Dentro de los actos religiosos que se realizan cuando una persona fallece se encuentra el novenario para difuntos, un conjunto de ritos fúnebres que se realizan en honor al muerto conocidos como rosarios y en donde los cánticos tradicionales forman una parte importante.
El canto o las distintas canciones que se interpretan en los rosarios es otra forma de hacer oración, una que se utiliza para expresar las súplicas o lo que se desea para el difunto o simplemente para dar gracias.
De manera general, el Santo Rosario se compone de las Aves Marías y los Padres Nuestro, pero antes de comenzar el siguiente misterio se utilizan las melodías para alabar a Dios.
Como su nombre lo dice, el novenario tiene una duración de nueve días contados a partir de la muerte de la persona, días que son celebrados de manera ininterrumpidamente en aras de que el espíritu de la persona sea recibido en la gloria y asegurar el descanso del difunto.
La importancia del canto en las misas
Dentro de la religión católica en la celebración de las misas o ritos la música forma parte de su estructura y celebración, esto se debe a que se busca que sea un instrumento de la evangelización para permitir una mejor experiencia espiritual.
Cada uno de los cantos tiene su lugar y no se puede hacer en cualquier momento de la misa. Al ser una celebración litúrgica cuenta con diferentes momentos, cada uno particular entre sí.
Por ello, existen cantos de entrada, seguido por el canto de perdón, gloria, el salmo responsorial, el canto de evangelio, el canto de presentación de ofrendas, el santo, cordero, comunión y el canto de salida.
Algo similar ocurre dentro de la celebración del Santo Rosario donde los cánticos se realizan en cierto misterio y sirven como entrada y despedida de la celebración.
Los cantos también se entienden como una forma especial de leer o recitar textos sagrados, entonando sobre una nota principal.
De manera histórica, entre los siglos IV y VII comenzaron a desarrollarse variedades de canto litúrgico en distintas zonas donde la religión dominaba. Al respecto, en el Oriente se desarrolló el canto bizantino al favorecer la unidad por medio del canto. Mientras que, en Occidente, a finales del siglo V se desarrollaron diversas liturgias y cantos asociados.
Uno de los más conocidos son los cantos gregorianos, uno que tuvo su difusión principal en el siglo IX a la par de desarrollarse la leyenda de Gregorio el Magno como el creador del canto en Roma en el siglo VI después de recibir la inspiración directa del Espíritu Santo, de ahí su apelativo de “gregoriano”.
¿Cómo se llaman los cantos para difuntos?
Si celebrarás el Santo Rosario estas son algunas de las principales canciones que se deben de entonar en medio de las oraciones:
“Entre tus manos”
Entre Tus manos
está mi vida, Señor.
Entre Tus manos
pongo mi existir.
Hay que morir
para vivir.
Entre Tus manos
confío mi ser.
Si el grano
de trigo no muere…
si no muere
solo quedará.
Pero si muere,
en abundancia dará
un fruto eterno
que no morirá.
“Caminaré”
Caminaré en presencia del Señor (x2)
Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.
Caminaré en presencia del Señor (x2)
Me envolvía en redes la muerte,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor,
¡Señor, salva mi vida!
Caminaré en presencia del Señor (x2)
Tú Has Venido a La Orilla (Pescador de Hombres)
Tú
Has venido a la orilla
No has buscado a sabios ni a ricos
Tan solo quieres que yo te siga
Señor, me has mirado a los ojos
Sonriendo, has dicho mi nombre
En la arena, he dejado mi barca
Junto a ti, buscaré otro mar
Tú
Sabes bien lo que tengo
En mi barca, no hay oro ni plata
Tan solo redes y mi trabajo
Señor, me has mirado a los ojos
Sonriendo, has dicho mi nombre
En la arena, he dejado mi barca
Junto a ti, buscaré otro mar
Tú
Necesitas mis manos
Mi cansancio que a otros descanse
Amor que quiera seguir amando
Señor, me has mirado a los ojos
Sonriendo, has dicho mi nombre
En la arena, he dejado mi barca
Junto a ti, buscaré otro mar
Tú
Pescador de otros lagos
Ansia eterna de almas que esperan
Amigo bueno, que así me llamas
Señor, me has mirado a los ojos
Sonriendo, has dicho mi nombre
En la arena, he dejado mi barca
Junto a ti, buscaré otro mar
Junto a ti, buscaré otro mar
Junto a ti, buscaré otro mar
Junto a ti, buscaré otro mar
“Tan cerca de mí”
Tan cerca de mí, tan cerca de mí
que hasta le puedo tocar:
Jesús está aquí.
(x2)
No busques a Cristo en lo alto
ni lo busques en la obscuridad.
Muy cerca de ti, en tu corazón
puedes adorar a tu Señor.
CORO
Le hablaré sin miedo al oído,
le contaré las cosas que hay en mí
y que sólo a Él le interesarán.
Él es más que un mito para mí.
CORO.
Míralo a tu lado caminando
paseando entre la multitud.
Muchos ciegos son, porque no lo ven,
ciegos de ceguera espiritual.
CORO
Tuyo Soy
Yo no soy nada y del polvo nací
Pero tú me amas y moriste por mí
Ante la cruz solo puedo exclamar
Tuyo soy, tuyo soy
Toma mis manos, te pido
Toma mis manos, te amo
Toma mi vida, oh Padre tuyo soy (2)
Cuando de rodillas te miro, Jesús
Veo tu grandeza y mi pequeñez
Que puedo darte yo solo mi ser
Tuyo soy, tuyo soy
“Perdón, Oh Dios mío”
Perdón, Oh Dios mío, perdón e indulgencia,
Perdón y clemencia, perdón y piedad (x2)
Pequé ya mi alma, su culpa confiesa
Mil veces me pesa de tanta maldad.
Mil veces me pesa de haber obstinado
Tu pecho rasgado, ¡Oh, suma bondad!
Yo fui quien del duro madero inclemente
Te puso pendiente con vil impiedad.