Ya con la presencia del manager Willie Romero, que por primera vez pisará el césped del estadio Hermanos Serdán en esa posición, los Pericos de Puebla abrirán este martes su campo de entrenamiento en el máximo escenario poblano, de cara a la temporada 2022 de la Liga Mexicana que arrancará el 21 de abril con el duelo entre el campeón Toros de Tijuana y los Diablos Rojos del México.
Después del “Early Camp” de novatos que duró dos semanas, el cuerpo técnico encabezado por el venezolano Willie Romero, recibirá el análisis realizado por Héctor Hurtado y Eduardo Ríos, para conocer a los jóvenes que trabajarán al lado del equipo grande, para buscar un lugar en el roster de 30 jugadores, que comenzará la temporada frente al Águila de Veracruz, el viernes 22 de abril en el parque Deportivo Universitario Beto Ávila.
Uno de los grandes ausentes en el campo de entrenamiento será el jugador de cuadro tapatío, Alberto Carreón, quien se recupera de una lesión de tibia y peroné a la que fue sometido hace algunos meses después de la lesión que sufrió durante la temporada invernal cuando cubría la segunda base de los Sultanes de Monterrey.
Lo de Carreón, se dice va para rato, y se desconoce si estará listo para jugar en esta temporada 2022 del circuito de verano.
En cambio, los Pericos contarán con el torpedero bajacaliforniano Jorge Flores, quien regresa al equipo después de su paso por Monclova y Yucatán, tras vestirse de verde al menos por 15 juegos en el 2018.
Flores llegó a Puebla en un cambio con los Mariachis de Guadalajara -que obtuvieron sus servicios de Leones- que mandó al cuadro tapatío al toletero zurdo México-americano, David Olmedo Barrera, en un movimiento que ha sido fuertemente cuestionado.
Flores se hará cargo de los terrenos del campo corto, donde Pericos quedó desprotegido después de la marcha a media temporada del 2021 de Drew Stankiewicz.
Para los terrenos de la segunda base, que pertenecen a Carreón, los Pericos cuentan con el cubano Luis Medina, un novato con grandes facultades, y quien al ser naturalizado podrá jugar como mexicano.
Los Pericos tienen cifradas sus esperanzas en el grupo de novatos que conquistó el subcampeonato en la pasada Liga Invernal Mexicana, sobre todo para tratar de armar una base mexicana, llena de dudas y grietas.
Su talón de Aquiles seguirá siendo el pitcheo, sobre todo el mexicano, donde hay escasez de talento, y otras tantas posiciones, que buscarán cubrir con los siete refuerzos extranjeros a los que tienen derecho, y con jugadores de doble nacionalidad, que fuera de Olmedo Barrera, en campañas pasadas han quedado a deber.
Hoy, pues de nueva cuenta, renace la ilusión de estos Pericos, con un nuevo timonel, que sabe lo que es dirigir en México, y llega como campeón y como Mánager del Año en su natal Venezuela y con la experiencia de haber dirigido en el pasado clásico del Caribe.
