Hola queridos lectores, como cada domingo, agradeciéndoles el favor de abrirme las puertas de sus hogares en este muy frío domingo de enero, todavia llevando las estadísticas de las cabañuelas de este 2020 y con el deseo de que no fallen.
En esta ocasión les voy a narrar dos hechos históricos que, tengo la seguridad, ni te imaginabas que hubieran sucedido, los dos tratan del templo de San Cristobal, localizado en la 4 Norte esquina con la 6 Oriente, así es, la esquina oriente de la calle donde esta el templo de Santa Clara.
Decidí titular este artículo “Un templo con una modernidad centenaria” debido a que a pesar de que el templo de San Cristobal, cuya historia se inicia en el año de 1604, cuando se decide su construcción, e iniciada esta en 1666, como horfanatorio, hospital, casa de cuna e internado para niñas huérfanas, terminado en el año de 1687.
Con las Leyes de Reforma se le expropia a la iglesia católica en el año de 1861, terminando de golpe todas sus funciones altruistas, sus instalaciones son vendidas a particulares y son destinadas a casa particular, viviendas populares, bodegas, vecindad, y en el año de 1940 a una escuela primaria del gobierno, función que realiza hasta la fecha.
Pero hubo dos capítulos muy poco conocidos por los poblanos, el primero, según algunas crónicas, se dice que este templo pierde sus torres durante los conflictos armados por los que pasó la ciudad de Puebla, razón por la cual sus torres son practicamente modernas, pues a mitad del siglo XX fueron elaboradas y construidas por el escultor poblano Jesús Corro Soriano con el apoyo de su hijo Jesús Corro Ferrer, financiadas totalmente por donaciones de la feligresía y terminadas en el año de 1955.
El otro detalle, es que por motivo de las Leyes de Reforma al templo no solo se le expropian sus inmuebles, que funcionaban como sociedades caritativas con distintas actividades en bien de los pobres, sino que la ambición del gobierno es tanta que hasta vendieron a particulares su pequeño atrio, lo que dio motivo para que se cosntruyera en ese espacio una vivienda, tapando totalmente la cara sur del templo. Así es, el atrio del templo no existía… bueno, sí, pero era propiedad particular y no es sino hasta el año de 1967 cuando el gobierno del estado expropia el predio y lo reintegra al templo, demoliendo la vivienda que ocupó su atrio y restaurando la belleza de su fachada sur y lógicamente su entrada sur, después de cien años, vuelve a ver la luz del dia.
Parece increíble, pero estos dos detalles de la historia del templo de San Cristobal de seguro no los conocías, hoy en día este templo luce a todo su esplendor su bella arquitectura.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez y nos leemos la próxima semana.
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