Existe un padecimiento que provoca la inflamación de diferentes partes del cuerpo, en especial de las piernas y los brazos, popularmente se le conoce como pies de elefante por el gran tamaño de los miembros que es desproporcionado al resto del organismo. Los especialistas señalan que es necesario seguir las indicaciones de prevención ya que no tiene cura.
Su nombre es linfedema y ocurre cuando se acumula el líquido linfático en los tejidos adiposos, que se encuentran debajo de la piel. La hinchazón se caracteriza por causar un malestar intenso en los pacientes, con el paso del tiempo, esta condición empeora generando problemas aún más graves que se detectan como afecciones crónicas a largo plazo.
- Te puede interesar: Salmonelosis: una enfermedad que ataca en época de calor
En cuanto a los síntomas, las personas afectadas tienen desde pesadez hasta pérdida de la flexibilidad en las articulaciones afectadas, además de picazón, ardor, trastornos del sueño, caída del cabello y dificultades para usar ropa o calzado. De la misma manera, ante los cambios físicos, las actividades diarias resultan dañadas y en su mayoría imposibilitadas.
¿QUÉ ES EL SISTEMA LINFÁTICO?
El sistema linfático pertenece al sistema inmunológico, que es el encargado de protegernos de cualquier amenaza externa, para de esta forma tener un sano desarrollo. Está conformado de una red de vasos, y órganos que tienen el objetivo de llevar el líquido llamado linfa hacia el torrente sanguíneo.
A través de este sistema, por todo el organismo se transportan proteínas, sales, aguas y glóbulos blancos. Por su parte, los ganglios linfáticos permiten desechar las sustancias ajenas al cuerpo, para que así se proteja de padecimientos mayores. Se encuentran ubicados en zonas como las axilas, pecho, abdomen, e ingle.
Esta enfermedad puede presentarse de dos formas, una es desde nacimiento que se desarrolla porque no hay vasos suficientes para transportar la linfa, al inicio no es algo notorio, pero conforme va creciendo la persona, la cantidad de líquido también, solo que su organismo no es capaz de procesarlo.
También está el secundario, que se da a raíz de daños ajenos al sistema, que es el más común. En este caso, puede ser resultado de una cirugía para tratar el cáncer, ya que algunas intervenciones incluyen la extirpación de los ganglios linfáticos. Igual las radioterapias afectan a los tejidos cercanos al sistema.
Otras posibles causas son las infecciones de los tejidos, también enfermedades cardiovasculares, artritis o eczema, mutaciones genéticas, e incluso lesiones o traumas en ciertas partes del cuerpo causados por accidentes.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTOS
El linfedema es una enfermedad que no tiene cura, los médicos indican que lo más recomendable es intentar reducir la acumulación del líquido, esto puede ser a través de vendajes de compresión, ejercicios especiales, o masajes en las zonas afectadas aplicadas.
Para prevenir esta enfermedad se deben evitar las altas temperaturas, no hacer ejercicios complicados, sobre todo no usar ropa ajustada. Si existen sospechas, lo importante es acudir al doctor y solo seguir sus recomendaciones.
