienda limitar el uso de los dispositivos móviles, en niños de todas las edades, a solo ciertos momentos del día, sobre todo en instantes en que la familia debería convivir, como la hora de comer. También hay que supervisar los servicios de internet con canales aptos para ellos y controlar sus redes sociales.
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