Una brizna de fe es lo que nos hace falta a todos. La fe conmueve, la fe como dicen “mueve montañas” y cada año, el 1 de julio, la calle 5 de mayo, así como la 18 Poniente son prueba de que un poco de fe puede cambiar al mundo. En esta dirección está ubicado el templo de Santa Mónica y en su interior, el Señor de las Maravillas, esta imagen religiosa venerada por los católicos que ha cumplido un sinfín de milagros.
Alrededor de las 6 de la mañana los fieles poblanos acudieron al templo de Santa Mónica para formarse y entrar a ver a la venerada imagen. Su objetivo, fue pedirle un milagro, una guía o un apoyo frente a una situación complicada.
Para que su petición se cumpla llevaron arreglos de flores, velas, dinero, juguetes, imágenes y muchos sueños en su corazón. Algunos le pidieron al Señor de las Maravillas un mejor trabajo, que se puedan casar, que llegue ese hijo que tanto han anhelado, despedirse de una enfermedad, una mejor situación económica, entre muchos otros ruegos.
Pero también un gran porcentaje de personas acudieron porque la imagen principal del Viernes Santo ya les cumplió sus suplicas. Por ejemplo, a Concepción Tirado le amputaron un seno, ella creyó que no saldría bien de la operación, pero previo a la intervención acudió al templo y hoy está fuerte y sana.
“Hace seis años fui operada de un tumor canceroso, pero cuando me dieron la noticia yo vine a ver el Señor de las Maravillas, sabía que no me lo podía quitar, pero le pedí fuerzas para que resistiera la operación. En cuanto salí, super que estaba bien, vine a darle gracias y así es cada año”, comentó.
OFRECEN COMIDA EN AGRADECIMIENTO AL SEÑOR DE LAS MARAVILLAS
Elías Calixto y su madre Isabel Hernández llevan cinco años regalando mole y arroz por el día del Señor de las Maravillas. Desde que hacen esta actividad, su negocio familiar “Super Pollería Isabel”, ha crecido y creen que todo se lo deben a su fe.
- Seguir leyendo: Niño Doctor, ¿quién es y de dónde viene la devoción?
Llegaron a la zona alrededor de las 6 de la mañana para regalar mole, pidieron a las personas que se formaran y poco a poco fueron repartiendo este rico platillo. Para las 10 de la mañana ya habían entregado aproximadamente 5 mil platos y a esa hora comenzaron a preparar más arroz para que le pudieran compartir a más personas.
Ellos no fueron los únicos que repartieron comida, se vieron desde las personas que regalaron tacos de canasta, merengues, gorditas y hay que mencionar que, aunque muchos de los formados en las filas eras visitantes que querían entrar a la iglesia, otro gran porcentaje eran personas que sólo pasaron por la zona y aceptaron que no tenían dinero para comer.
Así como regalaron comida en forma de agradecimiento, llegaron personas que regalaron varios artículos porque el Señor de las Maravillas les cumplió un milagro y su promesa fue que regresarían a dar un regalo a los fieles. Regalaron llaveros, playeras, vasos, pulseras, entre otros productos.
- Te recomendamos: El Santo Niño Cieguito, el más venerado en Puebla; sus milagros en el estado y dónde visitarlo
JALONEOS Y GRITOS AL REGALAR ARTÍCULOS DE DEVOCIÓN
Sin embargo, no todo puede ser felicidad y la fe no se salva de las personas abusivas. En varios de los casos cuando una persona llegaba a regalar cosas, algunos ciudadanos se amontonaban y jalaban las cosas. Se aglutinaron a tal grado que algunas personas que regalaban optaron por irse y entregarlos de forma discrecional.
Cuando veían que llegaban personas con cajas grandes se avecinaban y preguntaban si iban a regalar cosas y si la respuesta era que sí, se empujaban, gritaban y hasta jaloneaban los productos. Lo que por obvias razones desvirtuó el acto humanitario.
- Te puede interesar: ¿A qué santos puedes rezarles para casarte en 2022? Te explicamos todo para encontrar el amor
De igual modo, se registró un gran porcentaje de basura en las esquinas por los platos desechables. Esto a pesar de que los negocios aledaños colocaron bolsas de basura en las esquinas y que las personas que regalaban comida les pidieron no tirar en lugares prohibidos.
Sin duda alguna, esta celebración es muy poblana y como en todas las actividades en donde hay una gran concentración de personas se puede salir un poco de control, pero si se omiten estos dos puntos negativos, se puede resaltar como siempre la fe, esa fe que, aunque seas o no católico es digna de admirarse. Dice un libro: “La esperanza es lo único más fuerte que el miedo”.