Seis años después de convertirse en pieza clave para la consecución de la primera final de La Manada dentro de la división de Ascenso, “El Enano” Jorge Zárate vuelve al cubil.
En la carrera de Zárate existe un antes y un después tras su estancia por Lobos BUAP, pues con el conjunto universitario pasó de promesa del futbol a realidad.
Aunque tras dejar la disciplina universitaria en el Clausura 2012, le ha costado afianzarse en el futbol de Primera División.
Jaguares de Chiapas, Monarcas Morelia y Atlas forman parte desde entonces de su periplo como futbolista.
En cada uno de estos clubes gozó de opciones para consagrarse; pero por una u otra razón, jamás mostró las facultades que en La Manada sí durante el ciclo 2011/2012.
Tal vez la vuelta a casa, Puebla, le caiga bien para revaluarse.
Fráncico “El Gatillero” Palencia, entrenador licántropo, dispondrá en la figura de Zárate de un futbolista con buen toque de balón, regateador, capaz de darle el tiempo a la jugada; además de un enlace entre el mediocampo y la línea delantera.¿
A Zárate, por lo visto desde su salida del cubil, le ha faltado confianza para desplegar su talento, pues cuando gozó del mismo se mantuvo por largo trecho en la alineación titular de Monarcas Morelia y los extintos Jaguares de Chiapas.
Contratarse con La Manada parece una decisión acertada, pues un buen año elevaría sus bonos.
Los licántropos, a su vez, se hallarían satisfechos tras hacerse de un jugador “bueno, bonito y barato”.
