Un cohete de SpaceX, empresa espacial de Elon Musk, se encuentra en curso de colisión contra la Luna, algo que podría ocurrir en las próximas semanas. Este evento podría dejar un cráter en el lado oculto de la Luna, aunque no se espera que cree un mayor riesgo.

De acuerdo con los cálculos del investigador Bill Gray el cohete impactará contra la Luna a las 6:26 de la mañana (tiempo del Centro de México) del 4 de marzo. Es posible que su dirección cambie solo unos pocos kilómetros en las próximas semanas, por lo que no se puede determinar su ubicación exacta, hasta ahora se espera que el impacto se dé al norte del ecuador de la Luna.

El evento pone muchas cosas al descubierto, sobre los objetos perdidos en el espacio profundo, conocidos como basura espacial, y el tráfico de estos en el espacio profundo que puede incrementar en el futuro conforme los vuelos espaciales aumentan.

¿DE DÓNDE SURGIÓ ESTE COHETE?

Este propulsor perdido en el espacio se lanzó originalmente en febrero de 2015 como parte de la misión para lanzar el Observatorio Climático del Espacio Profundo de Estados Unidos (DSCOVR, por sus siglas en inglés), un satélite meteorológico espacial, desde las instalaciones de Florida.

Después de quemar sus motores y completar el envío del satélite se dirigió a un sitio conocido como punto de Lagrange, una posición de gravedad neutral cuatro veces más lejos que la Luna y en línea directa con el Sol. Tras su llegada, la segunda etapa del cohete quedó abandonada.

Este cohete es de 15 metros de largo y su propulsor pesa entre 3 y 4 toneladas. Debido a esto, al alcanzar el punto de Lagrange era muy alto como para no tener suficiente combustible para regresar a la atmosfera de la Tierra. De igual forma, carecía de la energía para escapar de la gravedad ocurrida por el sistema Tierra-Luna.

Se estima que el cohete tiene una velocidad actual de 2.58 km/s, por lo que su impacto se espera en las próximas semanas. Pese a lo complicado de la situación, es posible que el evento pase desapercibido desde de la Tierra.

“Este es el primer caso no intencional (de basura espacial) del que tengo conocimiento”, comentó el investigador Bill Gray. “La mayor parte de la Luna está en el camino, e incluso si estuviera en el lado más cercano, el impacto ocurre un par de días después de la Luna Nueva”.

Por su parte, el astrofísico Jonathan McDowell de la Universidad de Harvard, escribió que el impacto si se esperaba para el 4 de marzo, pero que no sería una mayor cosa. Algunos otros científicos esperan encontrar datos sobre el impacto de este cohete con la Luna, debido a la variedad de objetos perdidos en el espacio.

Respecto a la NASA informó que siguen de cerca la trayectoria del cohete, al ser parte de una misión en la que colaboró el organismo y la Fuerza Espacial de los Estados Unidos con SpaceX.

“Después de completar su vuelo, la segunda etapa se colocó en su órbita de eliminación heliocéntrica prevista para escapar de la Tierra”, explicó el organismo. “En su trayectoria actual, se espera que la segunda etapa impacte en el lado oculto de la Luna el 4 de marzo de 2022”.

LA BASURA ESPACIAL Y SUS POTENCIALES PELIGROS

Jonathan McDowell, astrónomo de Harvard, describió en un borrador de su blog que esta es la primera vez que un objeto no explícitamente dirigido a impactar la Luna terminará por golpearla accidentalmente.

También, detalló que ni SpaceX como la NASA no pusieron atención al objeto desde que fue lanzado en febrero de 2015. En otros ejemplos donde esto ocurrió, está la basura de la misión LCROSS, la cual destruyó deliberadamente un escenario Centaur para impactar a la Luna en el 2009, este evento fue monitoreado por una nave espacial para estudiarlo.

Dentro del espacio profundo habría entre 30 a 50 objetos perdidos similares al cohete y que han aparecido durante los últimos años. Por ello, describió que es posible que algunos de ellos hayan golpeado a la Luna sin que los científicos lo notaran.

“Esto no es ‘SpaceX hizo algo malo’, es una práctica perfectamente estándar para abandonar cosas en órbita profunda, esto es ‘Ninguna de las agencias espaciales se preocupa por dejar cosas más allá de la Luna’”, describió McDowell.

“El tráfico en el espacio profundo está aumentando. Y no es como en los viejos tiempos con solo los Estados Unidos y la URSS envían cosas al espacio profundo, son muchos países e incluso empresas comerciales como SpaceX. Así que creo que es hora de que el mundo tome más en serio la regulación y catalogación de la actividad en el espacio profundo”, añadió el astrónomo.