La mayoría de los hombres piensan casi todo el tiempo en sexo desde un aspecto de placer y poder. Manejarse de esta forma es instintivo y apaga la conciencia, esto se puede traducir en libertinaje, porque predomina el instinto y con ello se bloquea el potencial interno de elevación y expansión de conciencia.
El deseo sexual es uno de los estímulos más fuertes, sino es que el más potente de todos. Casi todo lo que hacemos tiene connotación sexual, deseamos y anhelamos sexo todo el tiempo y para muchos es el propósito de su existencia, pues es como definen su dominio, su éxito, su falso ser.
El sexo tiene una naturaleza misteriosa y divina; si te manejas desde la indulgencia y el desenfreno o desde la represión en tu vida sexual, hay un desbalance y ello te desequilibra al entregarte a los placeres carnales, puramente físicos y genitales, bloqueando el potencial creativo, sensible, sagrado, mágico y altamente consciente que te ofrece esta energía vital y universal.
La mayoría de los hombres viven aún en el sistema de competencia, control, éxito, poderío económico y su consecuente frustración. Muchos viven como zombis, fastidiados y desgastados, queriendo que el mundo cambie, con la ironía de no cambiar desde dentro y nunca pensaron, o muy rara vez, que el cambio inicia dentro de sí mismos.
El cambio se origina dentro de ti como hombre, si realmente estás fastidiado de tanta exigencia del sistema, que te obliga a mantener un machismo controlado a toda costa. ¿Cómo sabes que estás sufriendo?, ¿cuáles son las evidencias de tu sufrimiento?, ¿qué tan profano eres?, ¿estás realmente listo para iniciar y transitar el sendero del guerrero? Y si te consideras guerrero, ¿realmente lo eres?
Uno de los principales desafíos de la nueva masculinidad es la transformación de ti como hombre hacia el ser humano y dejar atrás el animal racional. ¿Qué ha pasado contigo como hombre ante la transformación femenina de las mujeres?, ¿tu transición te permite ser más expresivo ante la vida?
¿Te permites abrazar tu propia violencia y tu necesidad de dominación y control para transformar la energía implicada en ello en libertad, sensibilidad y conciencia masculina?
La energía de lo femenino en ti como hombre puede asustarte, porque remueve muchas heridas del patriarcado opresor que irónicamente ha hecho más daño a los hombres de lo que creen.
Reflexiona, observa y mira qué es lo que de la vieja masculinidad, de ese patriarcado opresor, violento y controlador te sirve hoy en día, para que lo puedas integrar a la nueva masculinidad sensible, creativa y consciente.
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