Con el objetivo de impulsar una reforma constitucional, enfocada en incentivar la industria espacial y permitir que empresas particulares e instituciones gubernamentales puedan realizar lanzamientos de cohetes en suelo nacional, la doctora en Ingeniería Electrónica y primera mujer mexicana en viajar al espacio, Katya Echazarreta, abandonó su carrera en la NASA.
En su visita a la ciudad de Puebla para participar como ponente magistral en el segundo día de actividades del Festival de las Ideas (FID) 2023, Echazarreta expuso este viernes 10 de marzo, en entrevista con medios de comunicación, que actualmente busca “cambiar el mundo” desde una trinchera lejana a la NASA, y así buscar que más puertas se abran para científicas y científicos mexicanos.
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Señaló que aunque su cargo en esa agencia del gobierno de Estados Unidos le permitía coordinar proyectos de relevancia global, tal fue la construcción de un chip para el robot Perseverance, que partió del planeta Tierra en 2020 para buscar señales de vida en Marte, su responsabilidad es incidir desde las plataformas donde se toman decisiones. Es por ello que ahora busca acercar su propuesta a legisladores federales y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Enfatizó en que su trabajo en los últimos meses se ha enfocado en construir una propuesta legislativa para abrir la posibilidad a empresas e instituciones de competir en la carrera espacial de todo el mundo. Expuso que su objetivo es materializar una reforma constitucional a más tardar en septiembre próximo.
Brecha de género fue un fuerte obstáculo para ella
Durante su ponencia en la FID, la doctora Echazarreta, quien es originaria de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, relató los retos que enfrentó desde su niñez y hasta su llegada a la NASA, los cuales fueron siempre motivados por discriminación.
Al proyectar algunas fotografías donde se mostraba ella junto a su hermano y padre, así como otra donde posó junto a una mujer piloto, la científica mexicana comentó que el trasfondo de esas imágenes fue una fuerte brecha de género, pues las experiencias relacionadas a la aviación y al espacio siempre fueron para los hombres de su familia.
“Esta niña que ven aquí solamente podía tener estas experiencias, porque esas experiencias eran para mi hermano (…) y está otra experiencia, de este show aéreo, era para mi papá y mi hermano; pero, yo, no se imaginan cómo me emocioné cuando vi esto, una mujer, una pilota en este show aéreo, con puros hombres. No, yo me enamoré y dije ‘eso es lo que yo quiero hacer, y si a ella no le importa, a mi tampoco’”, comentó Echazarreta.
Años después, la situación no cambió mucho. Cuando entró a la NASA como ingeniera en jefe, muchos de los científicos con los que trabajó buscaron hacerla sentir menos por ser migrante y por ser mujer, al punto de que fue insultada y humillada en muchas ocasiones.
“Imagina que las únicas cosas que te digan al verte es que tú no deberías estar ahí, que tú no mereces ese lugar, que tú se lo robaste a un hombre que realmente se lo merecía (…) Me dijeron ‘tú deberías recoger esa escoba y ponerte a limpiar el laboratorio, como toda tu gente’, cuando lo único que estaba haciendo era diseñar un circuito para el robot Perseverancia de Marte”, enunció.
Posterior a ello, aplicó para el programa Blue Origin, una empresa aeroespacial que busca instaurar viajes espaciales comerciales. Para ello, compitió contra 7 mil personas de 120 países, sin embargo, el único lugar disponible para esa expedición que partió en 2022 le fue otorgado a ella.
A propósito, la ingeniera mexicana relató que observar el planeta Tierra desde el espacio es una experiencia que nunca olvidará. Resaltó que la intensidad del color azul, pero también la inmensidad de la profundidad, es algo que nunca olvidará.
“El color de la atmósfera es un color tan intenso, tan increíble, que yo realmente decía, ‘¿cómo es posible que ese color exista, cómo es posible que yo, en este momento, esté viendo un color tan intenso?’; y el negro del espacio es un negro tan profundo”, comentó.
Finalmente, Echazarreta hizo hincapié en que su éxito no ha sido casualidad, pues ha sido el resultado de muchos años de vencer violencias sistemáticas, pero también de buscar ser cada vez más profesional en la Ingeniería Electrónica.
“Tienen que ser los líderes de sus propias vidas, porque nadie te va a dar una oportunidad así (…) Nadie va a llegar y te va a decir ‘a ti te voy a mandar al espacio’”, remató.