Nuevos elementos comienzan a descubrirse con las muestras del suelo de la Luna que fueron traídas a la Tierra por las misiones Apolo, ahora al encontrar la presencia de hidrógeno, producto del viento solar en estos fragmentos.
Investigadores del Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos (NRL, por sus siglas en inglés) informaron del descubrimiento, el cual puede significar un gran avance para las futuras misiones espaciales ante la posible presencia de agua en el terreno lunar.
Al respecto, el NRL destacó que la identificación de los recursos espaciales son un factor clave para la planificación de la exploración espacial que será dirigida por civiles y gobiernos. Misiones como Artemis de la NASA tienen dentro de sus objetivos convertir a la Luna en una base lunar para mejorar la posibilidad de llegar a Marte.
“El hidrógeno tiene el potencial de ser un recurso que puede usarse directamente en la superficie lunar cuando haya instalaciones más regulares o permanentes allí. Localizar recursos y comprender cómo recolectarlos antes de llegar a la Luna será increíblemente valioso para la exploración espacial”, explicó la doctora Katherine D. Burgees, geóloga de la División de Ciencia y Tecnología de Materiales del NRL.
Dentro de la investigación, los científicos destacaron que, junto al hidrogeno, ya previamente en las muestras estudiadas se había encontrado la presencia del helio del viento solar en granos del suelo lunar.
¿Cómo se realiza el estudio de las muestras de la Luna?
Esta detección del hidrógeno se llevó a cabo en la muestra de suelo lunar del Apolo número 79221, una que fue analizada por microscopía electrónica en donde se detectó la presencia de hidrógeno del viento solar concentrado en vesículas como hidrogeno molecular en los fosfatos de calcio apatita y merrillita.
“La ubicación de las vesículas en los bordes de los granos erosionados en el espacio ofrece un vínculo claro entre el contenido de las vesículas y la irradiación del viento solar, así como las historias térmicas de los granos individuales”, explica la investigación. “El hidrógeno almacenado en los bordes de los granos es una fuente de volátiles liberados en la exosfera durante los impactos”.
También, explicaron que esta posible hidratación de la superficie de la Luna varía sistemáticamente de acuerdo a la latitud, temperatura, hora del día y la presencia de campos magnéticos. Junto a esto, con datos telescópicos se ha demostrado que el agua molecular se encuentra presente en lugares específicos y potencialmente atrapada dentro de cristales de impacto o protegida en huecos entre granos.
“Anteriormente, el mismo equipo del NRL utilizó técnicas de última generación, como microscopía electrónica de transmisión por barrido y espectroscopia de pérdida de energía electrónica, para detectar helio en muestras lunares, y otros investigadores han encontrado agua en otras muestras planetarias, pero esta es la Primera publicación que muestra hidrógeno in situ en muestras lunares”, destacó la doctora Burgess.
Estos nuevos hallazgos también tienen implicaciones con la posible ubicación donde el humano llegaría a establecerse en la Luna, ya que, hasta ahora, la presencia de materiales relacionados al agua solo se había detectado en el polo Sur y no en otras regiones como ocurrió con estas muestras.
