Una de las partes más importantes de un auto son las llantas, pues estas generan la adhesión del vehículo al asfalto, por lo que el preservarlas en buenas condiciones es necesario para asegurar la integridad de quienes viajan abordo, aunque existen algunas malas prácticas que la mayoría de los conductores suelen cometer durante la conducción que terminan por generar su desgaste.
Pues si bien después de un determinado periodo de uso es recomendable sustituirlas porque el uso genera un desgaste en el material, una serie de malos hábitos pueden provocar que se terminen más rápidamente o incluso que sufran daños que hacen que tengan que ser sustituidas antes de que su tiempo de vida útil termine, por lo que aquí te enlistamos los principales errores.
¿Cuáles son las malas prácticas que dañan los neumáticos?
Una de las principales faltas que se comete es no tener un control de la presión de las llantas, pues la frecuencia con la que se debe revisar es por lo menos cada dos semanas, tarea que se puede realizar al momento de cargar gasolina, pues tener una presión diferente a que se indica en etiqueta de alguna de las puertas o la tapa del combustible puede generar un desgaste disparejo.
Otro error es estacionar el auto sobre la banqueta o rosar lo neumáticos con la acera, pues se puede desgarrar la zona en la que se encuentran los números y es al presentar un desgarro o bulto por pequeño que sea que se tienen que sustituir debido a que esto afecta la estructura del mismo, pudiendo generar que el algún momento este genere una fuga que difícilmente se puede reparar.
Conducir de manera agresiva también puede implicar un problema, pues acciones como los acelerones, enfrenadas y tomar curvas a una velocidad mayor de la recomendada puede adelantar el desgaste de las mismas, aunque si se trata de un auto de mayor potencia el desgaste será mayor que el de otros autos, pese a lo que siempre se recomienda conducir con responsabilidad.
Una actividad que también se recomienda realizar con frecuencia pero que no sucede es la rotación de las llantas, que consiste simplemente en cambiar la posición de los neumáticos evitando un desgaste desigual, por lo que la realización de esta práctica se recomienda luego de que haber recorrido entre 10 y 15 mil kilómetros, dependiendo del uso que se le dé al auto.
Los sonidos y movimientos que emite un auto siempre son señales y cuando comienza a vibrar la dirección a una determinada velocidad lo más probable es que no exista equilibrio entre las llantas, esto debido a que necesario efectuar la alineación y el balanceo, lo cual también se puede notar cuando al tener los neumáticos rectos el volante se posiciona ligeramente más hacia un lado que al otro.
Finalmente, se tiene que estar pendiente del sistema de suspensiones y frenos, pues en el caso de una falla de los primeros el peso que carguen las llantas podría generar un efecto de presión contra el asfalto, mientras que en el caso de los segundos se puede generar una fricción al no tener un correcto sistema que ayude a disminuir la velocidad al detener la unidad.