A un año de haber bajado el telón, de abandonar las caracterizaciones y no poder encontrarse de frente con su público, los artistas y compañías teatrales del estado de Puebla han buscado la manera de afrontar las complicaciones que ha traído consigo la pandemia de Covid-19.

Tal es el caso del Centro Cultural Entreacto, un espacio que hasta antes de la emergencia sanitaria finalizaba con éxito el musical “Mean Girls”, preparaba la adaptación de “Waitress” para recibir a los espectadores en “cuestión de dos semanas”, no obstante, el tiempo se alargó, las restricciones comenzaron y todo tuvo que ser cancelado.

En entrevista para El Sol de Puebla, Carlos Ramírez, director general de la compañía compartió que, si bien desde antes el teatro no ha recibido la atención merecida, la inestabilidad económica y la suspensión de actividades por la crisis sanitaria dificultaron aún más al sector.

“Ha sido un año completamente difícil para todos los que nos dedicamos al teatro, han sido muchos trabajos suspendidos y sobre todo de mucha inestabilidad económica, si de por si el teatro es muy poco popular en Puebla, bueno esto obviamente nos afectó muchísimo”, lamentó.

De igual manera, indicó que en un inicio intentaron trasladar sus cursos a plataformas virtuales, preparar contenidos para estar listos en cuanto el teatro reanudara actividades, así como a transmitir algunos contenidos, pero la mala calidad en las conexiones, el riesgo en el que estaba el equipo de aproximadamente 30 personas por obra y la nula costumbre de ver teatro en pantallas, no permitió continuarlas.

“Nos animamos luego de empezar el confinamiento, empezamos a transportarlo a las plataformas pensando en que pronto íbamos a regresar, empezamos a montar las obras que íbamos a presentar cuando regresáramos dos semanas después, pero eso no fue posible, (…) hicimos como seis o siete cursos y dos obras a través de Zoom, pero la verdad ha sido complicado”, aseguró.

PÉRDIDAS INCALCULABLES Y ALTERNATIVAS PARA SOLVENTAR GASTOS

Pese a que en un inicio llevaron el registro de las pérdidas económicas, Carlos Ramírez confesó que “perdieron la cuenta” ante las grandes cantidades. Esto mientras recordaba que tuvieron que salir del lugar que durante años los albergó y ahora, aunque no esté terminado el nuevo hogar de Entreacto, ya buscan la manera para continuar haciendo lo que más les gusta.

“Es imposible sacar ese número y la verdad es que ya perdimos la cuenta, las instalaciones de Entreacto las tuvimos que retirar por la renta del lugar y ahora nos estamos mudando al nuevo espacio que estamos creando, pero no sé decirle cuánto”, dijo.

De igual manera, y con el objetivo de solventar los gastos en sus hogares, compartió que los miembros del equipo han trabajado en otros lados para generar ingresos, entre los que destacan: vender artículos o emprender.

“La mayoría cuenta con algún otro empleo o están teniendo algunas nuevas actividades de venta, emprendimiento, algunos son estudiantes, cada caso es diferente”, subrayó.

ANHELAMOS REGRESAR A UN ESCENARIO

De acuerdo a Carlos, la presencia del SARS-CoV-2 les ha dejado como experiencia el valorar aún más su trabajo y a entregar todo en cada función, ya que no se sabe si se regresarán al día siguiente.

“Valorar nuestro, creo que todos los actores en este momento anhelamos y deseamos regresar a un escenario y valorar todo lo que hemos hecho y entregarnos a una función como si fuera la última, porque realmente nunca sabemos si vamos a regresar al otro día a nuestro trabajo”, dijo.

Ante ello, definió que el teatro y el arte son necesarios para que la población pueda distraerse, pero al mismo tiempo destacó que la vida es importante, por lo que deseó que “ojalá muy pronto los actores vuelvan a su hogar y lo entreguen todo en la próxima función”.